El mundo demanda, cada vez más, mejores medios para sus transportes; y es que, en una época en la que la innovación inunda todos los sectores, la movilidad tiende a ser una de las áreas donde pueden verse algunas de las iniciativas más interesantes. Por ello, no es raro que una sola empresa pueda aglutinar en torno a su departamento de innovación ideas, proyectos e incluso apuestas reales que se asemejan más al concepto que tenemos del futuro que al propio presente en el que vivimos.
Esta mañana, París ha sido el escenario de una de estas muestras de talento, concretamente el de Alstom, la compañía francesa especializada en transportes y energía. Su oferta, que antes solo se ceñía a los trenes, ha evolucionado ofreciendo nuevas soluciones e innovaciones en el mantenimiento de los ferrocarriles, en los sistemas de señalización y en los propios vehículos, aunando tecnología y sostenibilidad.
Henri Poupart-Lafarge, presidente de Alstom, ha dirigido una jornada en la que el transporte inteligente ha tenido todo el protagonismo. Aunque, hasta hace unos años, esto no era totalmente así. Con motivo de los objetivos europeos de cara al año 2020, la compañía quiso unirse a través de su estrategia Alstom 2020, una propuesta que tenía el objetivo de globalizar y mejorar los medios de la multinacional. Coches, bicicletas, teleféricos, interurbanos… Todos los subsectores del transporte también debían ser tenidos en cuenta, ya que, como ha afirmado Poupart-Lafarge, la primera solicitud de los ciudadanos y los clientes “es siempre la misma: qué importa cómo esté todo organizado, lo que se necesita es ir de un punto a otro sin ni siquiera notarlo. Por ello, debemos coordinar todos los medios, ya que ese es el gran reto del transporte urbano”.
Así, a tres años de la meta 2020, Alstom ha enseñado algunas de las innovaciones, terminadas o no, en las que han trabajado durante todo este tiempo. Como, por ejemplo, uno de los proyectos más novedosos y realistas de la compañía: Aptis, un autobús que ha sido creado para funcionar de forma puramente eléctrica y que, además, duplica su vida respecto a los de motores diésel.
Por otro lado, analizando a la población se dieron cuenta de que los ciudadanos preferían autobuses parecidos a los tranvías, esto es, que escogían aquellos en los que podían observar mejor la ciudad mientras viajaban. Por ello, este nuevo vehículo eléctrico, que parece que solo tiene ventanas, da a los clientes varias ventajas: visibilidad, sostenibilidad y comodidad. El bus, que en junio formará parte de dos líneas de transporte de París, “ya ha tenido mucha expectación en otras grandes ciudades europeas, como Madrid”, han asegurado fuentes de la filial española de la compañía.
Otro de los proyectos de Alstom que más ha llamado la atención es Mastria, un sistema de control “maestro” para ciudades inteligentes dirigido, sobre todo, a las líneas de metro. Aunque es mucho más. Básicamente, representa un gran cerebro que localiza con rapidez cualquier incidente para organizar, de forma automática, las demás redes evitando embotellamientos. Asimismo, avisa, en el momento dado, de la necesidad de utilizar más autobuses, localiza a los bomberos y la policía, e incluso a sistemas de coches compartidos.
También destinado al suburbano se encuentra Optimet OrbanMap. En un principio, podría parecer el típico plano de las líneas de metro que se pueden encontrar en cualquier andén. Pero, completamente integrado en las smarts cities, este panel no solo muestra todos los medios de trasporte de la ciudad, su densidad, el tiempo en el que pasan, cuánta gente lleva sentada u otros factores externos; además, reduce de forma significativa lo que más le preocupa a los operadores: el tiempo de “carga y descarga” de los viajeros.
Poupart-Lafarge ha anunciado también la alianza con Airbus, una compañía que, debido a su trabajo en el campo de la defensa, está muy preparada en el área de la ciberseguridad. Es en este campo en el que ayudarán a Alstom para reconocer sus puntos fuertes y sus carencias, con el objetivo de desarrollar un sistema que proteja todos los datos necesarios para el funcionamiento de este transporte inteligente.
Todas estas innovaciones no son más que una parte de lo que está por venir. Automatización de trenes para que no necesiten conductor, pronósticos de “salud” que permitan que se reduzca en un 20% los costes de mantenimiento, trenes de hidrógeno… Actualmente en fase de desarrollo, estos proyectos siguen cumpliendo con la estrategia que se impusieron para el año 2020: apuestas reales que mejoren y globalicen la movilidad.