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ACERTA: la IA y la psiquiatría se unen para predecir crisis graves de salud mental

El proyecto, liderado por CUNEF Universidad, permitirá a los profesionales de la psiquiatría pautar un tratamiento de choque antes de que sus pacientes sufran las consecuencias de un episodio extremo de su enfermedad
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Victoria López y Diego Urgelés lideran el proyecto ACERTA.

La bipolaridad afecta al 1,9 % de la población. Es decir, una de cada 50 personas convive con ella en mayor o menor grado. El Europa, el coste que suponen estos trastornos para el sistema es del 0,5 % del PIB. El proyecto ACERTA, liderado por CUNEF Universidad, intenta mejorar la vida de los pacientes bipolares, sobre todo aquellos (un tercio aproximado del total) en los que los tratamientos médicos preventivos no funcionan del todo bien, lo que conlleva periodos de crisis que acarrean duras implicaciones en sus vidas y un elevado gasto económico para el sistema de salud.

Como explica a Innovaspain Victoria López, Directora de la Escuela Politécnica Superior en CUNEF Universidad y Profesora Titular del Departamento de Métodos Cuantitativos, ACERTA busca predecir con antelación estos momentos de crisis gracias a la inteligencia artificial. “Cuando estas personas sufren una crisis, hablamos de hospitalizaciones de uno a dos meses, bajas laborales e incluso depresiones posteriores. Pensamos que podemos ayudarles”.

López y el psiquiatra Diego Urgelés capitanean un equipo internacional multidisciplinar donde los ingenieros informáticos, los matemáticos o los expertos en machine learning se encuentran con psicólogos y psiquiatras. Urgelés detalla que, a día de hoy, si el médico puede adelantarse a una crisis de su paciente, estará en condiciones de pautar una medicación de choque que frene las penosas consecuencias antes mencionadas.

Durante los próximos tres años, ACERTA establecerá variables cuyas modificaciones en el tiempo pueden indicar que un paciente está próximo a sufrir un episodio maniaco o depresivo. Una serie de dispositivos propios recogerán los datos y los enviarán al sistema. La inteligencia artificial establecerá relaciones entre aspectos muy diversos. “Todavía estamos en la fase de descubrir esas relaciones”, afirma Victoria López.

La clave de ACERTA, y una característica que lo reviste de complejidad, es que cada paciente está sujeto a su propio modelo de análisis. “De algún modo, hacemos medicina personalizada”, asegura la experta. Ser tan específicos, ha supuesto años de trabajo previo y muchos dolores de cabeza. “Cuando se produce el boom del machine learning, nos rechazaron publicaciones alegando que la muestra era demasiado escasa. Nuestra estrategia apuesta por tener muchos datos de un paciente, ya que la idea no es comparar su situación con la de otro, sino con su propio histórico”.

En lo últimos meses, por ejemplo, han constatado que lo relevante es el cambio en los patrones de comportamiento a distintos niveles. “No es tanto los pasos que dan o que no dan a lo largo del día, sino cómo los dan”, aclara el doctor Urgelés. El psiquiatra explica que en el punto actual, ACERTA tendrá en cuenta distintas variables para dibujar un mapa predictivo de cada paciente lo más completo posible.

Sabemos algunas cosas”, añade Diego Urgelés. “A partir de las seis de la tarde y hasta las diez-once de la noche, la actividad del paciente aumenta respecto al ratio del resto del día antes de una crisis. Los cambios en el patrón de frecuencia cardiaca nos aportarán otro porcentaje de información. También enviaremos tests periódicos al móvil del paciente donde incluso mediremos la velocidad de tecleo. La IA puede encontrar conexiones que nosotros ni siquiera imaginamos”.

“Pensamos que el dispositivo ideal es el teléfono móvil, pero, sin excluirlo, necesitamos algo más”, admite Victoria López, defensora de incorporar a ACERTA un dispositivo (dotado de sensores y micrófono) que mida la actividad nocturna, las horas de sueño, los sonidos emitidos y variables ambientales de la habitación.

“Sospechamos que existen correlaciones importantes entre los cambios en los patrones diurnos y nocturnos y las crisis emocionales”. López apunta que han de ser “extremadamente” cuidadosos antes de otorgar relevancia definitiva a una variable. “Se dan muchas dependencias que generan ruido en el sistema. Es como tener una biblioteca con muchos libros, pero desordenada”. 

En este sentido, Urgelés percibe que, en lo que afecta a los pacientes bipolares, las variables están teñidas de ambigüedad. Los cambios no siempre son rotundos. “No disponemos de una medida ad hoc que prediga una crisis. Tampoco tenemos sensores que midan el nivel de irritabilidad, porque, además, quizá haya motivos para el enfado. Son muchas las sutilezas con las que vamos a jugar”.

Pese a estas dificultades, los primeros resultados arrojan datos positivos sobre la ruta elegida por ACERTA. “Los estudios preliminares nos dicen que podemos predecir un episodio maniaco con semanas de antelación con un acierto por encima del 80 %. En el futuro, el objetivo es que la información recogida y su poder predictivo estén conectados al sistema de salud. “De este modo, será posible establecer comparaciones con el histórico del paciente y evaluar, con capacidad de anticipación, su estado emocional. Se tratará de una curva personal que no tienen por qué ser accesible solo para el médico. El propio paciente puede echarle un vistazo y advertir a los profesionales que llevan su caso”.

ACERTA tiene resuelta una de las grandes barreras a las que han de enfrentarse este tipo de proyectos de investigación. “Vamos a probar nuestras hipótesis y soluciones en la clínica del psiquiatra Manuel Faraco, con más de 600 pacientes en tratamiento. Será importante para testar la utilidad de los avances planteados”, detalla Victoria López.

Aunque el proyecto ha comenzado situando el foco en los pacientes bipolares, Diego Urgelés cree que, con el tiempo, ACERTA dará respuesta no a una u otra patología, sino a un espectro amplio de problemas de salud mental. “La psiquiatría trabaja con un material difuso. Categorizamos las enfermedades porque es necesario. Sin embargo, investigaciones recientes sospechan que bipolaridad, hiperactividad, cuadros depresivos, trastornos de personalidad o ansiedad grave, están dentro de un mismo marco. Estos estudios defienden que abordarlas de manera parcelada nos resta resolución y entendimiento”.

Ante este cambio de paradigma, ¿cuál es el hilo conductor entre todas ellas? “No es definitivo, pero parece que en el conjunto de estas enfermedades se produce una activación anómala del metabolismo general. No hablaríamos solo de un problema mental, sino de algo mucho más amplio”.

Distintos investigadores se aferran a los datos para confirmar la solidez de esta teoría. Urgelés detalla que las personas con trastorno bipolar, más allá de los índices de suicidio o de los efectos secundarios de la medicación, tienen de media diez años menos de esperanza de vida que el resto de la población. “Sufren el doble de infartos, muchos desarrollan diabetes… pensamos que el funcionamiento de su cuerpo es distinto. En resumen: las implicaciones de la enfermedad mental son muchas más de las que creíamos hasta la fecha”.

En esta primera aproximación de ACERTA, el psiquiatra destaca que, más que resultados clínicos, pretenden encontrar relaciones que se traduzcan en factores de riesgo. La iniciativa va más allá, y quiere arrojar luz en uno de los asuntos más escabrosos que a todos nos afectan. “Vivimos una epidemia de salud mental en niños y jóvenes. Han aumentado todo tipo de trastornos en la población que oscila entre los 14 y los 20 años: personalidad, conducta, adicciones, suicidio… El sistema está desbordado. Algunos centros han quintuplicado en el último lustro el personal para atender a este perfil de paciente”.

“Desde la psiquiatría no sabemos qué está pasando”, lamenta Urgelés. Los profesionales sospechan que existen implicaciones desde distintos puntos: “Puede que influya el acelerado y cambiante ritmo actual, las redes sociales e incluso nuevos problemas metabólicos. Sería genial que los datos que obtengamos nos aporten información valiosa para pasar de la intuición a la evidencia. Ya estamos recogiendo información gracias a distintos convenios con clínicas. Abrimos el abanico para de verdad encontrar un patrón muy complejo, que requiere heterogeneidad en la población estudiada”.

1 comentario en «ACERTA: la IA y la psiquiatría se unen para predecir crisis graves de salud mental»

  1. ¡Gracias por la publicación!
    Todos tenemos una persona cercana que sufre un trastorno afectivo. Nosotros mismos quizá. La mayoría de las personas que sufren un trastorno afectivo, no disponen de diagnóstico. Los efectos sobre su entorno laboral y familiar pueden mejorar. Hoy en día tenemos la oportunidad de utilizar la tecnología en nuestro propio beneficio, siguiendo la idea del "conócete a ti mismo". Un correcto uso de la tecnología proporciona un conocimiento sobre nosostros mismos o nuestros seres queridos que puede anticipar situaciones de crisis emocionales y como consecuencia prevenir problemas indeseables.

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