Cuando terminó de escribirlo, Andrea Navarro (Valencia, 1992) pensó en titular su libro “Noetherianas”. “Quería homenajear a Emmy Noether, la primera mujer alemana en doctorarse en matemáticas después de superar todos los obstáculos que ponían en su camino. Las mujeres tenían prohibido estudiar en la universidad, así que acudía como oyente. Tampoco podían ejercer la docencia, lo que la llevó a dar clases de forma altruista. Finalmente colaboró con Einstein. Hoy son pocos los que ponen en valor sus aportaciones…”, explica Navarro en conversación con Innovaspain.
En la editorial la convencieron para que eligiera un título que conectara mejor con los niños, pero el objetivo de “Elsa y el Club de los Números” (Plataforma Editorial) seguía intacto. “En numerosas áreas STEM existe una evidente brecha de género. No tiene sentido que perdamos el talento femenino a medida que las niñas crecen. Con el libro me propuse motivarlas y hacerles ver de manera divertida y divulgativa que las matemáticas son útiles en muchas actividades de nuestra vida cotidiana”.
Su propio caso es el de una vocación aletargada que despertó a tiempo. “Las matemáticas siempre me han gustado, pero nunca pensé que fueran una opción profesional”. Andrea Navarro comenzó la carrera de Finanzas y Contabilidad. “La ‘culpa’ del giro la tuvo un profesor de la universidad, el matemático Fernando Plaza, quien me hizo ver toda la reflexión que se esconde detrás de los números. Me regaló un bonito libro de Cálculo Integral con la recomendación de que lo leyera varias veces. Lo hice en un viaje en tren y ya no hubo vuelta atrás”. Cuatro años después, Navarro se graduaba en Ingeniería Matemática en la Universidad Complutense. Hoy trabaja como científica de datos y es mentora en programas de formación en inteligencia artificial.
Ilustrado por Viv Campbell, “Elsa y el Club de los Números” narra la historia de Elsa, una adolescente curiosa y tenaz con un talento que, como le sucedió a su creadora, aún no conoce. Un día, el don de Elsa llama la atención de un selecto grupo de estudiantes, que le abren las puertas de su mundo de enigmas y secretos. El libro se ha hecho con el Premio Hortensia Roig de Literatura Infantil 2022. “Me presenté para intentar aportar mi granito de arena, pero con ninguna expectativa de ganar el premio. Cuando me dijeron el resultado pensé que era un error”.
El jurado eligió la obra de Navarro entre más de 200 candidatas. “Destacaron que el libro integra conceptos matemáticos de forma amena y que tiene en cuenta la lealtad, el emprendimiento, la igualdad de género o la cultura del esfuerzo (con los Roig implicados, no podía ser de otro modo)”. La autora ha intentado transmitir además la importancia del aprendizaje colaborativo y la necesidad de acceder libremente al conocimiento como pilar de la igualdad de oportunidades.
"Las áreas STEAM son tan respetables como el deporte o el arte"
Navarro admite que lleva toda la vida pegada un libro, en especial a los del género de fantasía y ciencia ficción. “Mi madre me castigaba sin poder leer”, recuerda. Pese a todo, pasarse al otro lado y encarar la tarea de escribir no resultó nada sencillo. “Escribí un primer capítulo que no me gustó nada y lo guardé en un cajón. Meses después lo volví a leer y mi perspectiva cambió. A mi pareja también le gustó y me animó a seguir. Quedaba solo un mes para que dieran el concurso por cerrado”.
“Elsa y el Club de los Números” no pretende sentar cátedra y ensalzar unas disciplinas, intereses o vocaciones en detrimento de otras. “Las áreas STEM son tan respetables como el deporte o el arte. Todas las opciones son válidas, pero he querido mostrar desde otro punto de vista la importancia de las matemáticas”. Para ello, la autora se sirve de curiosidades, ejemplos y referentes, como la encriptación de Turing, la estructura del ADN, la relación de las matemáticas con los modelos predictivos o la ciberseguridad… “Los estudiantes pueden acercarse a las matemáticas y conectar con ellas como si fuera un juego”.
Con la publicación del libro aún muy reciente, Andrea Navarro ha recibido más feed back de padres y madres que de los estudiantes. “El libro está gustando, creen que es inspirador para niños y adolescentes. También les ha sorprendido el final, del que no puedo desvelar nada. Han empezado a contactar conmigo desde distintos colegios para que asista a dar charlas y es posible que en varios centros elijan como lectura de clase “Elsa y el Club de los Números”. Mi idea es que disfruten leyéndolo y de paso contribuir a la eliminación de sesgos de género aún muy vigentes”. ¿Habrá más libros? “Mi carrera va por otros derroteros, pero quién sabe”.
Desmontar prejuicios
En cuanto a la injusta demonización histórica de las matemáticas Navarro cree que, “para lo bueno y para lo malo”, las matemáticas son un reto, algo que no ocurre con otras materias. “No se trata de memorizar, sino de entender. Cuando hay que enfrentarse a un problema, puede aparecer la frustración, pero no hay nada más satisfactorio que dar con la solución correcta. La seguridad financiera, las infraestructuras o la salud dependen de las matemáticas. Hay que saber explicarlas porque lo cierto es que resolver un problema tras otro sin profundizar en el sentido último de lo que tenemos entre manos desmotiva a cualquiera”.
Con la demanda de matemáticos y matemáticas al alza –“no hay más que ver como han aumentado las notas de corte universitarias”-, la experta cree que la revolución tecnológica ha sido un espaldarazo indudable. “Los desarrollos de inteligencia artificial o machine learning están anclados a multitud de formulaciones matemáticas. Ahora ha quedado claro que es importante programar, pero también el conocimiento matemático, hasta ahora oculto en un segundo plano. Necesitamos a las matemáticas para resolver problemas complejos”, concluye Andrea Navarro.