Conducir y escribir mensajes puede ser mortal. Al menos en España, su uso multiplica por cuatro el riesgo de sufrir un accidente, según la DGT. Aunque en esta época de confinamiento, provocado por la pandemia de la COVID-19, se han reducido un 86 % los desplazamientos de largo recorrido y un 52% los fallecidos. De hecho, esta Semana Santa ha registrado la cifra de siniestralidad más baja desde 1993.
Pero antes de esta coyuntura, la DGT advirtió que uno de cada cuatro accidentes es causado por distracción. Y uno de los principales motivos que la genera es el teléfono móvil.
Del otro lado del Atlántico, investigadores de la Escuela de Ingeniería y Ciencia del Tecnológico de Monterrey (México) desarrollan un algoritmo capaz de detectar y desactivar el móvil de una persona cuando esta se encuentre manejando y escribiendo mensajes al mismo tiempo.
El sistema detecta los datos de “las fallas generadas en la escritura cuando se conduce y se emplea el teclado. De la misma manera se detecta el movimiento de los acelerómetros (instrumento dedicado a medir aceleraciones) que también proporcionan información sobre este movimiento generado por el uso del teclado de un teléfono móvil”, explica el profesor Pedro Ponce, quien lidera el proyecto junto al investigador Arturo Molina. Ambos son autores de libros como Intelligent Control Systems with LabVIEW y Power System Fundamentals.
De acuerdo con Ponce, uno de los métodos más utilizados en las tecnologías que emplean machine learning son las redes neuronales multicapa, que permiten poder clasificar o modelar diferentes sistemas. “Estas redes neuronales artificiales tratan de emular el comportamiento de las neuronas biológicas en el cerebro humano, reforzando sus conexiones entre ellas”, detalla.
El algoritmo desarrollado por los investigadores, profesores y alumnos de posgrado del grupo Innovación de productos del Tec, se encarga de entrenar esta red neuronal artificial, que se basa en el movimiento generado por los temblores.
Aunque el prototipo del algoritmo sobre el que trabajan desde hace más de tres años sigue en proceso de evaluación, está patentado y a la venta en Estados Unidos, con el objetivo de que se generen aplicaciones para smartphones.
Así como la red está entrenada para detectar si alguien conduce y está empleando el teclado, podría detectar movimientos muy sutiles en personas con padecimientos como el Parkinson, incluso en etapas tempranas, destaca Ponce.