«Vamos a vivir una era dorada del I+D+i relacionada con los edificios», ha asegurado Tomás Higuero, consejero delegado de Aire Limpio. Y esto también tendrá que ver con la salud. Los ensayos y pruebas realizadas por Aire Limpio, dentro del Proyecto PHOTO vs. SARS, han confirmado que la tecnología combinada de purificación de la empresa es capaz de inactivar el SARS-CoV-2 –causante de la enfermedad COVID-19– y otros microorganismos y reducir en gran medida las concentraciones de contaminantes químicos del aire.
«El coronavirus ha supuesto un despertar en la salud de los edificios. Este proyecto es el ejemplo perfecto de la combinación de tecnología y bienestar social», ha confirmado Higuero. Esta iniciativa europea ha sido financiada por el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) y fue una de las 29 elegidas entre más de 700 propuestas. «Más allá del éxito de la investigación, lo relevante es que el proyecto va a salvar muchas vidas», ha asegurado Jorge del Pozo, técnico de Seguimiento de Proyectos del CDTI.
Tras 18 meses de trabajo, que han implicado grandes retos técnicos dada la complejidad de trabajar con virus altamente infecciosos y con escasez de tiempo debido a la urgencia derivada de la pandemia, las pruebas realizadas han confirmado el objeto del estudio: destruir en minutos el SARS-CoV-2 suspendido en el aire interior de dependencias sanitarias, incorporando en los sistemas de climatización o conductos de acondicionamiento y distribución de aire ya existentes tecnología fotocatalítica eficiente en su sistema SFEG. Esto permite el tratamiento a lo largo de las 24 horas del día, y en presencia de pacientes o personas de riesgo.
La tecnología propuesta por Aire Limpio fue desarrollada a partir de los 5 proyectos de investigación implementados previamente con el CIEMAT durante 15 años de colaboración. Estos trabajos ya habían demostrado la posibilidad de destruir compuestos químicos, bacterias y hongos, utilizando UVA + fotocatalizador en sustitución de las lámparas UVC.
Gracias a esta experiencia previa, el estudio ha podido demostrar que la tecnología SFEG de Aire Limpio tiene una capacidad de reducción mayor del 99% para el SARS-CoV-2 y para otros virus como los bacteriafago Phi29 o el coronavirus 229E. Por otro lado se ha confirmado también que el ARN viral detectado al final de las etapas de purificación corresponde a restos de material genético y no a virus infeccioso. Asimismo, los ensayos han demostrado que el rango de eliminación es también prácticamente total en el caso de las bacterias (99%) y algo menor en hongos (97%).
«Uno de los grandes objetivos del proyecto era que cuando estuviese comprobada su efectividad pudiese llegar al mercado. La innovación necesita llegar con rapidez a la sociedad, sino se queda en simples ideas», ha valorado Benigno Sánchez, jefe de la Unidad FOTOAIR del CIEMAT. Unas palabras que ha suscrito Fernando Feldman, director de I+D del Grupo Aire Limpio y coordinador general del proyecto, a las que ha añadido que «hemos puesto de manifiesto que nuestra apuesta por el I+D+i y la especialización de cuantos han formado parte de este estudio han permitido, como era nuestro objetivo, contribuir con nuestro proyecto a desarrollar e implantar medidas de salud pública para responder eficazmente a la pandemia y mejorar el tratamiento de la COVID 19».