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Almudena Eizaguirre: “La pandemia ha venido a decirnos que tenemos que reinventarnos como empresas y personas”

Recientemente nombrada nueva directora de la Deusto Business School Executive Education, Almudena Eizaguirre es la primera mujer en este puesto
Almudena Eizaguirre, nueva directora de la Deusto Business School Executive Education.

Nuevos tiempos para la Deusto Business School (DBS) Executive Education. El pasado 6 de noviembre la escuela de negocios informó que Almudena Eizaguirre era elegida nueva directora de la institución. Un hecho que llena de “orgullo” a esta conocedora de la casa. En los últimos cinco añostras ha sido directora de la Unidad de Innovación Docente.

Eizaguirre comparte con Innovaspain algunas de las líneas maestras hacia las que quiere orientar la DBS. Una escuela que irá dando más peso a acompañar a los directivos y no solo de dedicarse a formarlos. Es una de las patas de la Deusto Business School 2025, plan que impulsó desde su anterior puesto.

“Lo que vimos es que, frente a otras escuelas de negocios, nosotros estábamos muy centrados en los niveles iniciales de grado y posgrado. Y detectamos que, si lo que queremos es transformar la sociedad de una manera añadida, como nos hemos marcado como escuela de negocios, vimos que hay que estar a lo largo de la vida de los directivos”, señala la directora.

La escuela de negocios tampoco ha quedado al margen de la pandemia. Eizaguirre la define como “un triple salto mortal” que todas las instituciones educativas tuvieron que realizar en marzo de 2020. La directora tiene claro, por este motivo, que el tipo de formación deberá ser “mixta”.

“Tenemos que ser lo suficientemente habilidosos para saber qué tiene realmente valor en lo presencial; qué otras cosas no necesitan tanto cuerpo a cuerpo porque se pueden leer en foros para dinamizar… Tenemos que diseñar programas que combinen lo mejor del online y de lo presencial”, sentencia.  

La vida profesional ya no es una y no dura toda la vida. Al menos así lo ve Eizaguirre, que hace referencia al libro ‘100 años de vida’, donde se explica cómo las personas viven varias vidas profesionales durante su trayectoria. “Frente a esas concepciones de que antes teníamos de una persona que entraba en una compañía y quizá estaba 30 años en esa empresa y hacía cosas parecidas”, relata, “lo que la pandemia nos ha venido a decir es que tenemos que ser flexibles y todos tenemos que tener la capacidad de reinventarnos, como empresas y como personas”.

Una capacidad de adaptarse que conoce bien. “Lo mismo que me ha sucedido a mí, que tuve una primera etapa profesional dedicada al marketing, luego pasé a estrategia. Ahora he estado en innovación docente y vuelvo a executive. Me voy reinventando en cada etapa”.

Sin dejar de lado la necesidad de los individuos de hacerse preguntas. “Que se cuestionen qué hay que aprender ahora y que le puedan dar una respuesta, que no tengan miedo a reaprender y reinventarse. Que miren a la izquierda y derecha y encontrar a otros con la misma energía para cambiar”, es el consejo que lanza.

Una nueva dimensión en la labor docente

Como parte de su trayectoria en la Unidad de Innovación Docente, plantea una redefinición del profesor. “Tiene el rol de ser un facilitador del aprendizaje de esos estudiantes”. Uno de los temas que más ha aprendido es lo relacionado con “cambiar el perfil del docente y dejar atrás el profesorado o clase magistral, y de alguna manera ir más hacia el perfil de profesor facilitador del aprendizaje. De alguna manera, los protagonistas son los estudiantes y el profesor”.

“El primer punto sería que los profesores fuesen facilitadores del aprendizaje, y que tienen que ser en ese sentido expertos en dinámicas de grupos, metodologías participativas, en trabajar por proyectos”, apunta.

Ya que, en su opinión, el aula reúne a un grupo de personas con “tanto conocimiento y tanta trayectoria” que el profesor se ocuparía de aclarar y ordenar todo ese conocimiento. “Y que unas personas aporten a las otras”.

Tres ejes de una DBS más cercana con personas y empresas

Excelencia en el aprendizaje “a lo largo de toda la vida”; liderazgo con carácter humanista y lazos más estrechos con el tejido “empresarial, social e institucional”. Tres ejes sobre los que gira el plan de la DBS 2025 y que Eizaguirre se encarga de desgranar.

En primer lugar, la importancia de formar en valores, característica que indica como intrínseca a la escuela. Por eso, explica, “y muchas empresas nos vienen a contratar a los recién graduados porque tienen una imagen o una formación muy ligada con unos valores, una seriedad, incluso diría con el carácter vasco de prometer y cumplir”.

Sumado a ello, está la importancia de una formación con vertiente humanista. Como parte de la Compañía de Jesús, desde la DBS se busca que las empresas se planteen otro tipo de preocupaciones. Por ejemplo, enumera algunas de ellas, “si la gestión que se está haciendo es la que el mundo demanda; si estamos haciendo el tipo de compañías que los distintos stakeholders aprecian; si estamos dando respuesta a los retos que nos marcan los ODS…”.

“No es tanto implantar un sistema, sino que queremos ser compañeros de viaje de las empresas en ayudarles a ejercer otro tipo de liderazgo que queremos que la sociedad está demandando”.

Para conocer con mayor profundidad hacia dónde se orientan las empresas, Eizaguirre ve como fundamental estrechar lazos con ellas. Aunque matiza: “quiero encontrar un equilibrio entre hacer las cosas bien dentro y estar muy presente fuera”.

En este camino, y como primera declaración de intenciones, Eizaguirre lanza un mensaje a la comunidad educativa de la DBS Formación Ejecutiva: “En Deusto Business School te acompañamos a lo largo de toda tu vida profesional”.

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