3DLAN: la madurez del movimiento maker que abraza la innovación social

Implicar a los estudiantes de FP en el diseño e impresión 3D de soluciones para personas con discapacidad física o lograr que el surf sea más inclusivo, son algunos de los hitos recientes de la asociación nacida en Getxo en 2015
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En el proyecto Surf Irekia, 3DLAN incorpora una silla a la tabla de surf.

A medida que se ha hecho mayor, el movimiento maker ha ganado adeptos y protagonismo como uno de los motores de la innovación social. Dotar a la tecnología de sentido y compromiso despojándola de ‘vicios’ banales es el empeño de asociaciones como 3DLAN desde su nacimiento en Getxo (Vizcaya) en el año 2015. Charlamos con Alberto Martínez y Egoi Azkarraga, integrantes del equipo fundador de 3DLAN, junto al sociólogo Santi Pisonero.

“Los tres coincidíamos en que había necesidades de las personas con discapacidad física que podían cubrirse con la impresión en 3D. Resultaba factible mejorar su día a día con soluciones personalizadas creadas a medida”, explica Egoi Azkarraga. La mirada innovadora-industrial del ingeniero es complementada por Alberto Martínez, maker pionero en el País Vasco, habitual en los primeros FabLabs de Vizcaya y ligado al nacimiento de Bilbao Makers.

La perspectiva social fue parte del ADN de 3DLAN desde el principio con un primer capítulo marcado por la impresión 3D de prótesis para niños sin recursos. La asociación funciona en base a programas con el apoyo del Ayuntamiento de Getxo, Gaiker Centro Tecnológico o la Fundación BBK. También consigue autofinanciarse a través de la formación en diseño e impresión 3D dirigida a fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales u osteópatas, profesionales en contacto directo con personas dependientes a los que dotan de un plus técnico para el desempeño de su actividad.

Surf Irekia

Algunos programas están destinados al diseño y la fabricación de determinados productos en ámbitos como el deporte inclusivo. Es aquí donde 3DLAN ha dado un paso de gigante este verano, tras alumbrar la iniciativa Surf Irekia con la colaboración de la Diputación Foral de Bizcaia y varias entidades. “Llevábamos tiempo acercándonos a las asociaciones de personas con discapacidad física para que pudieran incorporar el surf a su calendario de actividades”, detalla Azkarraga.

Contactaron con la escuela de surf Barrika Surf Camp, que ya había trabajado con discapacitados intelectuales. “La incorporación de los discapacitados físicos ha sido compleja. Hay que poner más medios y los materiales son importantes. En este caso, hemos diseñado y fabricado los anclajes para unir una silla a la tabla de surf y diferentes agarraderas”. Sin embargo, el socio de 3DLAN cree que este punto es secundario dentro de lo que define como un mega proyecto que ya es una realidad en las playas de Sopelana y Plentzia. “Ha tomado muchísimo vuelo”.

“La acogida es buenísima”, añade Alberto Martínez. “Nos encontramos con gente muy lanzada pese a su discapacidad. Es una gozada ver cómo disfrutan. Nuestro trabajo es derribar barreras, y una de ellas es el miedo, aunque una de las máximas de 3DLAN sea la seguridad. Muchos no se planteaban la posibilidad de hacer surf, o nadie les había dado la oportunidad. Ahora es posible, y vamos a visibilizarlo al máximo”.

Enriquecer las conexiones

Entre las joyas de la corona de 3DLAN también están los laboratorios de innovación. En las últimas experiencias, ha resultado decisiva la ayuda de la Fundación BBK. Juntos han creado un espacio común donde poner en contacto a diseñadores, makers, empresas, personas con discapacidad o asociaciones para, entre todos, dar respuesta a necesidades específicas.

De los frutos recogidos en el último año, Alberto Martínez se siente especialmente satisfecho. “Esta vez en 3DLAN hemos compartido la parte de diseño con centros de Formación Profesional a los que a su vez hemos conectado con asociaciones que les han planteado la resolución de retos concretos con impresión 3D u otras tecnologías”.

Pero no todo ha quedado en la co-creación.  “Nos encontrábamos en un entorno formativo, y había que explorarlo todo lo posible. Las asociaciones se han ocupado de sensibilizar a los alumnos al mostrarles la realidad de personas que tienen otra forma de vivir. Han aprendido de sus problemas y de su cotidianeidad. Tratamos de que cada asociación tuviera un centro concreto de FP y que la solución propuesta fuera destinada a alguien cercano. Al final logramos que se creara un ambiente de trabajo con muchos puntos de vista”.

Referencia en Euskadi

El proyecto sigue los pasos de la metodología Design Thinking. “Lo primero que hacemos es implicar a las personas, empatizamos con ellas y conocemos bien su problemática”, agrega Egoi Azkarraga. “No hay que irse muy lejos para tratar con una persona discapacitada y el proyecto encaja bien con la nueva filosofía de la Formación Profesional, más centrada en la superación de retos”.

Alberto Martínez (izquierda) y Egoi Azkarraga, el pasado junio en Bilbao. (Imagen: MITXI).

Desde 3DLAN coordinan, conectan a los implicados, co-diseñan, prototipan, testean y, finalmente, comparten. “Como asociación pretendemos acercarnos a la ciudadanía. Todos nuestros diseños son accesibles bajo licencia abierta para aquellos que los quieran descargar e imprimir, o modificar”.

Después de un acto presencial celebrado en junio que sirvió como colofón de la iniciativa, en la asociación esperan que la Fundación BBK renueve su ayuda y el laboratorio se repita. Y, si todo va según lo previsto, el proyecto de 3DLAN será uno los ejemplos de innovación social seleccionados por Innobasque en la próxima edición del Global Innovation Day.

Madurez maker

“Nacimos con una clara visión práctica de la tecnología. El objetivo es aportar”, insiste Alberto Martínez. “No nos quedamos en la impresión 3D, sino en la mejor solución según su destino. A veces recurrimos al mecanizado o incluso un par de tubos doblados pueden ser la clave ante un problema”.

El director técnico de 3DLAN lamenta cierta falta de responsabilidad en la fabricación. “Seamos conscientes de que lo que fabricamos ha tener algún valor. Quizá parezca divertido imprimir unas cabezas de Batman para nuestros amigos. Cuidado. Es probable que antes nos hayamos deshecho de unas cuantas que no han quedado como pretendíamos. Ese material, no del todo reciclable, genera una huella en el medioambiente”, añade. “Uno de los principales retos de 3DLAN es multiplicar el enfoque social. Muchos centros educativos incorporan la impresión 3D, pero casi siempre lo hacen desde una perspectiva industrial. Queremos cambiar ese chip”, apunta Egoi Azkarraga.

Los siguientes pasos de la asociación son prometedores. Además de mantener las actividades habituales, la idea es seguir creciendo. Por ello esperan poder rodearse de nuevos aliados, entre los que no descartan a un “gigante” como Fundación ONCE después de “varias reuniones muy positivas”. En octubre, Getxo celebra las Jornadas Europeas del Patrimonio  bajo el lema “Patrimonio Accesible e Inclusivo”. 3DLAN impartirá dos talleres para mejorar la comprensión de ese patrimonio a personas con limitación sensorial empleando impresión 3D.

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