Fue durante los años que trabajó como enfermera cuando Ana Ye Zhang (Madrid, 1992) conoció de cerca las dificultades a las que se enfrentan día tras día los pacientes ostomizados. Sus vidas cambian después de someterse a una colostomía, ileostomía o urostomía. “Hablamos de pacientes de cáncer de colon o de vejiga, enfermedad de Crohn u otras patologías inflamatorias a nivel intestinal. Ya no defecan ni orinan a través del ano y la uretra, sino que están ‘pegados’ a una bolsa que limita su existencia; tienden a aislarse socialmente. La bolsa genera olores y al manipularla se manchan”, explica Ye a Innovaspain.
La solidez de la idea
Consciente de que existía un amplio campo de acción para las nuevas ideas que mejorasen la situación de estas personas, Ana Ye comienza a estudiar Ingeniería Biomédica en la Universidad Carlos III (con cuyo programa de incubación y aceleración aun está vinculada). La idea de un dispositivo médico que sustituyese a la bolsa de ostomía empieza a tomar forma cuando la joven comenta esta posibilidad con el profesor Manuel Desco Menéndez, actual socio de Ownmed Innovation, y jefe del área de investigación del Hospital Gregorio Marañón.
Antes de lanzarse a emprender, aseguran el tiro. Se suma al proyecto Jesús García- Foncillas López, director del Instituto del Cáncer y del Departamento de Oncología del Hospital Fundación Jiménez Díaz. “Consideró que un dispositivo que ayudara a estos pacientes sería una grandísima noticia, sobre todo ante la incidencia del cáncer colorrectal en menores de 50 años”, argumenta Ana Ye. Completa el ‘cuarteto’ de Ownmed Innovation Joaquín Solanes, experto en gestión y finanzas. Un estudio de mercado confirma sus mejores sospechas: no existe un dispositivo como el que tienen en mente, así que se vuelcan en su desarrollo.
Carácter disruptivo
En un entorno donde estas soluciones “acaban siempre en manos de grandes multinacionales” y dado que su ambición es global, Ana Ye prefiere extremar la cautela y hablar del dispositivo sin desvelar demasiados detalles ya que, después de protegerlo en Europa, tienen en marcha la solicitud de patente a escala mundial. La CEO de Ownmed Innovation explica en todo caso lo suficiente como para hacernos una idea de que tienen entre manos un antes y un después para los pacientes ostomizados. “Por establecer un símil, digamos que la bolsa actual serían las gafas, y nuestro dispositivo el equivalente a unas lentillas”.
El dispositivo se introduce en el estoma y un parte queda en el exterior. Es el paciente quien decide cuándo extraer las heces y la orina sin quitárselo y sin tocar nada, sino mediante un sencillo sistema de absorción. Basta con quitárselo una vez al día para asearse y volverlo a implementar. Su empleo tampoco precisa de una cirugía extra. “Lo que hacemos es devolverle el control a estas personas; ganan independencia e higiene”.
Próximos pasos
Por el momento han llevado a cabo una primera prueba de concepto con animales muertos en el Gregorio Marañón, cuyo comité de ética acaba de autorizar a Ownmed Innovation los ensayos con animales vivos, pendientes del OK definitivo de la Comunidad de Madrid. Los experimentos con personas arrancarán en 2024 y, si todo marcha bien, lanzarán el dispositivo al mercado en 2026.
La startup es parte del V Programa de Aceleración de La Nave –centro de innovación del Ayuntamiento de Madrid- y junto al proyecto Factoría de Patologías, fue seleccionada para participar en LN Meeting 2023, evento final del programa. Esta elección se llevó a cabo durante el Demo Day eHealth, en la Semana de la Innovación en Salud, que La Nave ha organizado este año con la colaboración de Cinfa y su plataforma de innovación abierta CinfaNext.
Viento a favor y dificultades
Ana Ye opina que este es un buen momento para el emprendimiento en salud. “Cada vez son más las iniciativas público-privadas, y en los hospitales aumentan las unidades de apoyo a la innovación. Los profesionales sanitarios tienen buenas ideas y eso deriva en que, con mayor asiduidad, se den las condiciones para formar equipos multidisciplinares que lleven a buen puerto los proyectos”.
La emprendedora añade que, junto al Ayuntamiento de Madrid –“La Nave nos ha dado una visibilidad de la que carecíamos”-, el Gobierno Regional y la administración central (sobre todo ENISA y CDTI) contribuyen a un caldo de cultivo enriquecido con los fondos europeos. “El handicap de proyectos como Ownmed es que son elevados en inversión inicial, los beneficios se hacen esperar. El avance científico precisa de unos tiempos que no siempre son bien asumidos”. Desde el Ministerio de Ciencia e Innovación han activado algunas iniciativas que quieren endulzar la transición del laboratorio al mercado y mitigar las complejidades iniciales.
“Yo soy la única socia que ha dejado su trabajo anterior. Todos hemos aportado capital propio para arrancar, así que hasta lograr una primer ronda de inversión, toca apretarse el cinturón”, asegura Ana Ye. Ownmed ha sido parte también del programa PEIS de la Universidad Autónoma de Madrid, focalizado en impulsar ideas de profesionales sanitarios y en ofrecer un expertise muy útil en asuntos específicos. A lo largo de este año esperan completar el estudio experimental con animales vivos y tener ultimado el dispositivo para probarlo en humanos. Ese será otro hueso duro de roer. “Necesitamos fabricar los moldes y llevar a cabo un estudio de biocompatibilidad de los materiales. Estimamos unos costes de 50.000 euros. ¡Más nos vale no fallar!”, concluye Ana Ye.