GALICIA

Igaxes. 20 años luchando contra la exclusión social

José Tomás Palacín

Igaxes

Lo que a priori parece imposible en España, sucede: uno de cada tres niños y jóvenes  está en riesgo de pobreza y exclusión social, lo que en Galicia se traduce en que hay más de 100.000 menores que podrían acabar lastrados por esta realidad. Desde Igaxes, ONG  fundada en Santiago de Compostela en el año 2001, luchan para proteger a estos colectivos más vulnerables que padecen las consecuencias de la falta de recursos, la soledad o la violencia. En los últimos 19 años han dado apoyo a más de 20.000 chicos, procurándoles una infancia segura, derecho a la educación y, finalmente, acceso a un trabajo digno.

Para conseguirlo, Igaxes cuenta con un modelo ya asentado. “Sabemos que la exclusión social es un ciclo que se transmite de una generación a otra y para que la rueda deje de girar, cada niña y cada niño deben poder contar con un anillo de apoyo desde la infancia hasta la edad adulta y así crecer sintiéndose queridos y estimulados, con oportunidades para aprender y desarrollarse, contando con personas en las que confiar”, aseguran desde la organización.

Cuando uno o varios de los pilares de apoyo fallan, el riesgo se extrema y ahí es cuando actúa el equipo de profesionales de esta ONG que aspira a una sociedad en la que nadie se vea privado de futuro por el hecho de nacer en desventaja. “Actuamos cada día para ver cumplido el derecho a perseguir sus propias metas. Creemos en ellos y en su potencial y estamos a su lado hasta que pueden volar sin ayuda”, indican. Entre sus objetivos está “participar para que los niños y jóvenes puedan construir su propio futuro, haciendo un mundo más justo”. El trabajo no solo se realiza con los menores, sino también sobre el entramado social e institucional.

Hay que incidir en los poderes públicos y en la sociedad para lograr cambios que no dejen a nadie atrás

A falta de los datos del año 2019 al cierre de esta publicación, en 2018 Igaxes llegó a 2.900 niños: 575 adolescentes sin familia recibieron su protección y apoyo y 474 jóvenes en situación vulnerable accedieron a un puesto de trabajo. “Estamos cerca de lograr que todas las niñas, niños y jóvenes en Galicia puedan crecer, aprender y desarrollarse en condiciones de seguridad y de equidad. Para lograrlo no podemos bajar la guardia y mantener las fuentes de financiación supone a veces un esfuerzo agotador”, afirman sus responsables.
 
Igaxes
 
El trabajo de Igaxes se articula en torno a tres pilares: infancia segura, derecho a la educación y derecho al empleo. Para una infancia segura, la ONG cuenta con el proyecto ‘Escuela de vida’, un programa con el que impiden que “las carencias materiales o afectivas, la desprotección o la inseguridad pongan en peligro la educación y el futuro de miles de niños y niñas”. La cuestión no es baladí. Según Igaxes, un cuarto de los niños en Galicia está en riesgo de exclusión, el 53 por ciento de las madres solas con hijos está en situación de pobreza y solo uno de cada cinco niños que padecen pobreza familiar logrará salir de la exclusión.
 

Combatir esta inseguridad es clave para garantizar el derecho a la educación. Atendiendo a las cifras facilitadas por la ONG, el 70 por ciento del alumnado más desfavorecido abandona la escuela prematuramente, el 90 por ciento de los niños con riesgo de fracaso escolar padece algún conflicto social o familiar y el 80 por ciento de la exclusión social se transmite de padres a hijos en cuatro de cada cinco familias.

Por ello, ‘Escuela de Vida’ actúa dentro y fuera de las aulas. “Para garantizar que el aprendizaje de los menores se da en condiciones de protección, salud y bienestar, procuramos los espacios y el tiempo adecuados para jugar y desarrollarse, y ayudamos a sus familias a construir un clima protector y a tomar parte activa en la educación de sus hijos”. Los datos avalan a Igaxes: desde 2010 han atendido a más de 15.000 alumnos, actúan y colaboran con 32 centros de enseñanza y 480 jóvenes han recibido apoyo emocional continuado.
 
“Acompañamos a cada alumno que necesite atención continuada en caso de desprotección, conflicto familiar o acoso escolar; y también estamos con las familias que requieren ayuda para recuperar un clima positivo y alentador para sus hijos e hijas”, subrayan.  Un acompañamiento que pasa por promover y hacer posible la conciliación, creando espacios en los que el menor se sienta  acompañado y aceptado; así como por trabajar “codo con codo” con los centros de enseñanza, diseñando e implementando acciones para detectar los casos de riesgo y  prevenir el abandono escolar prematuro.
 
Igaxes
 
El tercer pilar, el derecho al empleo, es algo inalcanzable para muchos españoles aún sin haber pasado por una infancia o juventud al borde de la pobreza;  y tener una vivienda o un trabajo dignos, poder elegirlos libremente o tener un nivel de vida adecuado es a veces una utopía. El problema, tanto en Galicia como en España, crece exponencialmente en los colectivos con los que trabaja Igaxes. “Sin recursos para formarse, hay muchos jóvenes que buscan cada día su oportunidad, pero todas las puertas están cerradas. Tenemos que hacer todo lo posible por abrirlas”, repiten incansables. Las cifras obligan a no tirar la toalla: el 34 por ciento de la juventud gallega entre 16 y 29 años está en riesgo de pobreza, el 75 por ciento del empleo juvenil es temporal o precario y el 47 por ciento  de los chicos tutelados se emancipa en situación precaria.
 
Los programas específicos para el momento crucial de acceso al mercado laboral son ‘Mentor’ y ‘Puerta Abierta’. El primero, financiado por el Fondo Social Europeo y la Xunta de Galicia, está dirigido a aquellos que ya se encuentran en la recta final de su paso por el sistema de protección de menores. “Su emancipación es un salto sin red –explican–, dado que la mayoría carece de apoyo familiar. Para afrontarlo necesitan seguridad y confianza, pero también recursos y apoyo constante. Para ello, es una solución que reúne vivienda, manutención, formación y acceso al empleo”.  Mentor’ asegura protección hasta los 25 años para que los jóvenes puedan emanciparse con garantía de estabilidad y autonomía personal, integrándose en la comunidad y tejer vínculos. 5.500 jóvenes han recibido desde 2005 el apoyo del este programa.
 

Por su parte, ‘Puerta Abierta’ incide sobre la oportunidad de encontrar un hueco en el mercado laboral. “Con cada persona recorremos un camino que comienza por cultivar la confianza y las capacidades personales, pasa por una formación a medida y, de la mano de las empresas colaboradoras, se da el paso a una inserción que se sigue de cerca”. Hasta el momento, 395 empresas han colaborado en el programa y en 2019, 263 personas lograron un contrato de trabajo.

FIN DE LA POBREZA. Aunque la cantidad de personas que viven en la extrema pobreza disminuyó en más de la mitad entre 1990 y 2015, aún demasiadas luchan por satisfacer sus necesidades más básicas