Mario Molina: “Estamos llegando a una nueva etapa climática que puede durar siglos”

El ingeniero químico mexicano, Premio Nobel de Química en 1995 por sus investigaciones sobre la capa de ozono, sigue luchando por proteger el medio ambiente​

Gabriela Martínez

Mario Molina

La ciencia que ejerce el ingeniero químico mexicano Mario Molina (Ciudad de México, 1943) es desde hace más de 40 años una muy comprometida. En 1974 advirtió, junto con el estadounidense Frank Sherwood Rowland (1927-2012), de la amenaza que representaba para la capa de ozono el uso de los clorofluorocarburos (CFC). Un aviso que se plasmó años más tarde en la firma del Protocolo de Montreal (1989), el tratado internacional diseñado para proteger la capa de ozono. Tiempo después, en 1995, recibió el Premio Nobel de Química, junto con Sherwood y el holandés Paul Jozef Crutzen.

El centro de investigación que lleva su nombre, creado en 2004, es un ejemplo de este compromiso con el medio ambiente. En él se buscan soluciones a los problemas relacionados con el uso de la energía y la prevención del cambio climático. El científico egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), referente mundial en química atmosférica, en su paso por Madrid en diciembre de 2019 durante la Cumbre del Clima, advirtió de las actuales amenazas y expuso sus más recientes desarrollos.

¿La recuperación de la capa de ozono es una muestra de que es necesario y posible el diálogo entre científicos y políticos?

Sí, los científicos tuvimos entonces mucha claridad y pudimos trabajar con diplomáticos y con Naciones Unidas para alcanzar el Protocolo de Montreal. Sabíamos que la capa iba a tardar mucho en regenerarse porque los compuestos industriales que provocan los problemas son muy estables y permanecen muchas décadas en el medio ambiente. Sin embargo, hemos visto en este siglo que ya no se están emitiendo estos compuestos y se está regenerando la capa de ozono.

¿Esto es esperanzador de cara a parar el aumento de la temperatura?

Sin duda. Nos dice que la ciencia puede funcionar. En el caso del cambio climático es más complejo pero hay un consenso enorme entre todos los científicos de que este cambio en la composición química de la atmósfera es lo que está causando estos problemas climáticos: muchas inundaciones, olas de calor, sequías. Estamos convencidos de que está provocado por las emisiones de gases de efecto invernadero que se deben a la quema de combustibles fósiles sobre todo. Eso es lo que hay que parar.

Hay estudios que demuestran que si sigue a este ritmo se van a sobrepasar los dos grados que establecen los acuerdos de París…

Exacto. Podríamos llegar fácilmente a más de tres grados y hay cierta probabilidad de que suba todavía más. Hablamos de riesgos porque no sabemos con certeza qué va a pasar. Lo más difícil es predecir cómo va a responder la humanidad, pero mientras exista una probabilidad elevada de que la temperatura suba por encima de tres grados tenemos que tomar medidas más fuertes.

¿Hemos llegado, entonces, a un punto de no retorno?

Se trata de procesos prácticamente irreversibles. A lo mejor dentro de muchos siglos se vuelve a reponer la atmósfera pero para la humanidad uno o dos siglos es demasiado. Quizá estamos llegando a una nueva etapa climática que puede durar siglos.

"Tenemos que tomar medidas más fuertes para frenar el cambio climático. Existe un riesgo evidente de que la temperatura podría subir por encima de tres grados"

¿Cuál es el papel de las empresas?

Las empresas pueden jugar un papel importantísimo. Por fortuna hay muchas que sí están dispuestas a hacer los cambios necesarios. No todas, por supuesto, como las de combustibles fósiles, esas son las más difíciles de cambiar porque sus negocios dependen de seguir contaminando. Pero incluso algunas de ellas están de acuerdo en tomar medidas.

¿La energía que no depende de combustibles fósiles puede ser un buen negocio?

Es un buen negocio. Además, no tenemos que esperar a que se desarrollen nuevas tecnologías. Las energías de viento y solar han avanzado a tal grado que ya son competitivas económicamente, pero todavía no se resuelve el problema de que son intermitentes. Por eso tienen que estar apoyadas por otras tecnologías.

¿Sería posible un capitalismo verde?

Sí, por supuesto. No estamos hablando de hacer sacrificios, excepto para las compañías que dependen de los combustibles fósiles. Los únicos costos para la humanidad son los de no hacer nada, esos sí serían muy elevados.

¿Hacen falta medidas tan drásticas como la de Greta Thunberg que llegó a Europa en catamarán?

Eso fue simbólico. Yo me vine en avión de México, si hubiera venido en barco no hubiera parado ninguna emisión porque los vuelos siguen. Lo que hago yo creo que es mucho más efectivo. Estamos generando combustibles para los aviones a partir de desperdicios agrícolas. Eso va a tener un impacto enorme, mucho más que el de Thunberg.

Hay científicos que dicen que somos muchos y que hay que limitar los nacimientos…

Efectivamente, el planeta no puede seguir manteniendo cada vez más gente. Vamos a llegar a 9.000 millones de personas. Sabemos que la solución, en buena medida, es aumentar el nivel económico de las poblaciones que están creciendo más, dándoles facilidades a las mujeres. Tenemos que asegurarnos de que el nivel de vida sea tal que ya no sea un imperativo tener familias numerosas.

Usted estaba en el equipo de Obama. ¿Cómo es su relación actual con el gobierno de Estados Unidos?

Mantengo relación con los estados de California y Massachusetts. La comunidad científica está peleada y muy poco conectada con el gobierno federal.

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