Alfonso Beltrán García-Echániz, director general de FIPSE

Alfonso Beltrán García-Echániz, director general de FIPSE

Doctor en Veterinaria por la Universidad  Complutense de Madrid, Alfonso Beltrán García-Echániz (Madrid 1960) es el director general de la Fundación para la Innovación y la Prospectiva en Salud en España (FIPSE). Ha desarrollado su carrera científica en la University of Georgia (EEUU) y en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), del que es científico titular en el área de nutrición, ciencia y tecnología de alimentos. Su carrera gestora ha estado centrada en la planificación de la política científico-tecnológica. Ha sido responsable de la elaboración de varios planes y estrategias nacionales de I+D+ i y de eficiencia energética y energías renovables. Asimismo ha desempeñado diferentes puestos de responsabilidad en la gestión y dirección de entidades del ámbito de la investigación y la innovación, desde distintos departamentos ministeriales al CDTI, pasando por el FECYT o el IDAE, por ejemplo. También ha formado parte de 34 consejos de administración de sociedades mercantiles tecnológicas, ha sido patrono en siete fundaciones ligadas a la formación y gestión del conocimiento, y miembro del consejo de administración de tres empresas públicas relacionadas con la tecnología.

1. A lo largo de su trayectoria profesional, ¿qué decisión ha tomado que haya tenido como consecuencia un mayor grado de innovación?

Desde el punto de vista de la planificación estratégica, lo más significativo fue la decisión de incluir el concepto y programación de los instrumentos de la innovación tecnológica dentro del Plan Nacional de I+D que se elaboró para el período 2000-2003. Hasta ese momento había una programación nacional para lo académico, I+D y otra para lo empresarial. Desde el punto de vista más operativo, se puede señalar la transformación de FIPSE en una fundación de colaboración público privada para apoyar y desarrollar las innovaciones en salud puede ser una de las actuaciones que he emprendido con más grado de innovación, no por el objeto y naturaleza de la herramienta en sí, que también, sino por el efecto multiplicador de su actuaciones y el impacto que estas están teniendo en los procesos innovadores de terceros, en concreto de los investigadores del sector salud. Sin duda, FIPSE está teniendo un efecto inmediato en el trabajo diario de muchos grupos de investigación innovadores de hospitales que quieren ver sus descubrimientos aplicados a la mejorar la atención a pacientes y para ello están aplicando hoy los recursos que FIPSE pone a su disposición para acelerar la llegada a mercado de sus innovaciones. Herramientas que son tanto ayudas financieras como servicios tangibles de desarrollo de la innovación.
 
2. ¿Cuáles son las claves para culminar con éxito un proceso innovador?

Casi por definición, una innovación tiene que producir un impacto positivo en el ámbito en el que se produce. No es posible innovar si no se mejora en un proceso, en un producto, en un coste, en un mensaje, en una gestión… Por tanto, entre las claves para que una innovación sea exitosa se encuentra sin duda acertar con el problema que hay que resolver, su diagnóstico, sus posibilidades reales de abordaje y la capacidad de superar el estado del arte con el que actualmente se solventa dicho problema.

Otra clave es la solvencia científico técnica de los medios en los que se basa la innovación, y aquí quizá me estoy circunscribiendo a las innovaciones de base científico-tecnológicas. Una innovación tiene que partir de un diagnóstico veraz y de una investigación fiable.

Por ultimo, son claves también los agentes que desarrollen la innovación: las personas inquietas emprendedoras y capaces, que están involucradas en el proceso. Y por supuesto, no lo menos importante, el público objetivo al que va dirigida la innovación. Siempre habrá alguien (clientes, usuarios, pacientes, trabajadores, publico general…) que debe ser capaz de reconocer la innovación, valorarla, que pueda  beneficiarse de ella o que esté dispuesto pagar por ella, cerrando el círculo virtuoso de la innovación con generación de riqueza progreso y bienestar, que es el fin último de innovar.

3. Tres consejos para quienes estén dispuestos a abordar cambios, acciones o procesos innovadores en su empresa o entorno

Créete firmemente la necesidad del cambio. Analiza sus orígenes, las dificultades de implantación, sus beneficios. Documéntate, infórmate. Estudia. Escucha. Convéncete y lidera con el ejemplo.

Convence a los demás. Comunica bien tus ideas y propuestas, haz participe de ellas a tus colegas, jefes, amigos, clientes, socios… Innovar es complejo y requiere del apoyo y participación de muchos agentes. Haz equipo. Implica a otros en el proceso y comparte luego el éxito.

Haz de este proceso tu modus operandi en el trabajo y en la vida. No te conformes, innova por sistema. Prueba, ensaya, mejora, propón. Sin miedo al error o al fracaso, incluyendo estas experiencias en tu proceso de aprendizaje y de mejora continua.

Por último, no tener miedo al fracaso. Si el intento ha sido fallido, hay que perseverar.

4. ¿Cuál es, a su juicio, la mayor innovación que ha tenido lugar en los últimos 50 años en todos los ámbitos?

Esta es una de esas preguntas tan complicada de responder como sencilla de formular. El periodo de transición entre el siglo 20 y 21 está siendo tan apasionante en innovación como lo fue la transición del 19 al 20 en cuanto a descubrimientos básicos de las ciencias fundamentales. Si el periodo por el que me pregunta comienza en 1966, tenga en cuenta que en ese año el hombre no había pisado la luna y hoy tenemos vehículos patrullando Marte. Hace cincuenta años no existían ordenadores personales, teléfonos móviles ni internet, no se habían hecho trasplantes de corazón, no se había iniciado la secuenciación del ADN ni se conocían las enzimas de restricción que están en la base de la biotecnología. Es, por tanto, muy difícil determinar la innovación más importante. Quizá por la implantación geográfica, y la repercusión en todo tipo de procesos y disciplinas la innovación más relevante sea el binomio Internet-telefonía inteligente, es decir aquella relativa a la disponibilidad de información y la facilidad de transmitirla. Es una innovación, o conjunto de innovaciones que están definitivamente cambiando la forma en que se relacionan las personas, los países, las empresas, la organización del trabajo y del ocio, la velocidad en los procesos y decisiones, y todo ello a escala global. La mayor innovación en materia energética vendrá probablemente por los sistemas de generación y la mayor innovación en salud vendrá de la mano de la genómica y el tándem biónica-nuevos materiales, pero esto es algo que aún está por llegar.

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