Fundación Repsol, la Cámara de Comercio de España y la Cámara de Comercio Hispano Portuguesa han organizado los primeros ‘Seminarios Ibéricos de la Energía’, unos encuentros destinados a abordar las relaciones y oportunidades con las que cuentan España y Portugal ante la transición energética, uno de los grandes retos del siglo XXI. En el primero de ellos ha participado António Calçada, presidente de la Cámara de Comercio Hispano Portuguesa y director general de Fundación Repsol, que ha destacado el potencial de la transición energética como “acelerador de la recuperación de España y Portugal”.
“La transición energética va a servir acelerador de la recuperación económica y social de nuestros países. Por ello, quiero dejar tres mensajes”. El primero, ha indicado, va sobre lo que él denomina como “la oportunidad de la transición energética” y cómo esta oportunidad debe estar vinculada al desarrollo de la economía por un lado y la creación de empleo por otro. “Debe ser una transición justa, inclusiva, con eficiencia energética que ayude a proteger el tejido industrial y la calidad de los empleos; una transición que no deslocalice nuestra industria hacia otras regiones del mundo, quedando un gran problema, el de la descarbonización, por resolver”.
El segundo mensaje, por otro lado, ha ido sobre la colaboración “objetiva” entre Portugal y España. Para António Calçada, son muchas las cuestiones que unen nuestros países en materia de energía, descarbonización o economía. “Por eso creo que tenemos una gran oportunidad para ver la transición energética con amplitud de miras, como creo que tenemos que verlo”. El hidrógeno, sobre todo la cadena del hidrógeno desde su producción hasta el consumidor final, son temas importantes a tratar. “Temas importantes para discutir sobre la sostenibilidad, la movilidad… que no es solo sobre la movilidad de cuatro ruedas, sino el aire, mar, tierra. Somos importantes en energías renovables, pero juntos podemos ser una potencia”, ha asegurado.
La tecnología entre países debe fluir “sin cortapisas”
António Calçada también ha querido subrayar la importancia de la movilidad –para él, otra gran oportunidad de aceleración–, dejando patente la importancia de no dejar de lado todo lo que atañe a la eficiencia energética en la vivienda. “También están los temas de la eficiencia energética a la economía circular, que necesita escalas. Es fundamental que podamos mirar esa agenda común, donde encontraremos oportunidades”. Así como la innovación o la I+D+i, que “nos pueden ayudar mucho de cara al futuro”.
El tercer mensaje, por último, ha tratado sobre los retos que António Calçada cree que tanto España como Portugal deben superar. Tres retos que permitan pasar a los dos países de las intenciones a la práctica. "Debemos pensar en cómo integrarlos y cómo buscar mas oportunidades de colaboración”.
El director general de Fundación Repsol se refiere, en primer lugar, al gran reto más allá de la propia energía, el reto tecnológico. “Se tiene que desarrollar en términos de que haya flujo de conocimiento entre Portugal y España y de los dos con la propia UE. Donde la tecnología fluya sin cortapisas, sin barreras. Donde la tecnología se desarrolle al margen de la ideología; esto es, la tecnología en su mejor versión”.
Por otro lado, el reto económico, el reto económico que deriva de las escalas, las eficiencias que, para él, “son muy necesarias en dos países vecinos, parecidos, con muchos temas en común”. Y, por último, la gran barrera: la regulación. “Necesitamos una regulación que incentive la competencia y que también ponga en valor las capacidades industriales y la capacidad del empleo tanto de España como de Portugal”.