Estudiar las características de las comunidades bacterianas presentes en el suelo a través de las muestras de ADN recogidas en todo el mundo puede ayudar a mejorar la respuesta que damos a desafíos globales como el cambio climático. Ésta es la premisa que ha seguido un equipo internacional de investigadores que ha contado con la participación de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC).
Para realizar el estudio, publicado en la revista Nature Microbiology, han examinado más de 1900 suelos de 21 países, que contienen más de 8000 grupos bacterianos diferentes. Se trata, han defendido los investigadores, de ofrecer una nueva perspectiva de las bacterias que habitan en el suelo, que juegan un papel fundamental a la hora de mantener la fertilidad del suelo y la producción de alimento y biomasa vegetal.
Fernando T. Maestre, uno de los investigadores participantes, ha explicado que “en este estudio hemos analizado, por primera vez y de forma conjunta, secuencias de ADN del suelo obtenidas de forma independiente por investigadores trabajando en todos los continentes, con el objetivo de analizar los patrones ecológicos de las comunidades bacterianas del suelo a escala global”. De esta forma, han demostrado que, mientras algunos grupos de bacterias aparecen siempre en el suelo independientemente del lugar del planeta donde se hayan recogido las muestras, otras bacterias son más específicas y, como pueden aportar datos relacionados con aspectos clave como la fertilidad de los suelos, son de mayor interés para los científicos.
El gran número de bacterias que conviven en un mismo suelo son esenciales para, entre otros muchos procesos, ayudar a las plantas a crecer o participar de manera muy activa en el reciclaje de nutrientes y de fijación de CO2 atmosférico en el suelo. Es decir, que su papel ayuda al correcto funcionamiento de los ecosistemas naturales. Y la importancia de este trabajo reside en que está permitiendo catalogar estos organismos para ayudar a comprender mejor sus características y sus orígenes.
Hoja de ruta
Se trata, han destacado los investigadores, de proporcionar una ‘hoja de ruta’ para poder analizar datos de secuencias microbianas procedentes de distintos estudios, que “hasta la fecha no podían analizarse conjuntamente debido a que no disponíamos de herramientas adecuadas para el análisis de muestras recolectadas por diferentes investigadores utilizando métodos distintos”, ha afirmado Manuel Delgado-Baquerizo, otro de los científicos que ha trabajado en este estudio.