Desde que lanzaron en 2011 su primera startup, desde el sofá de su piso en Londres, los hermanos Chema y Patricia González han pasado de ganar millones a caer en la ruina, teniendo que reinventarse y aprender a cada paso. Y gracias a esa experiencia, cuenta Chema a Innovaspain, han podido crear AlterHome, una startup que va camino a convertirse en una gigante del alquiler turístico en España con un modelo muy diferenciador.
“Después de llevar más de 13 años montando negocios de renta vacacional en muchas ciudades del mundo –Nueva York, Miami, Estambul, Barcelona, Madrid – y después de habernos equivocado un montón, y también haber aprendido, ahora sabemos montar negocios de renta vacacional en cada ciudad. Y podemos decir: si quieres, vente con nosotros y lo montamos juntos”, explica González a Innovaspain.
La plataforma se distingue por trabajar con un modelo de franquicias con partners locales. Ofrece a residentes de ciudades turísticas asesoramiento y apoyo tecnológico para que tengan su emprendimiento de alquiler vacacional sin necesidad de ser propietario o tener experiencia en el sector. “Buscamos personas con el deseo, el empuje de emprender”, dice González, seleccionado en la lista Forbes de los 100 más creativos en el mundo de los negocios de 2023.
Su tecnología permite monitorizar más de 110 procesos de forma simultánea, por lo que una persona puede controlar y gestionar “con la máxima eficiencia” hasta 25 viviendas. Operan en una veintena de ciudades de España, y ya han dado los primeros pasos en América latina. Aunque el joven señala que esto es sólo el comienzo. ¿Qué esperan a futuro con este modelo? “Crear la mayor comunidad o cadena de viviendas turísticas en todo el mundo”, responde.
Un joven sevillano que recorrió el mundo
González nació en Sevilla en 1985, y estudió Derecho y Administración de Empresas por la Universidad San Pablo CEU de Madrid. “Cuando acabé la universidad estuve un año y pico con una mochila al hombro desde Colombia hasta Argentina y después por toda Oceanía y un poquito de Asia”, cuenta.
Luego, trabajó como consultor y en la banca de inversiones de Londres, pero siempre había querido emprender con su propia inventiva y mirada, por lo que decidió lanzarse “dejando un sueldo muy grande y sin saber nada de lo que era montar un negocio”.
Junto a Patricia, que es ingeniera informática, y su entonces compañero de piso, Joan Muni, crearon AlterKeys, viendo que había cada vez más personas que querían viajar de otro modo. La plataforma permitía a los propietarios alquilar su vivienda cuando no estaba ocupada “a viajeros que no querían estar en un hotel”. En tres años, llegaron a operar en más de 40 países, a través de más de 100.000 propietarios, con el impulso de inversores como Juan Roig (con Lanzadera), hasta que en 2015, RoomMate adquirió la empresa.
A partir de esta experiencia, vieron un nicho, una necesidad, para un nuevo emprendimiento. “Nos dimos cuenta de que la forma en la que la gente alquilaba sus viviendas turísticamente era muy poco profesionalizada, muy poco eficiente, con un bajo nivel de calidad”, cuenta González. Los hermanos pusieron en marcha entonces la primera versión de AlterHome, en la que hacían contratos con propietarios para gestionar ellos el alquiler turístico de sus viviendas.
Cuando ya estaban en varias ciudades y países, llegó la pandemia, y perdieron todo. “Había muchísimos contratos de renta fija que teníamos que pagar y no había viajeros”, recuerda. El bache fue una oportunidad para repensar el negocio: la mejor forma de crecer y mantener la calidad en múltiples ciudades, dice, era trabajar con emprendedores locales.
La fórmula detrás de AlterHome
“Hemos creado una fórmula que se llama Vacation Rental Speed System que permite asociarnos con cualquier persona que no tiene nada de experiencia en el sector, pero que quiere montar su propio pequeño negocio de alquiler vacacional y quiere gestionar en su ciudad 10, 20, 30, 50 unidades de viviendas turísticas sin tener que comprar ninguna”, dice.
El asociado local, llamado “local partner” se encarga de acordar con los propietarios y gestionar algunos servicios. “Le damos toda la formación, la tecnología, los viajeros, para que juntos construyamos su propio negocio de alquiler vacacional y así podamos ofrecer una buena experiencia a los viajeros en su ciudad”, explica el fundador y CEO de la empresa.
AlterHome ofrece una formación teórica y práctica que incluye desde cómo encontrar y negociar con los propietarios a conocimientos de marketing y de gestión de la limpieza y mantenimiento de los espacios en alquiler. “Después de la formación, hacemos lo que se llama la Alter-Shower, que es como la baby shower, pero de AlterHome”, cuenta.
Lo que sigue tras el “Alter-Shower”
Los aliados comienzan a hacer acuerdos con propietarios con la modalidad “renta variable”, por la que los dueños se quedan con una pequeña comisión de los ingresos vacacionales. Y luego, usan además la tecnología y los protocolos de la plataforma para mantener los espacios en condiciones y disponibles.
“AlterHome se encarga de que cada vivienda genere la máxima rentabilidad cada día de la semana y cada día del mes. También va a buscar a los viajeros, va a ser quien habla con ellos antes de que reserven, durante la estancia e incluso cuando se vayan”, explica González.
Se van combinando así las fortalezas de uno y otro. “Consideramos que es la mejor forma, de dar una buena experiencia a cada viajero que se queda en cada vivienda y dar una buena rentabilidad y un buen servicio a cada propietario de las viviendas que nos ceden”, explica.
La expectativa es que este modelo les permita triplicar el número de franquiciados en España para el final de 2024. Aunque su objetivo, aclara, no es crecer de inmediato masivamente, sino tener una buena base que opere muy bien, un producto de calidad. “Estamos en ese refinamiento y reajuste de esa receta, de esa fórmula que tenemos, constantemente haciendo cosas para mejorar”, indica.