Licenciada en Farmacia y especializada en microbiología, Ana Polanco tiene a sus espaldas una dilatada carrera en el ámbito de la industria farmacéutica. Actualmente es directora de Corporate Affairs de Merck y delegada de la Comisión de Salud de ASEBIO, dos puestos desde los que defiende la necesidad de la innovación en un sector como la biotecnología, hasta el punto de que “pocos sectores se basan tanto en nuestra capacidad disruptiva”.
Polanco asegura que su sector necesita de una constante innovación y que por eso “la biotecnología ha cambiado el paradigma de muchos sectores, entre ellos el de la Medicina”. Resalta que siempre, tras cada avance hay muchos años de trabajo, pero que “la única forma de cimentar este camino es apostar por las disciplinas que nos permiten avanzar. Y la biotecnología es sin duda una de ellas”.
En su opinión la biotecnología ya ha dado ese paso por el cual ha dejado de ser “una promesa por cumplir”. Y recuerda el último Informe Anual de de la Asociación Española de Bioempresas (ASEBIO), según el cual, el sector de la biotecnología facturó más de 100.000 millones de euros. Esto representa el 10,35% del PIB español, cuando en 2008 aún no llegaba al 3%. Unas cifras que, según Ana Polanco demuestran que “la biotecnología es ambas cosas a la vez: una realidad palpable y un motor económico mayor en potencia”.
Precisamente, como el sector todavía tiene mucho margen de crecimiento, Ana Polanco, cree que “tanto el sector público como el privado tenemos deberes”. Apuesta por una mejor colaboración público-privada como la mejor vía para que “la I+D española sea atractiva y logre a su vez que empresas y profesionales apuesten por nuestro país, de tal forma que evitemos las temidas fugas de inversión y profesionales”.
Tal y como hizo ASEBIO en la presentación de su Informe Anual, Polanco pide a las administraciones que el gasto en I+D+i vuelva a los niveles previos a la crisis, para “evitar que la innovación sea una de las primeras afectadas siempre que hay que hacer un ajuste de los presupuestos públicos”. Y otras demandas de ASEBIO que también hace suyas, son “una apuesta por la compra pública innovadora coordinada entre distintos ministerios y el Consejo Interterritorial y que se simplifique el proceso para la obtención de deducciones en el impuesto de sociedades”.
Al sector privado, la directora de Corporate Affairs de Merck y delegada de la Comisión de Salud de ASEBIO le pone dos tareas por delante. La primera, fortalecer “las colaboraciones de startups y pymes, que representan el germen del sector biotecnológico, con las grandes compañías biotecnológicas, que aportamos el músculo para que la biotecnología siga avanzando”. Y la segunda es “conseguir trasladar a los pacientes, y a la sociedad en su conjunto, el valor que aportamos desde la industria farmacéutica”.
Pero si hay un factor decisivo para la Sanidad en general y la biotecnología en particular, ése es el de la formación. Hasta el punto de que Ana Polanco cree que “es uno de los tres pilares básicos de la Sanidad, junto a la investigación y la asistencia”, si bien recalca que “sin una debida formación, ni la investigación ni la asistencia tienen cabida, al menos con el mínimo exigible de calidad. Además, en el caso de un sector tan innovador como la biotecnología, contar con una formación potente es crítico”.
En definitiva, para Ana Polanco, la biotecnología está en constante evolución y apuesta decididamente por la innovación como medio para llegar unos objetivos, ya que “en sí misma no aporta ningún beneficio a la sociedad, sólo aplicada a diferentes sectores obtiene sus frutos”. En este sentido, la directora de Corporate Affairs de Merck, destaca la apuesta de esta compañía “por el sector de Life Science” y el “lanzamiento de la biopsia líquida como método de determinación del gen RAS en cáncer colorrectal metastásico”. Todo ello, puntualiza, sin olvidar la planta biotecnológica de Tres Cantos (Madrid), “que abastece de hormona de crecimiento humana recombinante a todo el mercado mundial, y de buena parte de la hormona estimulante del folículo recombinante mundial, para el tratamiento de la infertilidad”.