En mayo de 1865, la murciana y madrileña de adopción Fermina Orduña se convertía en la primera mujer en obtener una patente (llamadas entonces privilegio industrial) tras idear un carro de caballerizas que permitía transportar burras, vacas o cabras, hacer ordeños a domicilio y proporcionar así leche fresca a los ciudadanos de manera más rápida e higiénica. Su contribución fue decisiva para la seguridad alimentaria y reforzó el maltrecho sistema inmunitario de muchos habitantes de la capital. El invento incluía una campana de aviso, un ordeñador mecánico y una caldera para mantener la leche caliente.
Pionera emprendedora, ahora Orduña bautiza con su nombre unos galardones de periodicidad anual puestos en marcha por la Comunidad de Madrid que, como recordaba ayer en el acto de entrega su consejero de Educación e Investigación, Rafael van Grieken, nacen con el objetivo de reivindicar el papel “relevante pero no siempre reconocido” de la mujer en los ámbitos científico y tecnológico, y de “todos aquellos emprendedores, empresarios, investigadores e inventores que trabajan para crear empleo y riqueza”.
Estos premios son para Van Grieken,“un colofón” dentro del nuevo sistema de incentivos de la Comunidad de Madrid a la innovación tecnológica y se alinean con otros reconocimientos como los “Premios Madri+d”, los “Miguel Catalán” o los “Julián Marías”. “Dos de las premiadas son mujeres, pero no por su condición de mujer, sino porque se lo merecen”, señalaba el consejero, que ha añadido que la región lucha para potenciar las vocaciones en ciencia y tecnología entre las estudiantes más jóvenes con programas como STEMadrid. “Hay que ir al punto de partida, la educación, y ensalzar la labor de las mujeres en áreas donde no nos podemos permitir prescindir de su talento”, apuntaba el responsable público.
Según cifras expuestas por el consejero, la Comunidad de Madrid ha doblado la inversión en I+D+i respecto a 2015 con 115,6 millones de euros y ha cumplido con lo programado en el V Plan Regional de Investigación Científica y Tecnológica al que se destinarán 420 millones de euros hasta 2020. Para que este esfuerzo “no decaiga ni se vea interrumpido”, Van Grieken ha anunciado que todas las convocatorias de investigación e innovación serán publicadas en el primer semestre de 2019, un año en el que la partida presupuestaria para ambas áreas se verá incrementada en un 7% respecto a 2018.
Los premiados
Al igual que Fermina Orduña, la empresaria Paloma Frial Suárez impulsa la innovación alimentaria desde hace décadas. En su etapa como presidenta de Embutidos Frial llegó a invertir más de un 10% de su facturación en I+D+i . Desde muy joven tuvo que asumir un papel de liderazgo y afirma que el mejor legado que le dejó su padre (el empresario Ramón Frial) fue “la pasión por innovar”. Hoy preside FrialTec, la compañía que explota una patente junto a la Universidad Autónoma de Madrid centrada en la incorporación a la carne de los ácidos omega3 de la cadena larga anticolesterol. Tras dos décadas de trabajo en esta línea, asegura que ahora es cuando se está produciendo “una verdadera demanda de alimentos funcionales y saludables”.
Frial es junto a Celia Sánchez-Ramos premio ex aequo a la trayectoria innovadora. “Estudiante, profesora, innovadora e inventora”, Sánchez-Ramos ha desarrollado su carrera en la Universidad Complutense de Madrid y es titular de 13 familias de patentes (con 448 registros), premio de la ONU a la mejor Inventora del Mundo en 2009 y Gran premio Internacional de Invenciones de Ginebra en 2010 por el “Método y dispositivo de reconocimiento biométrico mediante córnea”.
Ha ideado lentes, gafas, protectores visuales…Amante del estudio de la luz y sus efectos, la fundadora del Laboratorio de Neurocomputación y Neuro-Robótica de la UCM señaló en una entrevista con este medio la importancia de llevar a cabo campañas de divulgación y prevención relacionadas con la salud ocular. “Tenemos dos ojos para toda la vida y en ellos se encuentra la mácula que forma parte del sistema nervioso central, que no se regenera. Hay que ser responsables con nosotros mismos, pero también con nuestros pequeños y nuestros mayores puesto que su protección es nuestra responsabilidad. Por ejemplo, no se puede poner a un niño menor de dos años delante de una pantalla de ordenador”.
El premio Joven Emprendedor ha sido para Jaime Lauhlé. Licenciado en Ingeniería Informática por la Universidad Politécnica de Madrid, ingeniero de Telecomunicaciones por la universidad francesa ENSIMAG y MBA por la Universidad de Chicago, fundó Geoblink en Madrid tras un periplo profesional con parada en Nueva York, Francia y Hong Kong. Seleccionada por Bloomberg como una de las 50 startups más prometedoras, la empresa combina análisis científicos y bigdata aplicado al geomarketing para determinar la viabilidad de puntos de venta, su mejor emplazamiento o maximizar la rentabilidad de inversiones comerciales e inmobiliarias. “Volvía a Madrid porque aquí hay mucho talento, buenas universidades, apoyo institucional y capital privado dispuesto a invertir”, ha declarado Leuhlé.