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Alejo Rodríguez-Fraticelli: "Parte de la inversión pública en I+D debe ser de alto riesgo e impacto"

El investigador del IRB Barcelona recibe una ayuda del ERC gracias a la que profundizará en la manipulación de las células madre sanguíneas para retrasar el envejecimiento y la aparición de enfermedades inflamatorias o el cáncer
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El Dr. Alejo Rodríguez-Fraticelli (Imagen: IRB Barcelona).

Para entender la vocación científica de Alejo Rodríguez-Fraticelli hay que acudir a distintas fuentes. El investigador del IRB Barcelona nació y creció en Buenos Aires, “en una típica familia de clase media”, con abuelos inmigrantes españoles e italianos. Achaca al espíritu aventurero de sus antecesores la virtud para no temer a lo desconocido y querer construir algo propio. Pero el detonante de su pasión por la ciencia fue su padre y un curioso coctel. “Era programador amateur, dueño de un videoclub y aficionado a la ciencia ficción”.

Así que Rodríguez-Fraticelli pasó su primeros años rodeado de computadoras, libros de Michael Crichton y películas de Spielberg. “¿Y si esto fuera posible algún día?”, se preguntaba cada vez con más frecuencia. “Elegí dedicar mi carrera a intentar hacer realidad los imposibles”. Tras un primer flechazo con la física, todo cambió en secundaria. “Uno de los profesores de biología irrumpió en el aula para contarnos que el genoma humano había sido secuenciado”.    

El Consejo Europeo de Investigación (ERC) anunció recientemente la concesión de los proyectos ERC Starting Grants (subvenciones de inicio de carrera) a 397 jefes de laboratorio en toda Europa. Dos de ellos, Cristina Mayor-Ruiz y el propio Alejo Rodríguez-Fraticelli, se incorporaron recientemente al IRB Barcelona para fundar allí sus laboratorios.

Investigación puntera

La ayuda europea -1,5 millones- le permitirá llevar a cabo una investigación “completamente revolucionaria”, donde abordará preguntas sobre el origen y envejecimiento de las células madre. “Las células madre sanguíneas son la fuente de todas las células blancas y rojas del organismo y la base por la que funcionan los trasplantes de médula ósea”, explica el investigador a este periódico.

Sin embargo, el argentino detalla que, pese a su importancia, se trata de una tipología celular aún rodeada de misterios. “Indagaremos en cómo maduran en el feto durante la gestación. Por otro lado, las células madre sanguíneas acumulan cambios durante toda nuestra vida y, finalmente, cumplen un papel fundamental en el envejecimiento de todo el organismo, no sólo de la sangre”. En el laboratorio de Rodríguez-Fraticelli creen que entender mejor el origen y evolución de estas células abrirá nuevas posibilidades en  varios campos. “Aprenderemos a manipularlas para retrasar la aparición de enfermedades inflamatorias, el cáncer o el propio envejecimiento”.

Las próximas semanas serán frenéticas para el equipo. Además de reclutar “investigadores punteros”, tendrán a su alcance los mejores medios para el análisis y la secuenciación genómica”. Tecnologías de última generación como el análisis genómico y epigenómico de células  individuales, el estudio de la heterogeneidad celular a través de códigos moleculares, técnicas de cribado molecular por edición genética y epigenética mediante CRISPR o el desarrollo de técnicas de cintas moleculares.

Un entramado con el que esperan llevar a cabo catálogos exhaustivos de los componentes de cada célula madre, una a una, pero en miles de células a la vez. “Estos ‘mapas celulares’ serán como una especie de Google Earth de los tejidos. Nos permitirán entender desde la globalidad hasta los detalles mínimos de cada célula”, añade Alejo Rodríguez-Fraticelli.

Hacer ciencia en España (y en Europa)

El investigador destaca varios aspectos positivos de los que se nutre un joven investigador internacional al desempeñar su actividad en España. “La ‘joya de la corona’ es un sistema público universitario de excelencia. Ello es esencial, porque buena parte de un laboratorio joven se compone de recién graduados, estudiantes de máster y de doctorado”.

El bonaerense incluye en la ecuación el rol “cada vez más fuerte” que ejercen las fundaciones científicas. “Tienen una visión ambiciosa: hacer partícipes del sistema a donantes privados con ganas de generar impacto y un legado duradero en la ciencia”. Percibe que la influencia de estas instituciones cala aún más profundo a la hora de divulgar y concienciar al público general. “Todos tenemos el poder de cambiar el mundo y contribuir a la cura de enfermedades importantes”.

En un contexto más amplio, Rodríguez-Fraticelli celebra poder desarrollar su trabajo dentro del marco europeo. “Parte de los fondos son evaluados y gestionados ‘a distancia’, previniéndose la endogamia y el caciquismo”. Este sello de calidad independiente –“al menos sobre el papel”- sitúa a los científicos españoles al mismo nivel que los afincados en Alemania o Austria, y les permite trabajar en proyectos colaborativos o aprovechar un amplio tejido de infraestructuras.

Riesgos e inversión pública

Pese a todos estos pasos adelante, el investigador opina que el país tiene mucho margen de mejora. “Es una obviedad, pero lo más importante es aumentar la inversión en I+D. La inversión pública es el catalizador fundamental de todo el sistema. Tenemos que conseguir que al menos parte de esa inversión sea de alto riesgo e impacto. Esa es la filosofía del programa ERC Starting Grant”.

Y es que Alejo Rodríguez-Fraticelli recuerda que la inversión privada no sigue las mismas reglas. “Son inversores que necesitan un retorno a corto plazo y que no se pueden permitir demasiados riesgos. La inversión privada raramente consigue descubrimientos pioneros. La inversión pública sí está en condiciones de jugársela, lo que después permite amplificar la inversión privada”.

Destino IRB Barcelona

En su caso, se abre un periodo de anhelada estabilidad. “El ERC me dio flexibilidad para elegir dónde desarrollar mi proyecto. Nunca dudé del IRB Barcelona como el mejor lugar para llevar a buen puerto nuestra investigación. La ventaja principal es la calidad y la calidez de los investigadores y del equipo de servicios y administración. Las colaboraciones multidisciplinares son fáciles, rápidas y cercanas. Disponemos de las mejores infraestructuras, equipamientos y conocimientos técnicos”.

Alejo Rodríguez-Fraticelli cree que es fundamental una filosofía bien arraigada en el centro. “El IRB trata de atraer y fomentar el talento internacional a todos los niveles. Es el entorno propicio donde mezclar ideas científicas sin importar de dónde vengan. Esa combinación es el ingrediente secreto (y no tan secreto) de los mejores centros de investigación del mundo”.

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