EXTREMADURA
Sobre las aguas de Monfragüe: Extremadura también se descubre en barco
Una embarcación por el Tajo ofrece a los turistas una nueva forma
de disfrutar de este Parque Nacional
Pablo Garcinuño
Al Parque Nacional de Monfragüe lo riegan los ríos Tiétar y Tajo. Este último parte en dos la sierra de las Corchuelas y dibuja un paisaje de roquedos enormes que, junto con su rica variedad de fauna y flora, viene atrayendo turistas desde hace décadas. Ahora estas rocas, todo el ecosistema protegido en su conjunto, se pueden apreciar con un nuevo enfoque: el punto de vista que ofrece el barco que surca sus aguas.
“El río es la columna vertebral de esta comarca, que se divide en los de un lado y los del otro”, explica Francisco Javier Sánchez Vega, alcalde de Serradilla, uno de los municipios que conforman este enclave extremeño. “El río era lo que nos separaba y esa barrera la hemos convertido en una oportunidad. Ahora hemos puesto este barco a navegar y es lo que está haciendo que nuestro pueblo esté viviendo una revolución turística”.
El principal responsable de todo esto es Rafael Pintado, propietario de una embarcación que empezó sus viajes por Monfragüe en agosto de 2018 y que en su primer año ha superado la cifra de 12.000 viajeros. “Cualquier tipo de iniciativa empresarial es un riesgo, pero la verdad es que Monfragüe es un destino impresionante y el barco se compagina muy bien con la oferta gastronómica y patrimonial de los distintos municipios que tenemos alrededor, especialmente de Serradilla”, afirma el emprendedor.
"El río era lo que nos separaba y ahora lo hemos convertido en oportunidad", cuenta Francisco Javier Sánchez Vega, alcalde de Serradilla
Al Parque Nacional de Monfragüe lo riegan los ríos Tiétar y Tajo. Este último parte en dos la sierra de las Corchuelas y dibuja un paisaje de roquedos enormes que, junto con su rica variedad de fauna y flora, viene atrayendo turistas desde hace décadas. Ahora estas rocas, todo el ecosistema protegido en su conjunto, se pueden apreciar con un nuevo enfoque: el punto de vista que ofrece el barco que surca sus aguas.
“El río es la columna vertebral de esta comarca, que se divide en los de un lado y los del otro”, explica Francisco Javier Sánchez Vega, alcalde de Serradilla, uno de los municipios que conforman este enclave extremeño. “El río era lo que nos separaba y esa barrera la hemos convertido en una oportunidad. Ahora hemos puesto este barco a navegar y es lo que está haciendo que nuestro pueblo esté viviendo una revolución turística”.
El principal responsable de todo esto es Rafael Pintado, propietario de una embarcación que empezó sus viajes por Monfragüe en agosto de 2018 y que en su primer año ha superado la cifra de 12.000 viajeros. “Cualquier tipo de iniciativa empresarial es un riesgo, pero la verdad es que Monfragüe es un destino impresionante y el barco se compagina muy bien con la oferta gastronómica y patrimonial de los distintos municipios que tenemos alrededor, especialmente de Serradilla”, afirma el emprendedor.
Para los pueblos ribereños
Por eso decidió apostar por el turismo náutico, un sector muy desarrollado en las zonas de costa que en el interior de España está muy infrautilizado. Y decidió centrarse en Extremadura, una región con 1.500 kilómetros de costa de agua dulce. “Tenemos un tercio del agua embalsada que hay en España”, señala Pintado, quien apuesta por dar a los pantanos nuevos usos que vayan más allá del riego y la generación de energía hidroeléctrica.
Es una forma también de devolverles parte de lo que era suyo “a estos pueblos ribereños que habían sufrido tanto con la creación de estos pantanos, donde ellos habían entregado sus mejores tierras de cultivo”. Ahora este mismo embalse se convierte en una vía para potenciar el turismo. El barco, señala su propietario, se ha erigido como “un elemento dinamizador y creador de empleo y riqueza en el territorio”.
El agua se embalsó a mediados del siglo pasado. “Aquella gente que vivía en las orillas cambió de vida, dejó de cultivar sus huertos en el río, dejó de pescar en el río; la vida cambió como cambió en toda España y de aquello ya prácticamente nos quedan muy pocos recuerdos”, señala el alcalde de Serradilla.
Respetuosos con el ecosistema local
Actualmente la misma empresa tiene tres embarcaciones en Extremadura. La más veterana navega desde hace ocho años por el Parque Natural del Tajo Internacional. Luego se sumó el barco de Ceclavín-Canchos de Ramiro y, por último, el de Monfragüe. Éste tiene distintos recorridos y, en función del nivel del agua y de la época, varía el itinerario. Por ejemplo, no pasan por las zonas más cercanas al parque en época de nidificación –de marzo a agosto–.
No es fácil emprender en zonas rurales. Aquí las presupuestos son muy limitadas
“Nosotros somos los principales interesados en que las especies críen y aumenten, y cuidamos mucho que no haya ningún tipo de actividad que les pueda resultar perjudicial”, argumenta Rafael Pintado, quien afirma que el barco no solo no afecta a la cría de las aves, sino que aumenta el número de poyuelos, como han comprobado en las zonas donde llevan más años. Entre otros aspectos, asegura, porque también realizan “una labor de vigilancia en el río” ante posibles ilegalidades.
“Es una embarcación respetuosa con el medio que cumple todos los requisitos legales y naturales para que aquí esté”, añade, por su parte, el regidor, quien aclara que no se navega dentro del parque nacional, sino en sus alrededores. “Gracias a que esas aves están ahí, este barco puede estar aquí y el pueblo de Serradilla se puede beneficiar de eso”.
Lo que ofrecen a los turistas es naturaleza, así que es lógico que quieran cuidar al máximo el entorno. Los viajeros del barco pueden ver ciervos, jabalíes y muflones, ejemplares de alimoche, cormorán o garza real. Tan solo es necesario tener un poco de suerte y agudizar la vista, ya que la mayoría de los animales se mimetizan con el entorno.
Monfragüe fue declarado Parque Natural en 1979 y Parque Nacional en 2007. Reserva de la Biosfera por la UNESCO, se trata de la mayor colonia de buitres y uno de los espacios salvajes mejor conservados de Europa es una espacio de especial protección de aves ZEPA. Con una superficie de más de 18.000 hectáreas, conserva importantes extensiones de monte mediterráneo, así como gran número de especies vegetales y animales.
Sector empresarial
Durante la hora y media que dura el paseo fluvial por el corazón de la reserva de la biosfera, el barco se convierte en un centro de interpretación flotante, ya que un guía ofrece una charla informativa interpretando la fauna y el entorno de la zona. “Intentamos que todo el que nos visite ame la naturaleza y la conozca más en profundidad para que se vaya sabiendo que esto hay que cuidarlo y protegerlo”, dice Rafael Pintado.
Más allá de los beneficios en el campo de la concienciación y la sostenibilidad, este proyecto empresarial también repercute económicamente en la zona. Una prueba es que las plazas de alojamiento han pasado de 6 a casi 70 desde que la embarcación inicio sus viajes. El gasto medio del turista es de 135 euros si pernocta en la región y de 65 euros si no lo hace, y ese dinero se gasta en las empresas de la zona. “Buscamos que la gente pueda vivir dignamente sin tener necesidad de emigrar y ayudar a fijar población y a que no se nos vayan muriendo nuestros pueblos”, añade el empresario.
Revolución turística
“La verdad es que el barco ha sido una revolución turística”, reconoce el primer edil. “Hemos pasado de que nos visitara de vez en cuando algún grupo de peregrinos que venían a ver al Cristo, a que todos los fines de semana vengan cuatro o cinco grupos de 50 personas a visitar el pueblo, más aquellos que vienen a diario. Somos un pueblo con unos recursos naturales extraordinarios, pero Serradilla no era un pueblo turístico”.
Y no es fácil emprender en las zonas rurales. “No es lo mismo desarrollar proyectos de cualquier ámbito en una gran ciudad que desde un pueblo; los pueblos tenemos presupuestos municipales muy limitados y cualquier cosa que queramos hacer nos cuesta mucho”, reconoce el alcalde, quien cree que el futuro de los municipios va a depender del esfuerzo que hagan las administraciones, tanto la estatal como la autonómica y, por supuesto, también los propios ayuntamientos.
“Estamos en un territorio en donde hay mucha naturaleza y recursos, pero con poca presión demográfica, lo que implica que no suele haber un número elevado de clientes”, apunta Rafael Pintado. Esto implica una importante labor de promoción para traer al parque de Monfragüe excursiones de escolares y séniors no solo de Extremadura, sino también de otras comunidades limítrofes, como Andalucía, Castilla y León y Castilla-La Mancha. Todos ellos llegan atraídos por la singularidad y belleza de Monfragüe, pero una vez aquí descubren algo más importante. Comprenden la esencia del Objetivo de Desarrollo Sostenible número 15: la necesidad de reducir la pérdida de hábitats naturales y biodiversidad que forman parte de nuestro patrimonio común.