‘Internet para Todos’. Telefónica lidera el fin de la brecha digital en Latinoamérica

Juan F. Calero

Telefónica

El pasado mes de diciembre, Telefónica anunció que más de un millón de peruanos en unas 7.400 comunidades de la costa, sierra y selva del país ya contaban con internet móvil de alta velocidad. Detrás de este hito para el cierre de la brecha digital de Perú se encuentra ‘Internet para Todos’ (IpT), un proyecto original de Telefónica convertido en iniciativa empresarial –IpT Perú- fruto de la alianza de la operadora con Facebook, BID Invest y CAF.

Aunque IpT Perú inició sus operaciones oficialmente en mayo de 2019, hay que remontarse a la edición de 2018 del Mobile World Congress de Barcelona cuando Telefónica presentó oficialmente esta iniciativa que venía desarrollando en el país andino. La iniciativa tuvo desde su presentación en aquel evento un marcado carácter colaborativo y la ambición de seguir creciendo para reducir la brecha digital en América Latina. En Colombia, por ejemplo, se ha llevado a cabo un piloto con buenos resultados.

IpT se ha desarrollado al amparo de la sostenibilidad económica. Desde Telefónica aclaran que no se trata de un proyecto de RSC, sino de una iniciativa con un innovador modelo de negocio detrás, posible gracias al uso de las nuevas tecnologías y a la colaboración con diferentes agentes en la cadena de valor de la conectividad.

Como explica José Juan Haro, director de Políticas Públicas y Negocio Mayorista de Telefónica Latam, el objetivo de IpT es “precioso” porque “conecta a los desconectados”. Haro se refiere al giro radical que da la vida de las personas cuando pasan a disfrutar de estos servicios. “Lograrlo es una responsabilidad de Telefónica, una misión alineada con nuestros valores”.

Llevar la conectividad a todas las personas es una responsabilidad de Telefónica, una misión alineada con sus valores

El directivo describe ejemplos concretos en los que IpT ya ha dejado patentes sus ventajas, como la evacuación de enfermos que necesitan atención urgente, facilitar la venta de productos agrícolas o las mejoras educativas gracias al acceso a información y oportunidades en zonas rurales.
“Internet para Todos aspira a ser rentable, sí, pero sin olvidar el compromiso con el medioambiente. Ahí también somos sostenibles. El proyecto cumple con el ODS 9 de Naciones Unidas,  referido a Industria, Innovación e Infraestructura. Sin ellas no puede existir la sociedad digital, que si algo nos brinda es la oportunidad histórica de igualarnos a todos”, añade Haro.

El principio

La génesis y la estructura de Internet para Todos se dan la mano con el perfeccionamiento del modelo de innovación de Telefónica. Con una metodología en la que fueron pioneros, Lean Elephants, la compañía adopta las mejores prácticas del mundo emprendedor y las adapta al entorno de la gran empresa. A nivel interno, los proyectos se comportan como pequeñas startups que trabajan con pocos recursos y que ‘compiten’ con otros para obtener la financiación que necesitan.

David del Val, director de Core Innovation de Telefónica, responsable y uno de los cerebros de Internet para Todos, ratifica la legitimidad de esta filosofía. “Obligamos a los proyectos a centrarse en lo que importa en cada momento y a proporcionar lo antes posible evidencias de valor que justifiquen, o no, un incremento de la inversión. Desde el minuto cero, pedimos a nuestros ingenieros que, literalmente, se levanten del asiento y salgan a la calle a interactuar con los futuros clientes”.

Con estos mimbres, el prólogo de IpT implicó el desplazamiento de ingenieros españoles a las regiones más remotas de Perú durante más de dos meses. Conocieron de primera mano las motivaciones y el uso que hacían de la conectividad los ciudadanos de estas zonas. “Este hecho resultó clave en el proyecto, porque nos permitió proponer fórmulas nunca probadas que lo hicieron posible”, señala Del Val.

De lo teórico a lo práctico, el proyecto es intensivo en innovación que, en el caso de Telefónica, “se une inevitablemente a la responsabilidad social en el momento actual del desarrollo tecnológico”. Según Del Val, hemos dejado atrás las primeras fases de la revolución digital, en las que las nuevas tecnologías eran “forzosamente” caras, disponibles solo para unos pocos. “Ha llegado el momento de extender las tecnologías a absolutamente todas las personas y de conseguir eliminar por completo el riesgo de brecha digital para los más desfavorecidos”.

Por el camino, Telefónica ha logrado reducir los costes de los despliegues con el uso de algunas tecnologías clave. “Pensamos que, en el futuro, seremos capaces de trasladar estas innovaciones a los mercados más desarrollados. Es algo que solo está al alcance de las grandes empresas que operan en todo tipo de mercados y geografías”, apunta Del Val.

El  reto tecnológico y una gran ‘orquesta’

Solucionar el problema de hacer llegar la conectividad de datos a los lugares más remotos del planeta es una vieja ambición que comparten los operadores de telecomunicaciones. Desde Telefónica explican que el enfoque tradicional, basado en utilizar los mismos modelos que en las zonas más desarrolladas, no es válido en estos entornos desde el punto de vista de la sostenibilidad económica. 

David del Val opina que las tecnologías de red clásicas están más centradas en una mejora continua de las prestaciones para satisfacer las demandas de los mercados más avanzados. Aquí el precio no baja lo suficiente como para justificar su utilización en otros mercados de menor poder adquisitivo. “Lo que hemos hecho es buscar la eficiencia en todos y cada uno de los elementos de las redes e inventar fórmulas de colaboración que lo hicieran posible”.

En IpT, la compañía ha empleado técnicas avanzadas de análisis de datos para optimizar la toma de decisiones en torno a dónde, cómo y cuándo desplegar las nuevas redes. Así, aprovecharon los avances en inteligencia artificial y la aplicaron a las imágenes. Analizaron fotografías de la superficie terrestre captadas por satélite y localizaron los asentamientos de población en lo más recóndito de la selva peruana. Abarataron un proceso que hace poco solo habría sido resuelto con el desplazamiento físico de personal.

Por otro lado, utilizaron técnicas radio como openRAN y redujeron costes mediante la modularización de las antenas móviles para que utilizaran hardware de propósito general (más barato gracias a que las empresas cloud se han esforzado por optimizarlo) junto a software especializado. Adicionalmente, a favor de IpT han jugado modernas tecnologías de comunicación basadas en objetos voladores como los globos de Loon, idóneos para conectar zonas de extremo aislamiento o en condiciones de emergencia.

En un reto de estas dimensiones, ¿cómo trabajan tantos implicados de manera coordinada? David del Val afirma que es importante agrupar a todos los agentes  que tienen intereses comunes en la misma dirección. “En nuestro caso, esta colaboración la estamos canalizando sobre todo a través del Telecom Infra Project, donde lideramos varios grupos de trabajo junto a fabricantes emergentes, operadores de telecomunicaciones y grandes empresas de internet. El objetivo es conseguir crear un ecosistema de nuevos entrantes que pueda competir en la creación de las partes más innovadoras”.

‘Internet para Todos’ se ha desarrollado al amparo de la sostenibilidad económica. Su siguiente reto es conseguir unas operaciones de red de muy bajo coste

Lo próximo

El siguiente paso de Internet para Todos es conseguir unas operaciones de red de muy bajo coste. “Hay que pensar que los costes asociados al mantenimiento y reparación de los equipos en zonas remotas es notablemente mayor que en las zonas mas desarrolladas”, detalla Del Val.
La dificultad de los desplazamientos hace que para resolver una avería simple haya que ocupar varios días de trabajo de un técnico. “Aquí la inteligencia artificial juega un papel clave para conseguir optimizar estos procesos. Por ejemplo, si conseguimos predecir qué otras averías se podrían producir en un futuro cercano, el técnico puede aprovechar el viaje para resolver preventivamente todas las incidencias en el mismo desplazamiento”.

Otro reto que asume IpT es la creación de soluciones tecnológicas sencillas de instalar y mantener. “Queremos que emprendedores locales de las zonas más remotas puedan actuar en nuestro nombre para la puesta en marcha y la explotación de servicios de comunicación. Este tipo de modelos que podríamos denominar el ‘airBNB de las redes’ sería totalmente disruptivo y habilitaría nuevas formas de construcción de redes de bajo coste para el siglo XXI”, concluye el directivo.

Otro brazo colaborativo

En octubre de 2019, Telefónica eligió a la startup malagueña AEORUM como ganadora de su convocatoria global de ‘Internet Para Todos’. Con su proyecto, centrado en el mapeado automático de zonas de despliegues mediante el uso de drones, se explorarán nuevas formas de obtener datos durante la etapa de planificación, así como mejoras operativas en la fase de despliegue y validación de banda ancha. Más de 230 startups de nueve países presentaron sus soluciones en la convocatoria global que Telefónica lanzó desde su unidad de innovación abierta en mayo pasado con el objetivo de buscar soluciones innovadoras para los próximos retos IpT.