“Los desafíos de nuestro tiempo son la transición ecológica y la transformación digital”

Hablamos con José Bayón López, consejero delegado de Enisa, de los nuevos retos que tiene que afrontar el tejido empresarial de nuestro país

Pablo Garcinuño

José Bayón López

No fue un año más para Enisa. A finales de 2019 alcanzó la simbólica cifra de los mil millones de euros de inversión en innovación. Este hito se traduce en 6.600 préstamos y 5.900 empresas financiadas desde su creación, lo cual tiene más mérito aún si se tiene en cuenta que los últimos años no han sido una etapa fácil para las entidades gubernamentales debido a la inestabilidad política. “Hemos registrado un récord histórico de entradas de solicitudes, con 1.856, y con mejor rating”, afirma con cierto orgullo José Bayón, consejero delegado de la Empresa Nacional de Innovación. Hablamos con él de los nuevos retos que tiene que afrontar el tejido empresarial de nuestro país.

Como entidad adscrita al Ministerio de Industria, Comercio y Turismo que necesita trabajar en el medio-largo plazo, ¿cómo ha vivido Enisa la inestabilidad de los últimos meses y qué espera de la actual etapa?

Efectivamente es importante la estabilidad. Ha sido un periodo difícil pero hemos hecho un esfuerzo por mantener el ritmo. De hecho, hemos cerrado 2019 con las mejores cifras de toda la serie de préstamos Enisa, en el sentido de que hemos recibido más solicitudes que nunca. Además, también ha mejorado la valoración crediticia de lo que hemos aprobado. Hemos hecho de la necesidad virtud, ya que esto se une a otros factores, como los impactos mediáticos y una mayor presencia en la sociedad.

Todo ello ha sido posible gracias al compromiso claro y directo del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo con la aprobación de las líneas antes que otros años. De hecho, en el año 2019 se aprobaron en marzo por el Consejo de Ministros y en abril ya estaban disponibles. Esto es fundamental para Enisa, es la estabilidad que necesitamos. Las líneas de 2020 ya las estamos trabajando y esperamos tenerlas lo antes posible porque es lo que más nos condiciona la actividad.

Por lo que nos cuenta, y a pesar de las dificultades, 2019 ha sido un buen año para Enisa.

Hemos registrado un récord histórico de entradas de solicitudes, con 1.856, y, como he señalado antes, con mejor rating. También destacaría que tenemos un préstamo medio algo más elevado, ya que hemos pasado de 139.504 euros en 2018 a 153.494 euros en 2019, lo que supone un aumento del 10,03 por ciento. Esto significa que los proyectos en general –más o menos la mitad son de puro emprendimiento (startups) y la otra mitad, de pymes y crecimiento– son un poco más sólidos, en el sentido de que son propuestas económicas más grandes.

Otro aspecto muy importante es que a finales de 2019 Enisa sobrepasó los mil millones de euros en préstamos. Además, tuvimos bastante presencia en medios. Nos dimos a conocer. Con eso, y gracias al apoyo del Ministerio, hicimos uno de los mejores años, sin duda.

En 2019 Enisa sobrepasó los mil millones de euros en préstamos. "Ha sido uno de los mejores años de nuestra historia, sin duda"

El listón está alto para 2020. ¿Qué retos se han planteado para el año en curso?

Enisa tiene que continuar por el mismo camino y, como decíamos antes, tener lo antes posible la financiación. A partir de ahí, seguir recibiendo todas las solicitudes; que quien ejercite un préstamo participativo en este país sepa que existe Enisa y nos envíe la solicitud. En definitiva, avanzar por la misma línea: impulsar y apoyar el emprendimiento y la innovación.

También es importante trabajar en los acuerdos que tenemos con las agencias de desarrollo regional para movernos por todo el territorio. Es una manera de hacer política de pyme, de innovación y de emprendimiento. A esto hay que añadir una serie de eventos destacados, como la iniciativa ‘Mañana’ que realizamos junto a barrabes.biz e Ifema. Tiene mucho impacto y va orientado hacia nuevos modelos de actividad económica, pero vinculados a los nuevos retos de nuestro tiempo: transición ecológica y transformación digital. En definitiva, un reto de transformación social.

Usted habló de estos retos sociales y de la necesidad de descubrir nuevos sectores de negocios, en la presentación de nuestro anterior Anuario de la Innovación. ¿Cree que se está avanzando en la dirección adecuada?

La innovación y el emprendimiento no son nuevos; no nos lo hemos inventado ahora. En realidad son tan antiguos como el mundo y van vinculados a la propia humanidad. Sí que es verdad que ahora, de alguna manera, se han convertido en elementos centrales de nuestra economía, pero no dejan de ser actividades sociales. Lo que ocurre es que, como la sociedad está cambiando, también hay que mirar los nuevos mercados y las nuevas oportunidades. Son el punto de partida para los nuevos proyectos, tanto de startups como de pymes que crecen.

Enisa ya anunció su intención de introducir este año, en colaboración con otras entidades de la Administración General del Estado, un nuevo modelo de impulso de la innovación empresarial orientado a misiones estratégicas y proyectos tractores. ¿En qué momento se encuentra esta iniciativa?

Es una política que adopta la Comisión Europea que consiste en resolver los retos sociales y en convertirlos en oportunidades económicas y de negocio. ¿Qué significa eso? Nuevas startups y pymes en crecimiento relacionadas con la nueva movilidad, por ejemplo. O con la nueva forma de habitabilidad, o con los retos demográficos (tanto de despoblación como de envejecimiento), o con el campo de la salud y los cuidados. Todo esto son los nuevos mercados. La sostenibilidad es la gran competitividad que tiene la Unión Europea y también nuestro país. No es algo opuesto al modelo económico actual, es que estamos transformando el modelo económico actual. Esa transición requiere un tiempo.

El CDTI es la gran impulsora en España de nuestras misiones a través del dinero de la Unión Europea. Ya ha lanzado 70 millones para ello. Y Enisa irá financiando cada vez más proyectos relacionados con estos retos sociales.

"La innovación y el emprendimiento son tan antiguos como el mundo y van vinculados a la propia humanidad"

Hablamos de un tejido empresarial, el español, en el que hay un claro predominio de las pymes. ¿Cómo superar esta dificultad?

Europa tiene mucha pyme en su tejido productivo y España todavía más. El problema añadido es que la media de la pyme de nuestro país es más pequeña y eso las hace más vulnerables a las crisis. Sobre todo, menos capaces de innovar y, por lo tanto, de sobrevivir en su medio a largo plazo. En este caso el tamaño importa en el sentido de que si no se tiene no se puede reinvertir. También para eso está Enisa.

Esto es importante; es algo que hay que trabajar. Está claro y está diagnosticado: necesitamos pymes más sólidas y un poco más grandes. También tiene que ver con la propia estructura económica de un país que no tiene la base industrial que debería. Se está trabajando mucho en ello desde el Ministerio, pero es un tema complicado y difícil. Entra en juego aquí la transferencia de conocimiento. Todo esto junto tiene que derivar en una estructura económica un poco más sólida.

¿Cómo ha ido evolucionando el perfil de las empresas que buscan el respaldo de Enisa?

Nosotros tenemos dos tipos de empresas. Y creo que, viendo un poco el histórico de Enisa, ambos perfiles han sido constantes. Por un lado, startups que nacen y se lanzan al mercado, normalmente con préstamos más pequeños. Por otro, o bien startups que escalan y nos piden financiación en una segunda fase para consolidar su capital sin que se diluya, es decir, sin perder el control de la sociedad, o bien pymes un poco más grandes que lo que hacen es apostar realmente por la innovación.

Las perspectivas anuncian un frenazo de la economía. ¿Puede complicarse el acceso a financiación por parte de las empresas?

Lo que hay es una ralentización respecto a un ciclo que se esperaba que tuviera mayor crecimiento. La financiación en estos casos, si cabe, es más necesaria. Creo que estamos en periodos económicos de incertidumbre, de mucho cambio, pero realmente no hay una crisis. Esto es importante decirlo. A nosotros nos siguen pidiendo mucha financiación y vemos muchos proyectos nuevos. Sí estamos en un periodo en el que no se puede perder el tiempo. Hay que tomar medidas, hay que prepararse y nuestras empresas, grandes, pequeñas y medianas, tienen que buscar financiación para innovar.