BARCELONA. Pensar que lo imposible puede hacerse realidad es quizá la definición más sencilla de la revolución ‘Moonshot’, uno de los argumentos principales de la nueva edición de IQS Tech Festival que está teniendo lugar en Barcelona. Alex Rodríguez, Knowledge Curator de Alpha, la filial de productos y proyectos disruptivos de Telefónica, ha querido ir más allá. Como ingeniero aeroespacial y "curioso desde pequeño", ha recordado el discurso que John F. Kennedy realizó el 12 de septiembre de 1962 cuando comunicó que Estados Unidos viajaría a la luna. "Ahora que se cumplen 50 años de la llegada del hombre a la luna, aquel acontecimiento es un fiel reflejo de que los humanos tienden a juntarse cuando tienen miedo. Era una aventura compleja y todos deseaban el éxito de aquella misión".
La clave del éxito de Estados Unidos, y del ser humano en general, logrando lo que en un comienzo parecía impensable fue "entender a dónde íbamos y tener un objetivo claro; en definitiva, pensar en grande", ha señalado Rodríguez. No obstante, el responsable de Alpha se ha planteado si deberíamos tener miedo a algo en pleno siglo XXI. "Precisamente, esta es una de las motivaciones que nos hacen innovar. Buscamos vida en otros planetas por miedo a perderla en el que vivimos".
De hecho, las cifras que ha presentado Rodríguez durante su intervención no dejan de ser impactantes. "Hay 200 billones de galaxias y 100 billones de estrellas en cada una. Esto nos da una medida de lo que grande que es lo que nos rodea y lo pequeños que somos nosotros". El resultado merece calculadora: 16 billones de trillones de planetas. Sin embargo, la sociedad tiende solo a prestar atención a aquellas cosas que parecen factibles. "Hace décadas hablar de vivir en Marte era cosa de películas de ciencia ficción; ahora es una idea alcanzable", ha dicho Rodríguez.
¿Pero cómo hacer realidad la cantidad de retos de tinte futurista de 'Moonshot'? Rodríguez ha desvelado algunas de las recetas de Alpha para lograrlo. "Trabajamos con todas las variables posibles y dejamos volar nuestra imaginación". Este camino entre la inspiración, la imaginación y la materialización suponen también ciertos riesgos. "Las pequeñas compañías piensan que la filosofía 'Moonshot' supone demasiado dinero. Las grandes lo ven como algo demasiado arriesgado. Los gobiernos piensan que hay otros problemas más importantes que resolver. Y el mundo académico se dedica a publicar estudios pero no a ejecutarlos".
Las buenas ideas vienen de gente apasionada
A pesar de las dificultades de "hacer realidad lo que parece imposible", Alex Rodríguez ha insistido en el principal propósito que debe tener la innovación. "¿Estoy creando algo grande realmente? Esa es la cuestión. ¿Lo que hago va a beneficiar a los hijos de mis hijos de mis hijos? Si es así, entonces habremos innovado". En la misma línea, Dirk Kremer, cónsul honorario de Holanda en Barcelona y vicepresidente y socio fundador del Instituto Iberoamericano de Interim Management –también fue Círculo de Empresarios Holandeses en Barcelona entre 2009 y 2013–, ha remarcado que "si por algo hemos avanzado en los últimos 50 años es gracias a la gente que cree que lo que va a hacer cambiará el mundo a mejor". Kremer ha recordado sus inicios emprendedores, cuando en 2001 creó su propia empresa. "Recuerdo que si alguien apostaba por mí, ese era yo. Que nadie nos quite las ganas de mejorar el mundo, ni la falta de financiación ni los catastrofistas que dicen 'no se puede'".