Con 2030 como frontera, la Unión Europa se ha propuesto restaurar, proteger y preservar la salud de océanos, mares y aguas para ese año. De ahí que, en el marco de Horizonte Europa, hayan presentado el proyecto Remedies, que aspira a cambiar el paradigma en ocho zonas mediterráneas. Y, de entre todas esta, cabe destacar la iniciativa que afecta a un río que desemboca en el mar Mediterráneo, el más caudaloso de toda España: el Ebro.
Es el centro Aitiip, uno de los socios de Remedies, el que llevará a cabo este proyecto en el Ebro, ya que, como explica Leyre Hernández, coordinadora de Remedies en este centro tecnológico zaragozano, cada socio estará especializado en un proceso específico dentro de la cadena de valor. “Hemos unido conocimiento y experiencia para desarrollar entre todos un sistema sostenible que ayude a reducir la transferencia de microplásticos a las aguas”, resume.
Todo se desarrollará bajo el concepto “Residuo cero” o “Zero waste”. La coordinadora del proyecto explica que esta idea hace referencia a todo ese conjunto de prácticas sostenibles desde el punto de vista social e industrial para tratar de mitigar la contaminación medioambiental, del tipo que sea. “Es un compromiso que hemos de adoptar todos los actores sociales y económicos ya no solo a la hora de consumir y desechar esos residuos, sino incluso también en los propios procesos de producción”.
Actualmente, recuerda Hernández, son muchos los centros tecnológicos que se están especializando en el desarrollo de nuevos materiales avanzados mediante distintas tecnologías, para fomentar la biodegradabilidad de múltiples gamas de productos que después se consumirán.
“Los hacemos, digamos, intrínsicamente reciclables, mediante bioingeniería”, apunta. Como pueden ser, por ejemplo, los envases de comida. Por ello, señala que “si todos cooperamos, desde luego conseguiremos una importante reducción de los residuos tanto fluviales, como marítimos y, en definitiva, salvaguardaremos más y mejor el medioambiente. Nos jugamos el futuro del planeta”.
Cabe recordar que, anualmente, se descargan 2,2 billones de microplásticos al mar Mediterráneo, un 70% de fibras sintéticas provenientes del alcantarillado y el 30% restante de la actividad agraria y turística.
Un sistema de filtrado y otros productos biodegradables
Leyre Hernández indica que se harán distintas metodologías y que en el caso de Zaragoza, o España, “no es que se vaya a limpiar como tal el río Ebro gracias a nuestros filtros, pero sí será un importante desarrollo y un avance para mitigar el impacto de los microplásticos que se filtran al mar desde el río, y que devienen de nuestra actividad más cotidiana, como lavar la ropa”. Por ejemplo, en Albania, dentro del río Lana, que cruza la ciudad de Tirana, a través de Remedies se instalarán unas estructuras de barrera formadas por boyas que retendrán los residuos urbanos.
Así, este filtro consiste en una innovadora membrana que tiene un tamaño de poro de 0,01 micras. Esto permitirá filtrar partículas de tamaños comprendidos entre los 5 milímetros y las 0,01 micras, reduciendo por tanto esa transferencia de un circuito a otro. Desde Aitiip se espera que el filtro desarrollado en el marco de Remedies retenga el 90% de los microplásticos que se desprenden de las prendas durante los lavados.
Por último, la coordinadora de Remedies en Aitiip para el Ebro adelanta que se desarrollarán distintos productos en función del tipo de residuo plástico extraído. "De las redes de pesca, por ejemplo, se recuperarán hilos que se emplearán para fabricar textiles comerciales. Otros tipos de plástico se podrán utilizar, por ejemplo, para fabricar componentes de los sistemas barrera, que después serán instalados en otros ríos. También podrá replicarse el material de Remedies en la fabricación de otros productos, como vasos reutilizables”, anuncia.
