La Secretaría de Estado de Turismo y la Fundación ONCE están trabajando en una nueva app para ayudar a las personas con discapacidad en el Camino de Santiago francés. Esta cuenta, entre otras cosas, con un sistema de orientación mediante sonido en tres dimensiones, según describe Jesús Hernández, director de accesibilidad universal e innovación de la fundación.
La aplicación guiará a las personas en su recorrido, anticipándoles las características del terreno en cada etapa y la posible presencia de peligros u obstáculos, como cruces con carreteras, desniveles o fenómenos meteorológicos. Por primera vez, la secretaría hará una aportación económica a la Fundación de 45,000 euros.
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“Facilitar la accesibilidad del Camino de Santiago francés será un atractivo más para que un mayor número de personas tenga la experiencia de conocer este Patrimonio de la Humanidad”, aseguró durante el anuncio de su lanzamiento el director general de Fundación ONCE, José Luis Martínez Donoso. Aunque debido a la pandemia, el lanzamiento de la app se retrasó a principios del verano de 2021, según Hernández.
La app también orientará con respecto a la dirección y sentido de la marcha e informará a los usuarios sobre los puntos de interés que encontrarán en el camino, desde fuentes, paradas de transporte público y áreas de descanso, hasta alojamientos, comercios y sitios para comer, pasando por monumentos, oficinas de turismo, farmacias y centros de ayuda o sanitarios.
La aplicación también podrá ser útil para personas con movilidad reducida o edad avanzada. “Es muy útil para personas ciegas pero no es exclusivo”, precisa Hernández.
La fundación está trabajando también con el Instituto Geográfico Nacional, que ya desarrolló una de las aplicaciones más utilizadas por los peregrinos en el camino, así como con las cinco comunidades por las que atraviesa la ruta. Otras empresas, como Microsoft, también han donado; y asociaciones, la de Amigos del Camino, y la de Municipios del Camino, se han sumado al apoyo.
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De acuerdo con Hernández, en los últimos años “ha habido una evolución en materia de accesibilidad muy importante, no solo en el ámbito legislativo, sino también en que cada vez hay más conciencia social de estos temas”.
Aunque también asegura que los pendientes en materia de turismo accesible, que la fundación señala en su último informe, siguen “muy vigentes”. “De todos los obstáculos, la falta de información fiable en materia de accesibilidad es la que implica más riesgo para el turista. En la llamada sociedad de la información, los datos sobre las condiciones de accesibilidad son escasos y fragmentarios al igual que los análisis que abordan”, destaca el documento.
En opinión de Hernández, la tecnología “está ayudando mucho, el problema es que si nace sin ser accesible vamos a tener un problema grande”. “La accesibilidad tiene que ser muy global, debe estar presente en todos los ámbitos de la vida”, advierte.
