Hace un par de meses, Acciona se convertía en la “primera compañía capaz de aplicar la tecnología blockchain a una filial energética”. Ahora, el trabajo realizado en un par de instalaciones navarras ha dado tan buen resultado que su adaptación será global. Así, aquellos clientes que lo requieran podrán comprobar en tiempo real que el 100% de la electricidad suministrada es limpia, en cualquier parte del mundo.
“Trazar el origen renovable de la energía es una demanda cada vez más extendida, asociada al crecimiento del mercado de contratación corporativa de energía verde, y la tecnología blockchain puede facilitar mucho ese servicio al cliente en cualquier parte del mundo. Estamos muy satisfechos de haber dado este primer paso en un camino que con seguridad marcará tendencia en los próximos años”, ha declarado Belén Linares, directora de Innovación de Acciona Energía. Las ventajas del blockchain: “su accesibilidad, su escalabilidad y la absoluta seguridad y privacidad de los datos”.
Para el desarrollo en sus primeras fases del proyecto, denominado Greenchain, Acciona Energía –la filial encargada de esta área– ha alcanzado un acuerdo con la compañía FlexiDAO, especializada en ofrecer a empresas eléctricas herramientas de software para servicios energéticos digitales. Cabe decir que FlexiDAO fue “una de las startups seleccionadas dentro de la segunda edición del programa de innovación abierta I´mnnovation”, destacan.
Ya llevan meses trabajando en un demostrador comercial – Energy Web Blockchain, una plataforma blockchain especializada para el sector eléctrico–, que, según ellos, ha permitido asegurar la trazabilidad de la generación renovable de cinco instalaciones eólicas e hidráulicas situadas en España hasta su suministro a cuatro clientes corporativos en Portugal. Por ello se han convertido “en la primera entidad en trazar energía renovable con blockchain en España y Portugal”.
Por lo tanto, el siguiente paso será continuar la implantación en nuevas áreas, comenzando por aquellos mercados “más adecuados” para este tipo de servicios, al no contar con sistemas consolidados de acreditación del origen renovable de la energía, como es el caso de varios países latinoamericanos donde ya tienen fuerte implantación, como México y Chile.