La Agencia Europea de Defensa (EDA), como cualquier otra compañía o institución pública, necesita de las nuevas tecnologías para mejorar en su transformación digital. Hoy en día, no se concibe el futuro sin las previsiones que aportan técnicas de macrodatos, big data e inteligencia artificial (IA) para trabajar mejor. Si una empresa mediana ya lo está haciendo, ¿cómo no lo va a hacer el organismo de seguridad de la Unión Europea? Por eso han encargado a la compañía española GMV un estudio en el que deberán basarse para aplicar todas estas técnicas a los Sistemas de Mando, Control, Comunicaciones, Computación, Inteligencia, Vigilancia y Reconocimiento (las temáticas de investigación C4ISR).
Teniendo en cuenta estos detalles, el estudio ayudará a los Estados miembros de la Agencia Europea de Defensa en varias cuestiones, como la “identificación de especificaciones o estándares comunes ya existentes –o necesarios para aumentar la interoperabilidad por medio de tecnologías innovadoras–, el análisis del actual entorno C4ISR y sus retos, el examen de las técnicas C4ISR en otros sectores, e identificación de técnicas de inteligencia artificial y macrodatos que pudieran aplicarse para superar los retos y mejorar capacidades”.
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Este C4ISR es un programa que engloba un amplio número de arquitecturas, sistemas informáticos y de comunicaciones. Su finalidad, apoyar a sus 27 Estados miembros (todos los países de la UE salvo Dinamarca) en la mejora de las capacidades de defensa por medio de la cooperación europea. Además, “hace posible y facilita la labor de los Ministerios de Defensa que están dispuestos a trabajar en proyectos de colaboración en capacidades de defensa”. Básicamente, es como un núcleo de colaboración de la defensa europea que cuenta con 90 millones de euros, para el periodo 2017-2019, destinados a proteger al continente.
Así, GMV –que ya ha colaborado con el Ministerio de Defensa de España, la OTAN o la Comisión Europea– deberá poner todo su conocimiento sobre inteligencia artificial adquirido en otras áreas de actividad, como ciberseguridad o espacio, aplicándolas al terreno de la defensa. “Hay que superar los actuales desafíos de los sistemas C4ISR, en términos de rendimiento, resiliencia, escalabilidad, interoperabilidad y eficiencia, suministrando la información desde y hacia las tropas de forma rápida y fiable”, explican. Además, la información generada debe estar disponible con distintos niveles de complejidad y detalle, en función de las necesidades de cada escalón de mando.