A veces, la mejor forma para explicar un modelo de negocio exitoso es a través de un ejemplo. El escenario es el siguiente. Un empresario hotelero con tres alojamientos en Madrid tiene que gestionar la salida de 20 clientes y limpiar 30 habitaciones en dos horas. Los próximos inquilinos llegarán pronto y los cuartos tienen que quedar como nuevos. Hay empleados en distintos puntos. La empresa subcontratada de aseo está al otro lado de la ciudad. Hay muchas preguntas y pocas respuestas. ¿Qué hay del tráfico? ¿Cómo organizarse sin perder tiempo? Este caos tiene una solución: la automatización de procesos y la inteligencia artificial. Así lo reseña Patricia González, cofundadora de Alterhome, firma dedicada a la gestión de alquileres turísticos y que emplea la tecnología para aumentar la productividad.
Cada día queda más claro que para que una empresa funcione bien se le tiene que quitar la carga de trabajo innecesaria a los empleados. Dicho de otra forma, el enfoque de una firma debería ser el siguiente: que los humanos solo se encarguen de aquello en donde más aporten y que lo engorroso lo resuelva un algoritmo. González, ingeniera en Informática, hace de este principio la filosofía de su empresa: «Lo que aporta una persona es que conecta con otras”. Alterhome gestiona más de 250 alojamientos en España. El objetivo de la compañía es ofrecer a los propietarios el máximo de rentabilidad (de entre 30% y 60%) con la ayuda de la tecnología.
Automatización en cada proceso
En Alterhome se toman muy en serio eso de optimizar todo lo que se pueda. Una de las áreas donde ha calado de forma positiva ese precepto es en la selección de personal. El sistema está tan bien engrasado que, cada vez que se abre una plaza, hay una certeza total de que la persona que será contratada compartirá la filosofía de la empresa. Las evaluaciones a los candidatos se dividen por competencias y se hace un mínimo de tres entrevistas.
Pero hay otras áreas donde también cabe la tecnología, como la fijación de precios o el big data. Las aplicaciones son infinitas. Para González, graduada como ingeniera en Informática, esta revolución apenas comienza: «Hay mucho por mejorar en todo lo que hacemos como personas. Debemos aprender pero, sobre todo, automatizar”.
En la parte estrictamente humana, también se nota el sello de la firma. La atención personalizada a los turistas, el seguimiento y las recomendaciones para que el visitante tenga una guía de actividades durante su estancia es otro de los factores que diferencian a la firma. En plata: la parte que le toca hacer bien a los trabajadores de carne y hueso se tiene que hacer bien para que el modelo pueda tener sentido.
Actualmente la startup tiene presencia en distintos países de América Latina. En donde más ha echado raíces es México, que se ha convertido en un mercado clave de acuerdo con González: “Estamos muy felices con la reacción ahí. Queremos seguir creciendo en el continente. También estamos en proceso de operar en Egipto”.
El apoyo al sector hotelero
Desde su lanzamiento al mercado en 2017, la firma ha conseguido ventas por encima de los 9 millones de euros. Aunque hay claras señales de que lo peor de la crisis sanitaria ha quedado atrás en España, en Alterhome apuestan por la cautela. Por el momento no hay un objetivo de cara al final de año. “Nos enfocamos en objetivos trimestrales. Si algo nos ha enseñado la pandemia es que no puedes confiarte”, sentencia la cofundadora de la empresa.
Eso sí, la empresaria adelantó que en las próximas semanas lanzarán una nueva línea de negocio. Será una suerte de formación sobre turismo para empresarios y gente fuera del sector. Claramente una de las asignaturas importantes, y que estará marcada en la pizarra desde el día uno, será lo que tanto le ha aportado a la empresa: innovación.