Deliberadamente he retrasado el comentario que le dedico al Anuario de la Innovación en España editado por Novus Innovación Digital, también editora de Innovaspain, entre otros productos que están orientados hacia la difusión de la innovación en el ámbito del español y al intercambio de experiencias innovadoras.
Lo retrasé porque esperaba los datos de un primer semestre especialmente simbólico para los que hacemos esta web. La edición del Anuario dedicada a 2017 ha sido nuestra 5ª edición después de cumplir en este mes de junio los seis años que han transcurrido desde nuestra presentación pública en 2012. Un semestre tan especial que hemos cerrado con un total de visitas de 636.902, cifra superior en 931 a la que conseguimos en todo 2017; para nosotros un hito que nos obliga a poner más ilusión, más trabajo y asumir las responsabilidades de ese compromiso que adquirimos todos los que pusimos en marcha este proyecto.
Era un desafío y en el camino hemos tenido hitos importantes que nos han ido animando a seguir en unos años que, barridos por la crisis, no ha sido fácil, nada fácil, poner en marcha un proyecto editorial que ya ha logrado, también en este semestre, superar una larga lista de 800.000 seguidores únicos que nos han visitado desde el principio. No es ni mucho ni poco, depende de con quién lo compares, pero no era fácil crear un nicho informativo sobre una de la materias que menos se hablaba en España.
Cumplido este hito cabe dar las gracias a todas las personas que colaboran con nosotros y a las empresas que nos han apoyado para sacar adelante este proyecto cuyo objetivo es la divulgación de la ciencia, la investigación, el desarrollo, el esfuerzo de las personas que arriesgan algo más que su tiempo en buscar productos y servicios nuevos a sabiendas de que el éxito no está asegurado para nadie.
Abrimos una puerta interesante que muchos han seguido y no solo por lo que se refiere a la web o al Anuario, un producto bastante inédito en España. No presumimos, pero podríamos hacerlo por haber entrevistado ya a varios premios Nobel (en este número llevamos dos), además de una entrevista muy interesante con el presidente de la Fundación que los concede. Pero no es el único contenido interesante. También está la entrevista con los ganadores del premio Pritzker 2017, el “Nobel” de Arquitectura, como se dice para visualizar su importancia o la entrevista con la ganadora del premio Ada Byron, que otorga la Universidad de Deusto, que ahora cumple su centenario y lo hace desde un sentido de la innovación.
Le hemos dedicado un importante espacio a Galicia porque es, quizá, la autonomía que más ha destacado en crear uno de los ecosistemas innovadores más interesantes, precisamente para abordar una serie de problemas globales, cosa que en años pasados hicieron otros territorios como el navarro para paliar el vacío que se produce cuando la reconversión industrial deja un vacío importante, el deterioro en el empleo es grande, la agricultura sufre la crisis lógica de la transformación y la despoblación va subiendo.
Contamos una parte y ese es el valor que tienen estas transformaciones; cuando te metes más de lleno descubres un buen número de empresas y de personas –o al revés, que tanto monta- que no puedes ni citar porque no tienes más espacio, pero que hablan de cómo el diseño de unos ejes en los que colaboran la administración, las universidades y las grandes empresas, pueden y deben ser la locomotora que puede poner en marcha un determinado ámbito geográfico, en este caso el gallego.
Y, cómo no, contamos ejemplos, como hacemos todos los años de otras iniciativas que llevan a cabo en el resto de las comunidades autónomas. Barcelona Activa es otro gran ejemplo, pero también lo es Taisi, el ejemplo de una empresa familiar de Aragón empeñada en seguir la tradición con la ayuda de la innovación.
Es un paso más y ya hemos empezado a elaborar el Anuario de 2018. Un año especial si se tiene en cuenta que vuelve a haber un Ministerio encargado del tema y eso siempre augura una mayor atención presupuestaria y capacidad para convencer al resto del Gobierno que esto de la innovación no es nada secundario. No hay que convencer de ello al nuevo ministro y eso ya es mucho. Y tampoco hay que convencer a las grandes empresas, metidas todas ellas en grandes programas a los que afortunadamente se van sumando, al menos de espíritu, las pymes, que es el gran reto. Y en esto hay que destacar la actuación de muchos medios de comunicación que lo han comprendido y, sobre todo, a una institución como la Fundación Cotec, que está llevando a cabo una labor y actividad increíble en la difusión del espíritu innovador, actuando también de gran locomotora en este sentido.