En pleno Transformation Day, la jornada de Amazon Web Services dedicada a la digitalización en España, Miguel Álava, director de Amazon Web Services (AWS) para el sur de Europa, recibe amablemente a Innovaspain en uno de los palcos del Wanda Metropolitano. Por los cristales se ve el estadio vacío, con todos los asientos libres. Un poco como el cloud: una infraestructura enorme en la que no se puede ver a nadie y, sin embargo, donde se puede sentir que hay vida. Mucha vida.
AWS es esa plataforma: una gran solución de servicios de nube que ofrece potencia de cómputo, almacenamiento de bases de datos, entrega de contenido y otras funcionalidades para ayudar a las empresas a escalar y crecer. Y sus clientes se cuentan por millones. “Unos clientes que no nos piden venir, sino que pueden utilizar los servicios de manera ‘self service’. Es importante matizarlo: hay muchas empresas que utilizan nuestros servicios y nosotros nunca vamos a ellos. Lo que queremos es democratizar la tecnología, que todo el mundo pueda utilizar nuestros servicios. Cada cliente sabe qué es lo mejor para ellos”, explica Álava.
Más de dos tercios del Ibex 35 está utilizando Amazon Web Services hoy en día. Tienen más de 125 servicios: almacenamiento, cálculo, inteligencia artificial, servicios concebidos para empresas, otros para desarrollo de aplicaciones de manera automática, realidad aumentada, objetos conectados. “Y tenemos nuestro marketplace –apunta–: más de 35 categorías con más de 4.200 referencias de software, más de 190.000 clientes activos usan software del AWS Marketplace, y una red de socios de tiene cientos de miles de (APN) socios de todo el mundo”. Datos abrumadores que parecen no contentar a todo el mundo.
Por ejemplo, a los agoreros de la seguridad digital. “Probablemente, puede que los ciberataques vayan por delante de la ciberseguridad. Pero no creo que el cloud sea una infraestructura débil. Creo que es diferente. Primero, el foco que ponemos desde AWS es muy particular: todo, desde la infraestructura física hasta cualquier servicio, está concebido desde la seguridad. Tenemos un modelo compartido donde nosotros tenemos la seguridad del cloud y nuestros clientes, los propietarios de sus datos, se ocupan de la seguridad en el cloud. Todos pueden encriptar sus datos, tanto en reposo como en tránsito”.
Pero la ciberseguridad no es el único problema para los que no creen en la que es “una de las mayores transformaciones de la historia de la Humanidad”, la digital. “Hay gente que acepta el cambio mejor que otra. Entiendo que haya escépticos. No lo comparto, pero lo entiendo. La gente se tiene que dar cuenta de las oportunidades del cloud, para cualquier negocio. La gente del TI puede dejar de ser un centro de coste y empezar a ser un centro de innovación. Lo cual tiene una mirada completamente diferente. ¿Cuál es nuestro papel? Evangelizar. Contar que esto es una oportunidad para todo el mundo”.
Una oportunidad para empresas grandes y pequeñas. Álava, de todos modos, no califica el panorama entre grandes empresas innovadoras y las pequeñas menos innovadores. Según él, consumen tecnología de manera diferente. “La gran empresa tiene la capacidad de coger el toro por los cuernos, la pequeña tiene que hacerlo de otro modo, porque no tiene esa magnitud”.
Del mismo modo, no entiende que España se autocastigue pensando que su papel digital en Europa no es relevante. “Mi capacidad en Amazon Web Services me ha permitido llevar varias geografías. Empecé en Francia, y luego he llevado Alemania, Oriente Medio, Israel (6.000 nuevas startups cada año)… Pero vuelvo a España y veo lo mismo que en otros países. Tenemos una enfermedad en vena que nos hace ser supercríticos con nosotros mismos. Cuando ves empresas como Telefónica, BBVA, Mapfre, Santander, etc. No son empresas pequeñas. Cuando otras pequeñas, como Wallapop… En España hacemos exactamente lo mismo que se hace en Europa: una adopción masiva a través de estos segmentos”.
La comparación de Amazon con Buy-n-Large –la compañía de la película Wall-E que diversifica tanto su negocio que acaba copando todos los servicios– parece inevitable. Sin embargo, Álava, propone una reflexión. Y es que, para él, siempre se va al ralentí de lo que pide el cliente. ¿No es eso lo que hace una empresa? “Amazon lo que hace es resolver problemas para clientes. Y en AWS también es nuestra vocación. Es lo que seguiremos haciendo. Somos parte de Amazon, compartimos su cultura, aunque tengamos una línea completamente independiente. Siempre haciendo lo que los clientes nos pidan y, para ello, tenemos que estar a la altura”.
Miguel Álava se pregunta: “¿quién iba a pensar que un banco digital (OpenBank) iba a tener más de un millón de clientes y diez billones de activos? ¿Quién iba a pensar que el mundo del transporte se iba a ver tan modificado con aplicaciones como Uber o Cabify? ¿O quién iba a pensar que AirBnb iba a concebir una manera diferente el mundo de los hoteles y las experiencias? Ahora hay planos de igualdad entre una startup y una grandísima empresa. El caso es tener una buena idea. El único factor limitante es el factor de innovar. Ya no hay presupuesto, solo ideas. ¿Hasta dónde vamos a llegar? Depende de nosotros”. Dato curioso: todas las empresas que ha nombrado utilizan los servicios de AWS.