Alex Rocha: “Los ciberdelincuentes siempre van por delante”

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En los últimos años, en España se ha despertado una cierta conciencia en torno a la ciberseguridad y la biometría, la tecnología basada en características fisiológicas -tecnología táctil, escaneo de la palma de la mano, escaneo facial-. Así lo asegura, Alex Rocha, director de BIO-key en Europa, una compañía que ha desembarcado en nuestro país porque los bancos, los pagos y los accesos a muchos sitios -tras esta nueva “conciencia”- ya cuentan con factores biométricos.

Se dedican a la tecnología biométrica, considerada ahora una de las formas más seguras de identificar a los usuarios. “En mi opinión, la biometría es un método altamente seguro, ya que, al estar basado en características fisiológicas, se hace más difícil saltarse las barreras de seguridad, teniendo como barrera la autenticación y la identificación biométrica”.

Según él, “los ciberdelincuentes siempre van por delante, la concienciación y la prevención al usuario es la mejor defensa”. Por ello, considera que todavía queda un gran camino por recorrer pues es importarte proteger dispositivos, pero en cuanto hablamos de contraseñas seguras o actualizadas, comienza el problema. “Una buena solución podría ser una contraseña insustituible como la autenticación biométrica. El inicio de sesión de factor humano”, subraya. La “llave” de BIO-key.

El caso de España

Alex Rocha indica que España es un país con una buena seguridad informática, con un buen progreso económico y con una gran tendencia a la digitalización de información, trabajo en remoto. Seguridad en todos los aspectos. Sin embargo, hay preocupación por los ciberataques y por la protección de la información.

“Hasta ahora -cuenta- se pensaba mucho en el perímetro de la empresa, en las soluciones de protección de fuga de información, cuando lo realmente preocupante es el factor humano. Ya sea por baja formación o familiarización con las tecnologías o por negligencia, este es el factor más importante que hay que proteger”.

Y es que, como él mismo asegura, hay todavía muchos problemas en España. ¿Por qué? “Porque todavía no hay plena sensibilización sobre los ataques cibernéticos, ni hay una plena formación al usuario de cómo protegerse, ni plan de prevención generalizado en las compañías. Pero esperamos que eso cambie en 2023. Estamos colaborando con las empresas con ese objetivo”.

Según algunos analistas del sector, señala Alex Rocha, España tiene un 44 %, de ataques rasonware, situándose por encima de la media global europea del 37 %. En otras áreas, España está más protegida contra la ciberdelincuencia. A modo de conclusión, subraya que “tanto en España como en Europa tenemos mucho margen de mejora”.

“En España, en concreto, es necesario que la ciberseguridad sea reforzada y, cada vez más, con el uso de los sistemas informáticos para trabajar, para vivir y para acceder a lugares y entornos virtuales privados”, explica.

Además, incide en un hecho importante: todos los estudios de empresas especializadas indican que hay una amplia posibilidad de negocio y que el sector continuará creciendo en los próximos años en el área de la ciberseguridad.

Tecnologías de BIO-key

En España, los principales ciberataques son Denia lof Services (DoS) Attacks, Malware, Phising, SQL Injection, Man-in-the-Middle (MitM) Attacks, Password Attacks, Cross-Site Scripting (XSS), Unauthorized Access o Social Engineering.

“La de BIO-key es la única tecnología que permite la solución biométrica de forma centralizada”, asegura para combatirlos. “Hacemos verificación e identificación y aseguramos que la persona que se está autenticando es la persona que dice que es. También contamos con la solución de Identity-Bound Biometrics que permite reducir el riesgo cibernético al ofrecer desde una plataforma centralizada las tres categorías de principales de autenticación (‘algo que tienes’, ‘algo que sabes’ y ‘algo que eres’)”.

De ahí que también cuenten con una tecnología propia llamada IBB, la biometría vinculada a la identidad: un tipo de autenticación biométrica en la que los datos biométricos de un usuario, como una huella dactilar o un escáner de retina, se vinculan a su identidad. Para ello, utiliza tecnología táctil, escaneo de la palma de la mano o escaneo facial para crear un perfil único.

Alex Rocha explica que este tipo de autenticación funciona almacenando los datos biométricos de un usuario junto con su identidad, de modo que puedan utilizarse para verificar que un usuario es quien dice ser. De este modo, los datos biométricos se almacenan de forma segura y no pueden utilizarse para suplantar al usuario o dar acceso a personas no autorizadas.

La biometría vinculada a la identidad es cada vez más popular en ámbitos como la banca, la administración pública y la sanidad, como forma de garantizar que las personas adecuadas acceden a la información correcta.

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