Alternativas de financiación para empresas biotech: hay vida más allá de la subvención

jornada ASEBIO

Presentar los incentivos adicionales a las subvenciones y préstamos a los que las empresas tienen derecho y cómo combinarlos para maximizar su potencial ha sido el objetivo de la jornada ‘Cómo conseguir 3 millones de euros para proyectos de I+D’, organizada por la Asociación Española de Bioempresas ASEBIO y la consultora internacional Ayming.

La jornada también ha servido para repasar el estado de salud del sector. Se ha puesto de relevancia que, según el último Informe ASEBIO, existen un total de 2.742 empresas que realizan actividades relacionadas con la biotecnología, de las cuales, 628 se dedican de forma principal y/o exclusiva a este ámbito. En total, la inversión global de todas ellas en I+D durante 2014 fue de 364 millones de euros. Unas cifras que, según los ponentes, sitúan a la biotecnología como un segmento dinamizador de la economía, ya que alcanzó una cifra de negocio de 7.591 millones de euros en 2014 y dio empleo a 177.973 profesionales altamente cualificados.

El director general de ASEBIO, Ion Arrocena, ha relatado cómo “estos años de crisis han sido tremendamente duros para el sector, sobre todo para las pymes”, ya que los recortes en I+D+i han ido acompañados de “una reducción de subvenciones y el endurecimiento de las condiciones de acceso a las ayudas”. Una situación que, según ha destacado, han generado “problemas financieros para las empresas biotech”.

Por todo ello, Arrocena ha señalado la necesidad de “trabajar en un modelo financiero que tenga en cuenta las especificidades del sector”. No obstante, ha puntualizado que “existe un potencial de financiación directa para el desarrollo de actividades de I+D+i para las empresas biotech, más allá de las líneas de ayuda tradicionales”. Se trata de unos instrumentos que, ha añadido, “pueden jugar un papel complementario a las ayudas públicas y deben de integrarse en una estrategia adecuada de financiación, permitiendo maximizar la cartera de proyectos que pueden realizar”.

Por su parte Soraya Gamonal, Head of Innovation Performance de Ayming, ha instado a poner en valor las particularidades del sector biotech; los puntos clave para planificar la estrategia de financiación de la I+D+i y cómo combinar los incentivos del modo que más interesa a la empresa. En este sentido ha enfatizado que además de las subvenciones, se puede optar por “otras vías de financiación directa para el desarrollo de actividades de innovación: las deducciones fiscales por I+D+i, las bonificaciones a la Seguridad Social y el Patent Box”.

En opinión de Gamonal, es fundamental definir una buena estrategia con el “objetivo de tener más proyectos con los mismos fondos de partida”. Para ello ha enumerado las claves que, a su juicio, es necesario tener en cuenta: definir muy bien el modelo de negocio, identificar dónde está la innovación en la empresa, qué tipo de financiación necesita, qué significa la I+D+i para la compañía y asegurarse de “tener las evidencias de que la innovación se lleva a cabo. No sólo hay que hacerlo, sino también demostrarlo”.

Finalmente, Gamonal ha puesto cifras al ahorro que puede suponer para las compañías seguir esta senda. Así, ha afirmado, la monetización de las deducciones fiscales por I+D+i “permite obtener hasta 3 millones de euros a fondo perdido”, mientras que las bonificaciones a la Seguridad Social por Personal Investigador, pueden suponer “un ahorro de un 40% de las cuotas de los investigadores”, y el Patent Box, “permite obtener retorno de la inversión una vez finalizado el proyecto mediante la cesión o transmisión del conocimiento generado”.

Financiación e independencia

Cristina Cortés y Marta Báez, consultoras especializadas en el sector biotech de Ayming, también han insistido en que “combinando estos incentivos de forma estratégica según las necesidades de la empresa, se puede conseguir una fuente directa de financiación que permita a la compañía tener un grado de independencia respecto de fuentes de financiación externas, como son las subvenciones y préstamos, o la aportación de fondos por parte de terceros, como las empresas de capital riesgo, muy presentes en este sector”.

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