ACdO: el mejor diseño español tiene inspiración global y el corazón en Carabanchel

Juan F. Calero

Visitamos la sede del estudio fundado por Sebastián Betanzo, Enrique Romero de la Llana y Álvaro Catalán de Ocón, Premio Nacional de Diseño 2023

pet lamp acdo enrique romero de la llana

“Algunas máquinas no las hemos podido sacar del edificio. Son enormes y pesan demasiado. Además, encajan bien con lo que queremos transmitir”. El edificio donde estuvo la fábrica de muebles de la familia Visús, en la calle Fernando Díaz de Mendoza, en el madrileño barrio de Carabanchel, es la tarjeta de presentación y el núcleo alrededor del que orbita ACdO (Autoproducción y Comercialización de Objetos S.L.).

“Desde aquí, llegamos al mundo entero”, explica Enrique Romero de la Llana, responsable de producción y diseño de producto en el estudio del que también son cofundadores Sebastián Betanzo (área de Negocio) y Álvaro Catalán de Ocón (director de Arte). Este último recibió hace unas semanas el Premio Nacional de Diseño 2023, concedido por el Ministerio de Ciencia e Innovación, “por la trascendencia internacional de su concepción del diseño como narrativa inequívoca del mejor y más inclusivo diseño español en el siglo XXI”.

Filosofía férrea

La sede de ACdO no decepciona: espacios amplios hacen las veces de oficina y de showroom. La luz entra a raudales y la azotea es un oasis de relax. “Nos caracteriza nuestra apuesta por la autoproducción. Todos los diseños del estudio, te gusten o no estéticamente, guardan una narrativa profunda. Son conceptuales. También es importante que entren por los ojos, aunque ese no sea el objetivo final. No pretendemos competir con los grandes, sino explotar nuestra fortaleza: somos capaces de desarrollar productos muy poéticos”, detalla Romero de la Llana.

Un rincón de ACdO. Imagen: Teresa Piensos Gómez.

Diseño, desarrollo de producto, comercialización, posventa, marketing… ACdO se ocupa del círculo completo. “No era lo habitual cuando empezamos hace 10 años. Ahora sí nos encontramos con más empresas con fórmulas parecidas a la nuestra. Arrancamos en un momento de profunda crisis, así que pudimos acceder a fabricantes que, en otro contexto, no nos habrían abierto las puertas. Somos pioneros en una tipología de diseño, nos gusta intervenir directamente el material a la hora de crear”.

El impulso necesario

La joya de la corona de ACdO es PET Lamp, lámparas con altas dosis de compromiso medioambiental y social, ya que son elaboradas siguiendo técnicas de cestería de diferentes países (el estudio genera economía en áreas y comunidades que lo necesitan) e incluyen una botella de plástico PET reciclado que refuerza la potencia del mensaje a transmitir. “PET Lamp tiene vida propia; es una especie de escisión de ACDO, aunque la filosofía sea compartida. Es un ‘monstruo’, nuestra principal fuente de ingresos y creatividad”. 

PET Lamp está inspirada en el removedor de té japonés; una pieza de bambú cortada e hilada compuesta por pequeñas varillas que forma parte de la ceremonia del té. “Además, queríamos concienciar sobre el problema de los plásticos. Las montañas de residuos se han convertido en el paisaje natural en muchos países”, indica Romero de la Llana.

De Colombia a Chile

La primera colección PET Lamp nació en 2012. Con la ayuda de Artesanías de Colombia, ACdO comenzó a colaborar con dos comunidades indígenas: los Eperara-Siapidara, y los Guambianos, a los que la guerrilla había desplazado desde la región del Cauca hasta la ciudad de Bogotá. Hoy trabajan con 40 artesanos y artesanas que elaboran con paja tetera las pantallas de las PET Lamp más coloridas.

“La presentamos en Milán y fue un pelotazo”, admite el diseñador. “No hay nada en el mercado que aúne de este modo dos elementos globales: la botella de plástico y la cestería. En cualquier lugar del mundo los encuentras”. Y añade que, desde entonces, en cada país donde comienza un proyecto PET Lamp, llevan a cabo una labor investigadora durante meses, lo que se traduce en un trabajo de codiseño junto a los artesanos locales.

El propio Romero de la Llana ha viajado a conocer el terreno antes de dar un paso más firme, prototipar y ‘activar’ una nueva colección.  Lo suyo es pura vocación. Siempre se sintió atraído por el diseño. “Todavía no sé si soy víctima o beneficiario de un momento en el que el diseño en España no había existido oficialmente a nivel formativo. Si te interesaba hacer lámparas o muebles, el manual decía que tenías que ser arquitecto”. Así fue sobre todo hasta los años 80. Los grandes diseñadores históricos, como Le Corbusier, eran arquitectos. “Sus diseños tienen ‘tufillo’ arquitectónico en talle y escala. Siempre digo que los diseñadores trabajamos en milímetros y los arquitectos en centímetros. A las obras de los arquitectos les falta el storytelling, algo fundamental en ACdO”.

Enrique Romero de la Llana (izquierda), y Álvaro Catalán de Ocón, junto a artesanas chilenas.

Finalmente se decantó por estudiar en la escuela barcelonesa ELISAVA. “En ACdO comencé como becario, éramos unos románticos, y aún lo somos…  También soy curioso e inquieto. Tengo herramientas en casa para satisfacer mi vena autodidacta; me gusta estudiar y experimentar con distintas disciplinas. Bebo de la arquitectura y el arte. Son mis fuentes de inspiración”.

La siguiente parada de PET Lamp fue Chile. Chimbarongo, a 150 km al sur de Santiago, se ha convertido en la capital del mimbre del país. “Son lámparas más sencillas, de diseño sobrio y sutil, que transmiten la identidad chilena”. En 2016 regresaron al país andino, esta vez para colaborar con las mujeres Mapuche de Huentelolen en la Región de la Araucanía. Estas mujeres transmiten de generación en generación una tradición de tejido de 500 años que utiliza la planta ñocha.

Riqueza africana

En Etiopía, ACdO colabora con el taller de cestería Salem Kasshum, en Addis Abeba. Allí trabajan fundamentalmente madres de gemelos y mellizos, estigmatizados en el país africano, al ser considerados un error divino. “Son mujeres que viven apartadas del resto de la sociedad. Dominan la técnica coiling (enrollado), habitual en cestería, que da lugar a una línea de PET Lamp muy potente por su originalidad”.

Taller en Etiopía. Imagen: PET Lamp.

Sin salir del continente, Bolgatanga, uno de los pueblos más remotos de Ghana, fue el lugar elegido para desarrollar el proyecto PET Lamp en 2019. En el corazón de la Región del Alto Oriente, y a pocos kilómetros de Burkina Faso, Bolgatanga es conocida como la “ciudad de las cestas” y es también la capital del pueblo Gurunsi. El canadiense Gregory MacCarthy capitanea un taller con el que ha reorganizado la cestería ghanesa y emplea a decenas de artesanos. “Es una maravilla lo que ha conseguido: los trabajadores son felices y los niños van al colegio. Apuesta por una técnica prodigiosa inspirada en la tradición india. La lámpara es tejida siguiendo una modulación en espiral”.

Señales para el optimismo en España

Preguntamos a Enrique Romero de la Llana por el cliente tipo de ACdO y PET Lamp. “Hablamos de una mujer de entre 35 y 50 años, del norte de Europa o Estados Unidos, con un nivel cultural y socioeconómico medio-alto”. El estudio se ha hecho con la rigurosa certificación B-Corp, que ratifica las buenas prácticas sostenibles de la empresa en todos los sentidos. “En países como Canadá o Suecia, el precio es el tercer condicionante para comprar uno de nuestros productos, después de la estética y los aspectos medioambientales y sociales”.

¿Y España? “Es muy distinto. Priman los plazos y el precio”. Romero de la Llana explica que, en cuestiones de diseño, España adolece de cierto retraso, con “una cultura y una economía de supervivencia” hasta 1975. “Nos hemos perdido buena parte de lo que pasaba ahí fuera, y otros países nos llevan ventaja. A cambio, España tiene una cultura popular riquísima que el diseño y la artesanía están empezando a explotar. Aún así, trabajos como el nuestro, que son muy conceptuales, en ocasiones son adquiridos       porque al cliente le parecen simplemente bonitos. Esto no es necesariamente algo malo. A otros, el producto no les gusta pero se enamoran de la historia que hay detrás. Lo cierto es que en España la gente está cada vez más abierta a este tipo de proyectos. Detectamos una voluntad y una aproximación nuevas”.

Japón es otro mundo

A otro nivel se encuentran los artesanos japoneses. “Tienen un estatus que les puede llevar a ser considerados patrimonio nacional vivo”, señala Romero de la Llana. “En Japón, fracasamos en nuestra intentona a nivel comercial, pero nos llevamos un aprendizaje muy valioso. No se sentían cómodos con lo que consideraban un acto innoble: mezclar bambú con plástico. Durante un tiempo, vivimos cerca de artesanos que son almas libres, a veces inaccesibles”.

La experiencia mereció la pena, ya que, de algún modo, abrió las puertas de Tailandia al proyecto PET Lamp. El carácter de la tradición cestera tailandesa se refleja en piezas extremadamente precisas y equilibradas. El estudio ha desarrollado una colección de pantallas de lámpara en colaboración con el Centro de Artesanía Tradicional de Bambú, una fundación apoyada por la Reina Sirikit. La lámpara PET Pikul toma su nombre de la flor de Mimusops Elengi, también conocida      como cerezo español.

La aventura australiana

Durante casi 65.000 años, la población aborigen de Australia vivió en completo aislamiento y conservó una cultura y un ecosistema únicos. ACdO buscaba comunidades donde las tradiciones y la cosmovisión se conservaran en su forma más pura. “Tuvimos la oportunidad de trabajar con mujeres de una comunidad aborigen híper protegida. Optamos por darle una nueva vida a sus pinturas tradicionales en forma de lámpara”.

La lámpara australiana domina el techo de las oficinas de ACdO. “Representa las distintas formas de consanguinidad de la comunidad, que van mucho más allá del concepto tradicional de familia”. Cada mujer tejió su propia lámpara y después todas se unieron, dejando espacio para el mundo de los sueños y para formas que simbolizan las relaciones entre ellas. Pigmentos, raíces, cenizas… “Los colores empleados dependen de las estaciones. El vínculo con la naturaleza es total”. 

A la izquierda, aborígenes australianas (Imagen: PET Lamp); a la derecha, los socios fundadores de ACdO. Imagen: Lupe de la Vallina.

Electrificar y suspender la más grande de las PET Lamp fue todo un reto. “Queríamos que todo lo que añadiésemos nosotros tuviese que ver con el mundo textil. Los cables y los hilos están integrados de manera respetuosa y pueden quitarse sin dejar rastro”. La lámpara no ilumina, sino que es iluminada desde una especie de ‘huevos’ que caen, generando la imagen de un árbol genealógico aborigen. “Mucha gente nos pregunta si seguiremos adelante con este proyecto. Nos encantaría, pero por el momento es imposible volver a trabajar con ellas, ya que la burocracia es una losa demasiado pesada”. Pese a este paréntesis en Australia, cada colección PET Lamp nace para quedarse.

Otros proyectos: más allá de PET Lamp

Enrique Romero de la Llana nos conduce a una zona del estudio donde es posible descubrir y tocar (echa un vistazo aquí) otras obras de ACdO.

Cornucopia.“Es el primer producto no PET Lamp de ACdO. La cornucopia era el típico espejo de pared usado en la época barroca que reflejaba la luz de una vela magnificando su brillo. Hemos querido combinarlo con un homenaje a la bombilla de Edison”. En este diseño, utilizan una bombilla de bajo voltaje que consume muy poca energía y, por lo tanto, “es adecuada para los tiempos más conscientes en los que vivimos”. La lámpara recuerda el gesto físico y ritual que requería apagar o encender una vela, ya que la bombilla puede girarse con la mano sin miedo a quemarse.

Su éxito más reciente es Plinto. “Son pedestales muy sencillos de latón macizo, en crudo. Nos gusta que el material envejezca, que coja pátina. Es un elemento que de por sí vale muy poco, pero con el que defendemos otra manera de mirar”. De este modo, espigas, flores o ramitas que pasarían inadvertidas en un paseo cualquiera por la naturaleza, adquieren otra importancia al ser ubicadas en los cilindros.

Plinto. Imagen: Alfonso Herranz Alicia.

Ceramics Cu es una colección de piezas creadas con cerámica, cobre y sílice. A través de una técnica innovadora, cada pieza se transforma en un nuevo objeto en el que los colores y líneas ornamentales emergen de forma singular y única. “La cestería y la cerámica son dos de los oficios más antiguos del mundo, existen vestigios de piezas que demuestran la interrelación entre ambos. Con este proyecto buscamos retomar aquellos primeros experimentos que mezclan las dos técnicas”.

Hacer balance

El gran proyecto de ACdO en 2023 es un libro autoeditado sobre el X aniversario de PET LAmp. “Hemos intentado transmitir esas historias importantes para nosotros, pero que no es posible contarle a todo el mundo ya que no aparecen ni en la web ni en otras publicaciones que editamos. Es muy placentero dejarlo todo reflejado en un soporte llamado a perdurar”. En lugar de impresas, las páginas del libro están selladas. “Es muy crudo en su diseño; un producto industrial”.

Fragmentos del libro. Imagen: Alfonso Herranz.

Abordar el libro les ha obligado a bucear en los archivos y a pensar en lo próximo. “Es sorprendente cómo han surgido los proyectos y cómo hemos establecido conexiones inesperadas o, a priori, imposibles”, asegura Romero de la Llana. “Hacemos las cosas de la manera en que pensamos que han de hacerse, no por cumplir. Pagamos a los artesanos lo que debemos, ni más ni menos, y generamos puestos de trabajo y economías vivas”.

El futuro

El siguiente capítulo de ACdO nos muestra a los tres socios fundadores con (por fin) tiempo suficiente para enfocarse en el crecimiento del estudio, después de delegar la operativa diaria de PET Lamp –“muy bonita pero muy laboriosa”- en otra persona. “Nunca nos han faltado oportunidades de venta y exposición, pero sentimos que hemos tocado techo. Vamos a darle un empujón nuevo a los productos ACdO y llevaremos PET Lamp a otro nivel. Por ejemplo, en unos años nos gustaría duplicar ventas en EEUU, un mercado donde hoy vendemos poco teniendo en cuenta su dimensión”.

Ceramics Cu. Imagen: Aina Lütken.

En el apartado creativo, la rueda no para. PET Lamp tiene prototipos en Ruanda, Uganda, Sri Lanka y Ghana. “Estamos valorando la posibilidad de colaborar con Nepal, pero quien mucho abarca poco aprieta, así que paso a paso. Ya no tenemos que buscar posibles nuevos desarrollos porque nos contactan directamente. No queremos lanzar colecciones por avaricia, sino que cada una aporte algo nuevo. ¿Por qué no comprender el papel como cestería y llevar PET Lamp al mundo del farolillo chino? En general somos optimistas porque creo que dispondremos de tiempo para mirar más y mejor al futuro después de unos años apagando muchos fuegos.

Por último, Enrique Romero de la Llana lanza una petición. “La especulación se está cargando Carabanchel, y el ayuntamiento de la ciudad debería proteger con más decisión la trama histórico-industrial del barrio, llena de riqueza. Aquí enfrente había una fábrica preciosa que ha sido sustituida por un edificio anodino que, suponemos, se convertirá en carne de Airbnb”.

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