Hace 20 años, Aliaxis, empresa casi centenaria de origen francobelga, decidió desinvertir todo lo que no fuera plástico y poner todos sus esfuerzos en la conducción de energía y agua a través de este material. Empezaron a crecer vía adquisiciones, creciendo orgánicamente, hasta llegar a España, donde compraron Masa, de País Vasco, y Jimten, en Alicante. Su actual CEO a nivel global, Eric Olsen, se dio cuenta de que el agua podría ser una fuente de problemas para el futuro, además de poder convertirse en un bien escaso, por lo que crearon Aliaxis Next.
“Aliaxis Next nace como una división separada de Aliaxis, buscando invertir a través de un grupo de expertos en tecnología y sostenibilidad, emprendedores que tuvieron empresas y vendieron o que las mantienen con otro perfil para buscar soluciones a los retos del agua”, explica el vicepresidente de Aliaxis Iberia, Jorge Barranco.
Según él, se busca generar un impacto positivo y con un foco hacia los nuevos negocios basados en tecnologías, con startups que hayan creado soluciones tecnológicas basadas en el agua. Y es que, “actualmente, nadie sabe muy bien hacia dónde ir en este sentido. Tener una incubadora así ayuda a resolver los problemas con el agua, desvinculándose de Aliaxis. Eso sí, en un futuro se podría comprobar si alguno de los negocios tiene sinergias con la compañía y puede integrarse o no. O, simplemente crecer en paralelo o estar incluso por encima de nosotros”.
En definitiva, la idea es “no enturbiar ni mezclar lo tradicional con esto”. Y “esto”, Aliaxis Next, es lo más disruptivo, sin tanta presión por resultados a corto plazo, que busca invertir participando en otras empresas. Con el agua como gran protagonista. “No es una pose, cada vez que nos planteamos algo siempre tenemos presente el propósito”.
Los retos del agua
El primer reto del agua es la distribución. Según fuentes de algunas organizaciones de Naciones Unidas, hay 2.200 millones de personas que no tienen acceso al agua. En 2030, esa cifra subirá hasta los 3.900 millones, también porque la población mundial está en crecimiento.
“Las infraestructuras que tenemos son deficientes y poco resilientes. El uso intensivo que hacemos del agua, por parte de la población, es poco en comparación. Pongo un ejemplo. El 70% del uso del agua se va a la agricultura y la ganadería. Aunque sea excesivo, el porcentaje para uso humano, nuestros grifos pongamos, no es tan alto”, señala Barranco.
A esa situación descrita por el VP de Aliaxis Iberia se le suma el cambio climático y que las zonas de estrés hídrico cada vez son mayores -incluso en España, que tiene incluso zonas con clara desertificación-. “El reto está en la distribución, en el control, el no desperdicio, el tratamiento, la depuración… Tenemos que conseguir que el agua llegue a todo el mundo y a cuanta más gente y en mejor estado, mejor”, afirma.
Para él, Aliaxis fabrica productos que “pueden parecer básicos” pero que, en primer lugar, no lo son. Y, en segundo lugar, que “alguien los tiene que hacer”. “No sólo para agua potable, sino para cuestiones sanitarias, por ejemplo. La distribución es un reto en sí mismo: hay que conseguir que el agua no se desperdicie, desde los campos que se riegan hasta los hogares. O reutilizar el agua, como ya se hace, por ejemplo, en Bilbao para el riego de parques y jardines”.
Y es que Aliaxis dispone de soluciones como depuradoras y tratamiento de aguas que permiten que en chalés individuales se trate las aguas grises y se puedan utilizar para regar u otras aplicaciones. “En parques y jardines, igual. También tenemos tuberías que ponen barreras al oxígeno, así que no puede estar ni un sólo microorganismo”, ilustra.
Ejemplos de Aliaxis Next
Aliaxis Next cuenta con varios ejemplos de startups dedicadas a los retos del agua. Una de ellas es Aquarius Spectrum, que se dedica a detectar fugas de agua en las redes de distribución. “Está demostrado estadísticamente, que de media, aproximadamente el 35% del agua que circula por las redes de distribución, por ejemplo, se pierde en en fugas. Es mucho teniendo en cuenta que solo tenemos un 2% de agua dulce en el mundo”.
Esta tecnología se basa en ultrasonidos y permite detectar esas fugas con gran precisión para arreglarlas. Es un negocio basado en servicios con una modalidad que prevé donde puede haber fugas para trabajar sobre ellas y, después, monitorizar esa red para que no se pierda el agua.
Otra sería CropX, dedicada a la irrigación inteligente. Como se ha citado anteriormente, el 70% del gasto del agua mundial se va a la agricultura. Con la escasez de agua que hay, se necesita gestionar de otra manera. “No sólo porque se trabaje en cultivos que consuman menos, sino que tiene un sistema de riego inteligente, asociado a otra gran red de riego y a grandes infraestructuras”.
Así, se utiliza información agronómica y meteorológica en tiempo real, se gestiona desde un software y se acciona para decidir dónde se riega, a qué hora, cuándo hace falta… “No es una inteligencia artificial, aunque no se descarta ampliarla hacia esa tecnología en un futuro. Está parametrizado a través de varios datos y toma decisiones”.
De momento no hay ninguna startups española. “Pero puedo contar, por ejemplo, Aquarius Spectrum ha trabajado en España, en Sevilla concretamente, y se instalaron 11 hidrófonos y 23 acelerómetros. Y se detectaron siete fugas, que se repararon, y se detectaron cinco alertas a futuro”, matiza.
Del mismo modo, adelanta que, aunque se están buscando oportunidades en todo el mundo, “estoy convencido de que en España estará alguna en ciernes, aunque desafortunadamente todavía no se haya invertido. Seguramente, más pronto que tarde saldrá alguna española. Los requisitos son sencillos: tener un propósito y un componente tecnológico centrado en el mundo del agua”.