MÁLAGA. Antes o después, a partir de los 45 años todos tendremos problemas de presbicia (vista cansada) o cataratas. Entre las opciones disponibles para acabar con estos déficits de visión, las correcciones multifocales en forma de lentes de contacto o lentes intraoculares se han convertido en la alternativa elegida por un buen número de pacientes para decir adiós a las gafas. Sin embargo, no todas las lentes son iguales, como tampoco lo es la tolerancia o la aceptación del paciente a la visión resultante ante una intervención quirúrgica de estas características. Gracias a un simulador visual, la compañía 2EyesVision permite reducir la incertidumbre previa a la operación y facilita el dialogo médico-paciente.
“La visión multifocal es una experiencia visual nueva difícil de comprender para los pacientes y de explicar para los médicos”, señalaba el pasado viernes Carlos Dorronsoro, CEO de la empresa y uno de los artífices de la tecnología SimVis. La startup, nacida como spin-off del Instituto de Óptica del CSIC, se ha hecho con el premio de la III Open Call for Deep Tech Startups durante la celebración del foro Transfiere en Málaga.
El simulador desarrollado por 2EyesVision se coloca sobre la cabeza y permite probar en minutos distintos tipos de lentes multifocales. El paciente le da un feed back valioso al oftalmólogo para la toma de la mejor decisión en cada caso. La tecnología SimVis consiste en una lente optoajustable, variable y programable que trabaja a mucha velocidad generando imágenes en diferentes focos. “La hemos validado a nivel computacional, físico y clínico”, añadía Dorronsoro. “No es realidad virtual, sino visión a través. Digamos que se parece más a unos prismáticos. No hay pantalla, sino una visión natural del mundo real. Incorporamos muy poco software y mucha óptica”.
Tecnología aprobada
Hasta el momento han publicado más de 20 artículos científicos al respecto y han registrado 4 patentes. “Nos ha costado 10 años, pero ahora todo el sector sabe que funciona. Existe un consenso generalizado que para nosotros es muy positivo”. La utilidad se multiplica al ser posible utilizar el dispositivo en cualquier prueba oftalmológica u optométrica. “Esta es la razón por la que las clínicas la van a adquirir”, aseguraba Carlos Dorronsoro. “Las simulaciones permiten eliminar riesgos, generan confianza y ahorran dinero ante hipotéticas quejas o revisitas”.
En este momento no existe otra tecnología que ofrezca visión natural y a todo color a través de un dispositivo de este tipo. Premiados en varias ocasiones, Dorronsoro admite que viajan “de congreso en congreso” por todo el mundo. Esta presencia notable, ha llevado a 2EyesVision -que ya hace ventas directas en 10 países de 4 continentes- a contar con un grupo de early adopters que utilizan sus equipos una vez han superado todos los procesos regulatorios. “Nuestros mercados principales son Europa y Estados Unidos, y queremos empezar a trabajar con distribuidores”.
Carlos Dorronsoro detallaba que, si bien no juegan en un mercado enorme (el que integran 64.000 cirujanos oftalmológicos), desarrollarán nuevos productos en el ánimo de llegar a todas las clínicas de optometría y oftalmología. De momento, se van a centrar en un grupo de 800 profesionales distribuidos a escala global. Con siete doctores en sus filas, 2EyesVision tiene un perfil muy científico. “Demostramos que es posible hacer carrera investigadora dentro de una empresa”, afirma su CEO.
Seguir creciendo
La compañía necesita ampliar personal en las áreas de desarrollo de negocio y comercial, una de las razones por las que explora nuevas vías de financiación. Avalados por un medical advisory board que incluye algunos de los oftalmólogos más influyentes del mundo, 2EyesVision tiene oficinas en Rochester (Estado de Nueva York) y Madrid, donde cada técnico puede fabricar 100 unidades del dispositivo al año. “Hemos intentado que el montaje sea muy sencillo y visual, tipo IKEA. En menos de un mes, un técnico domina su fabricación. Es por tanto un negocio escalable y flexible, adaptado a la demanda”.
Dorronsoro concluía detallando algunos de los planes de la empresa a medio-corto plazo. Ampliar la plantilla y desarrollar nuevos productos –“algo que llevamos en la sangre”-, continuar la expansión internacional… “Esperamos lograr el equilibro en el año 2025. Para eso debemos vender 400 unidades del dispositivo”.