Esta columna fue originalmente publicada en el blog Puntos sobre la i del Banco Interamericano de Desarrollo BID.
Las economías modernas deben crear las condiciones para apoyar la innovación y el emprendimiento de modo a lograr crecimiento sostenido y competitividad. Si bien América Latina presenta algunos polos de innovación creciente, se encuentra por detrás de otras regiones en cuanto a indicadores globales de capacidad de innovación. ¿Qué se necesita para cambiar la situación? ¿Puede la creación e impulso de ecosistemas de innovación proveer el enfoque para el progreso en la región?
El Woodrow Wilson Center, en el marco de su Programa Latinoamericano y de una serie de conferencias denominadas “Context”, organizó recientemente una charla con expertos para entender mejor la construcción de ecosistemas de innovación y discutir las perspectivas de la región. Uno de los tres panelistas fue Juan Carlos Navarro, quien trabaja en este esfuerzo en su papel de especialista de la División de Competitividad e Innovación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). También fueron presentadores Consuelo Valverde, emprendedora mexicana basada en Sillicon Valley y Diego Molano, ex ministro de Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) de Colombia.
1- Políticas de innovación como prioridad
En su presentación, Navarro nos dice que la gente tiende a pensar en la innovación como disrupción o como la nueva gran tecnología que cambiará el mundo. Y sin dudas es así, pero nos recuerda que la innovación es más amplia.
“La innovación es una nueva manera de pensar y hacer las cosas, que agrega valor. A diferencia de la invención, la innovación es una nueva idea que funciona en un mercado. Y no es algo que solo las mentes más brillantes o las corporaciones más grandes pueden realizar, sino que es parte de la tarea de empresas pequeñas y startups”, indica Navarro.
Asimismo, nos recuerda que si bien la región latinoamericana presenta atrasos en cuanto a indicadores innovación (por ej.: inversión pública y privada, empresas que innovan, patentes y licenciamiento), existen algunas señales de optimismo de que las cosas están yendo en la dirección correcta y que se está volviendo una prioridad para el sector público y el sector privado.
“Hay una suerte de consenso de especialistas de todos los sectores que la innovación no es solo acerca de desarrollar tecnologías complejas o lujosas, sino que es acerca de desarrollo, crecimiento económico y sustentabilidad. Y esto necesita convertirse en una prioridad para los grandes tomadores de decisión, como los ministros de finanzas y la comunidad de empresarios. Creo que aún no estamos en esta etapa, pero las cosas están encaminándose en esa dirección”, asegura el especialista.
En cuanto al rol del BID en el progreso de la ciencia, tecnología e innovación en la región, indica que es una organización que trabaja en base a la demanda y a las prioridades nacionales manifestadas por cada país.
“Se ha vuelto más frecuente que nos soliciten apoyo en esta temática. Generalmente hacemos dos cosas: apoyo financiero y asistencia técnica. Planeamos con las autoridades nacionales programas de inversión y al mismo tiempo realizamos mucho de producción de conocimiento, que consiste en investigar y publicar sobre políticas de innovación: qué funciona y que no, la efectividad de diferentes programas, qué se hace alrededor del mundo, cuáles son las mejores prácticas. Y tratamos de compartir eso con los gobiernos y con los diferente actores del ecosistema de innovación”, señala.
2- No tener miedo al fracaso
Consuelo Valverde considera que los gobiernos de América Latina deben seguir promoviendo mejores políticas públicas, que permitan que la innovación suceda más rápido, y que el sector privado debe darse cuenta que ya la innovación no es una opción, sino una necesidad. En este sentido, agrega un elemento clave:
“Algo sumamente importante para América Latina es algo que no sucede con frecuencia en los Estados Unidos y particularmente Sillicon Valley, que es no tener miedo al fracaso. Se necesita pasar por las experiencias de aprendizaje que deja el fracaso para convertirnos en emprendedores e inversionistas exitosos”, puntualiza la emprendedora mexicana.
3- El ambiente correcto
Para Diego Molano, un ecosistema de innovación es el ambiente correcto en el cual la innovación puede florecer. Y este ecosistema necesita tres elementos.
“El primero es talento, gente que quiera innovar y que tenga el conocimiento necesario. Segundo, el capital para desarrollarlo, y tercero, el apoyo y liderazgo del sector público y privado. La innovación crea oportunidades, y estas oportunidades crean mayor demanda para la innovación. Este círculo se repite y el ecosistema se fortalece”, indica Molano.
A su entender, la región se encuentra atrasada en innovación por diferentes razones, una de ellas por pretender “copiar y pegar” lo que pasó en otros ecosistemas exitosos como Sillicon Valley.
“Debemos entender que copiar y pegar ya no es más una fórmula válida. Tenemos que crear nuestros propios ecosistemas porque las habilidades para la innovación, los disparadores e influenciadores de la innovación en nuestra región son diferentes”, refiere el ex ministro colombiano de TIC.
“Necesitamos talento y liderazgo para fortalecer la creación de estos ecosistemas, masificando el concepto de promover el emprendimiento orientado no solo a exportar y vender productos y servicios a Estados Unidos, porque las mejores oportunidades se encuentran en la región, dentro de nuestro mercado latinoamericano”, agrega.
Sobre los panelistas
Consuelo Valverde es una ingeniera eléctrica mexicana con una maestría en ciencias de la computación y un MBA en emprendimiento. Fundadora de varias startups, entre ellas Expansion Bridge, una compañía basada en San Francisco que organiza y provee de equipos de trabajo en desarrollo de software para nuevas empresas que buscan acelerar su ingreso al mercado, compañías de rápido crecimiento y empresas de telefonía móvil.
Diego Molano es ex ministro de TIC de Colombia, país donde impulso el “Plan Vive Digital”, un plan nacional de tecnología considerado como ejemplo y que ha recibido premios para las mejores políticas públicas tecnológicas a nivel global. Es miembro del directorio de varias organizaciones y empresas nacionales e internacionales, como la Unión Internacional de Telecomunicaciones y el Laboratorio de Competitividad del Foro Económico Mundial.
Juan Carlos Navarro es Líder Técnico Principal en ciencia y tecnología en la División de Competitividad e Innovación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) con más de 20 años de experiencia en el diseño e implementación de programas de apoyo a países latinoamericanos y caribeños en materia de educación, ciencia, tecnología e innovación. Ha publicado una variedad de libros, monografías y artículos en esta temática, más recientemente “The New Imperative of Innovation (sólo en Inglés)” y “La política de innovación en América Latina y el Caribe: Nuevos Caminos”.
• El video en esta entrada es un resumen de las presentaciones.
• Para ver la charla completa de todos los ponentes visita esta página (sólo en inglés)