Sobre el eje de la educación giró la presentación del Anuario 2022 de la Fundación Cotec, un acto que, más allá de grandes eventos como lo pueden ser el Mobile World Congress en Barcelona, el South Summit en Madrid o el Foro Transfiere en Málaga, se ha convertido en la fiesta de la innovación en España. Presidido por S.M. el Rey Felipe VI, el anuario presentado recoge la fotografía de la situación, los detalles significativos y el espíritu de una serie de actividades que son las que nos llevan a innovar o, lo que es lo mismo, preparar la sociedad para el futuro.
Que gire en torno a la educación y formación es normal. No cabe adjetivar la importancia de un tema que nos prepara para acceder al conocimiento, al reconocimiento del talento y, en suma, a la capacidad de discernir sobre que tenemos que hacer para solucionar los problemas que la evolución de la sociedad crea en su proceso vital.
Después 30 años de existencia -nació el 14 de julio de 1992- la Fundación Cotec, que ahora preside Cristina Garmendia, es, por sus diversas actividades de estudio, investigación y actividades de difusión, una locomotora importante para el desarrollo de la innovación, pero también un espejo que, en este caso, sirvió de hilo conductor del evento y que invita a que cada uno nos miremos y veamos si tenemos una conducta acorde con esos pensamientos que desarrollamos para buscar una sociedad mejor
Nos tenemos que mirar para juzgar si cada uno como individuo y la sociedad que compartimos hacemos y hace las cosas bien para aprovechar adecuadamente ese talento que nos ha puesto en un momento de la historia, otro más, en que la humanidad está obligada a ser consciente de que la evolución no permite la marcha atrás, sino soluciones a los problemas que crea el gran salto tecnológico producido en los últimos años. Todo un reto el planteado el pasado día 14.
La Gala, como denomina la Fundación al acto referido, nos puso delante buena parte de los problemas, pero también buena parte de las soluciones. Está claro que los datos económicos dedicados a la innovación y procesos que lleva consigo no son suficientes para alinearnos con los países europeos que nos rodean. Tampoco los procesos que adecúan la sociedad a las nuevas tecnologías y a esas empresas más intangibles que son las sociales. Pero hay cuestiones más allá de los resortes económicos.
Tuvimos ocasión de ver en directo ejemplos desconocidos para la mayoría, pero que forman parte de esos procesos de innovación y que no son sólo tecnológicos. La intervención del Coro Cantatutti, único es España totalmente inclusivo fue un ejemplo; como lo fue conocer el CEIP Ramiro Solans de Zaragoza, una realidad ejemplar en el campo educativo y que hay que seguir. Son muestras de que debemos ser conscientes de que aprender para amortiguar el efecto de aquellas cosas que nos preocupan como la superpoblación mundial, el cambio climático, la desigualdad, la destrucción y creación de empleo, la integración social, temas que fueron abordados y no solo por especialistas. En sus palabras, el Rey lo resumió perfectamente en diez palabras cuando habló de los procesos de innovación: “Ahora ya no es el qué, ahora es el cómo”.