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Aceleradora Unoentrecienmil: ejercicio para ayudar a curar el cáncer infantil

Este proyecto combina el ejercicio físico de precisión (que reduce el tiempo de hospitalización en un 17%), con la investigación contra el cáncer
unoentrecienmil cancer
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La Aceleradora Unoentrecienmil es la primera Unidad de terapia no farmacológica implantada en España (concretamente, en el Hospital Universitario La Paz de Madrid) para niños con cáncer basada en el ejercicio físico. La aceleradora -llamada así porque reduce el tiempo de hospitalización en un 17%- es un proyecto dentro de la Fundación Unoentrecienmil, que tiene por objetivo la curación plena de la leucemia infantil. 

En 2012 arrancó el camino de esta Fundación, de la mano de un padre de un niño de tres años con cáncer que, afortunadamente, salió adelante: José Carnero. La mayoría de los fondos que se recaudan se dedican a la investigación, ya que, como recuerda Elena Huarte-Mendicoa, directora general,solo así se cura la enfermedad”

“En esta andadura, hemos comprometido más de tres millones de euros en buscar acabar con esta enfermedad. Buscamos fondos e impulsamos proyectos de investigación. Así, en 2018 arrancamos un proyecto de investigación que tenía como objetivo demostrar cuál es el impacto de un programa de ejercicio físico pautado a pacientes oncológicos niños”, explica Huarte-Mendicoa. 

El ámbito del ejercicio físico y la salud, y sobre todo contra el cáncer, está muy avanzado en adultos, pero no se había hecho todavía nada en niños. De ahí que quisieran demostrar el impacto en el sistema inmune de los más pequeños. A nivel emocional y psicológico, la fuerza muscular, que es importante para determinadas cosas, mejora el sistema inmune que es el que hace que los pacientes salgan adelante.

“No cura, pero ayuda a curar mejor y más rápido”

Mostraron estos estudios a Alejandro Lucía, una eminencia a nivel mundial en ejercicio y salud. Y después de esto, llegaron a una serie de conclusiones. La primera de ellas, la reducción del tiempo de hospitalización en un 17%, antes mencionada. “No cura, debo dejar claro, pero ayuda a curar mejor y más rápido con ejercicio. Y hay otros beneficios”, especifica. 

Los niños sufren durante su enfermedad muchas cardiopatías fruto del propio tratamiento, con efectos secundarios “bestiales”, y han demostrado que se reduce mucho esta probabilidad. También se reducen los efectos secundarios de su tratamiento, ya que son muy duros y los muchos enfermos de cáncer mueren sobre todo por estos, pues son tratamientos duros y tóxicos. “Todo lo que alivie esos efectos ayuda”.

Tras ello, se dieron cuenta que hay hospitales con gimnasio, pero ninguno de forma sistematizada. En ninguno se pautaba el ejercicio como parte del tratamiento y que detrás tuviera un proyecto de investigación científica. “Esto puede ser asistencial, que está muy bien; sin embargo, nosotros hacemos ciencia y eso nos permite avanzar. Vimos que esto no existía por lo que decidimos actuar”, recuerda Huarte-Mendicoa. 

La visión

La visión, según la directora general, es llegar a los 49 hospitales que dan servicio a pacientes infantiles. Y el primero ha sido La Paz. Aún tuvieron que trabajar tres años por delante definiendo este servicio. “Su resumen podría ser que es un gimnasio para niños, pero no es exactamente así. Tiene un protocolo. Y un proyecto para que avance. Cuando hay un nuevo diagnóstico en el Hospital de La Paz, el oncólogo es quien pauta la parte del tratamiento y habla con los padres”.

La investigación es lo que esta detrás y todo esta hecho para satisfacer al niño. La Aceleradora Unoentrecienmil tiene de hecho dos dimensiones: una física, el gimnasio -que es el corazón del servicio- aunque otras veces se hace en la habitación del hospital; la otra es la dimensión tecnológica, porque todo se ha transformado en una herramienta tecnológica del que terapeuta se sirve para hacer terapias. Y como paraguas de todo esto el servicio de protocolo y el proyecto de investigación que siguen financiando.

Una webapp para hacer ejercicios

La parte tecnológica, cabe destacar, es una webapp que tiene tres usuarios: terapeuta, investigador y niño. En el piloto de La Paz, el usuario del terapeuta es el más trabajado, para que programe sus sesiones, registre sus datos, registre cada medición, genere sus informes, que comparta con oncólogos… 

“Como toda tecnológica, queda mucho por delante. En 2023, de hecho, nos centraremos en al adherencia del niño al servicio. Necesitamos de alguna manera que este también pueda hacer ejercicio en su casa, no solo en el hospital”.

La Fundación Unoentrecienmil, que es finalista de los Premios a la Innovación Social de la Fundación Mapfre, ha tenido una recepción “alucinante” en solo un mes. “Ahora solo tenemos el feedback de padres y terapeutas. Lo que se da es que niños que no querían levantarse ahora se sienten mucho mejor. A nivel emocional y físico esta siendo genial desde el día uno.

“Imagina el mejor gimnasio del mundo, con maquinaria de todo tipo. Eso es: es un gimnasio a lo bestia, pero adaptado a los niños. ¿Solo se puede ejercitar el miembro superior del brazo, por ejemplo? Pues hay una máquina específica para ello”, cuenta Huarte-Mendicoa. 

De todos modos, el proyecto va incluso va mas allá de esos 49 hospitales con oncología infantil. “Lo ideal seria que esto entrase como parte del protocolo del tratamiento a los niños con cáncer y se meta en prestaciones de la salud pública. Lo ideal es que soltemos el testigo y se paute como receta no farmacológica. Nuestra visión es llegar a que esto suceda y eso pasar por seguir financiando por nuestra parte, pero que la Administración se meta de manera oficial. Esto ya está pautado y hay protocolos médicos a nivel estatal”.