Reciclar aspas es un desafío que la industria eólica debe abordar, especialmente con la llegada de miles de aerogeneradores al final de su vida útil. Sólo en España, se calcula que será necesario reciclar unas 20.000 en un horizonte de tiempo no muy lejano. Para atajar este problema se promueven proyectos innovadores como “El Ganso x Acciona”: la primera zapatilla cuya suela se obtiene mediante un proceso de micronizado de palas eólicas que han llegado al final de su vida útil.
Para su fabricación se ha utilizado una pala del parque eólico de Aibar en Navarra, que ha estado en funcionamiento desde 1998. “La forma de incorporar el material de las aspas en las zapatillas se ha hecho mediante un proceso de fricción. En las fábricas de Acciona lo que se ha hecho es coger las palas, segmentarlas en partes más pequeñas para poder maniobrar con ellas y llevar a cabo el proceso de fricción, que es como una lija enorme con la que haciendo presión con la pala se consigue un residuo de polvo”, cuenta Francisco Rodríguez, Accessories & Footwear Design en El Ganso. “A través de este proceso se consigue una mezcla de vidrio y resina y ese polvo micronizado es lo que se han incorporado junto al caucho en la suela de las zapatillas”, continúa.
“Hemos abierto una frontera en el uso de un material que no es para nada casual en la fabricación de una zapatilla”
Para el equipo de El Ganso esta colaboración ha sido todo un proceso de diseño y producción en que han demostrado que se puede reciclar y rehusar cualquier material que ha terminado su ciclo de vida y alargarlo de alguna manera. “Hemos abierto una frontera en el uso de un material que no es para nada casual en la fabricación de una zapatilla”, explica Francisco.
Otro de los retos era conseguir una zapatilla con suela resistente, adherente y duradera. Realizaron pruebas de abrasión, torsión y flexibilidad para que no se viese alterada. “Una zapatilla tiene que durar y por ello hicimos diferentes pruebas para concluir que la tolerancia era buena”, apunta el portavoz de la firma de moda.
Entre los propósitos estaba el de conseguir un calzado con huella cero, que no tuviese dióxido de carbono. “El upper, que es parte superior de la zapatilla, está hecha con una piel vegana con un sistema de fabricación por el cual se mantiene y se controla la contaminación que se emite. En cuanto a la plantilla interior, es transpirable 100% reciclada, hecha de poliuretano. Se cuida que realmente reduzca las emisiones de C02.”, explica el responsable de su diseño y desarrollo.
Cultivar un tinte cien por cien natural a partir de la planta del índigo
El Ganso continúa avanzando con esta iniciativa en su compromiso con la sostenibilidad, plasmado en el empleo de materiales de origen sostenible en la confección de más del 80% de su colección, con el propósito de llegar al 100% en un futuro próximo. Entre sus próximos objetivos está el de cultivar un tinte cien por cien natural a partir de la planta del índigo (de donde se extrae la sustancia colorante para teñir el denim).
Para ello, la compañía de moda ha unido fuerzas con la industrial Textil Santanderina, especializada en hilatura, tejeduría y acabados, para plantar índigo en Extremadura. “Hemos cultivado desde el principio la planta y a través de los métodos artesanales conseguimos tintar prendas de esta manera natural. Lanzaremos una colección cápsula de cara a verano de 2024”, concluye Francisco Rodríguez.