La innovación se encuentra en todos los sitios. ¿Por qué no buscarla en la España Vacía? ¿Por qué no encontrar la próxima startup de futuro en la España rural? Eso pensaron en la Fundación Aragón Emprende cuando, en el año 2021, el Miteco propuso a las comunidades autónomas buscar proyectos singulares que permitan «la transformación territorial para luchar contra la despoblación y el reto demográfico».
Dicho y hecho: un año después nació Erea, un programa que tiene como finalidad contribuir al desarrollo económico y social del medio rural, con fórmulas de cooperación y coordinación, promoviendo iniciativas que impulsen un desarrollo rural sostenible y eficaz que consiga aumentar las actividades productivas y empresariales. Todo ello, mientras permite consolidar e incrementar la población, la riqueza y el empleo en el medio rural aragonés.
Según fuentes de Erea, cuentan con un doble objetivo: primero, impulsar el ecosistema emprendedor y la innovación en el medio rural de Aragón mediante el apoyo e impulso a iniciativas de emprendimiento rural, medioambientalmente sostenibles, generadoras de empleo y revalorizadoras del territorio en los municipios de su área de influencia. Y segundo, favorecer el desarrollo socioeconómico de las zonas en situación de vulnerabilidad territorial potenciando sus elementos endógenos, como motor para reactivar, diversificar e incentivar la actividad socioeconómica en esas áreas en situación de declive demográfico.
Colaboración e integración
«Desde Aragón, cuando nos llegó este reto, lo afrontamos desde una visión colaborativa e integrativa a través de un prisma innovador. Colaborativa, pues entendemos que la revitalización socioeconómica de esas zonas, cuyas particularidades demográficas las hacen especialmente vulnerables, es un reto transversal a nivel de toda la Comunidad de Aragón y no únicamente del medio rural».
Motivo por el cual, subrayan desde Erea, en este proyecto están implicados varios departamentos del Gobierno de Aragón, como es el de Presidencia, economía y justicia, a través de la Fundación Aragón Emprende y el IAF, y el departamento de Fomento, Vivienda, Logística y Cohesión Territorial a través de la Dirección General de Despoblación.
«E integrativa desde un prisma innovador, pues consideramos que la innovación no necesariamente implica la invención de algo nuevo, sino que en este caso era una innovación en procesos», cuentan.
Esto unido a su propia experiencia en el campo del impulso al emprendimiento y el apoyo a la creación de empresas a través de los distintos programas de emprendimiento que el IAF ha puesto en marcha en estos años, se convirtieron en dos ejes o palancas de acción que podían alinearse integrando actuaciones y recursos para la consecución de un objetivo de impacto, como el que plantea el reto demográfico.
Dos ediciones
El programa ya ha tenido dos ediciones, y son muchos son los proyectos que se han puesto en marcha. Todos ellos, aseguran, tienen impacto socioeconómico, trasformador y de crecimiento en el territorio.
A través de las ayudas a proyectos innovadores, un total de 30 nuevos proyectos para la transformación territorial y el impulso económico del medio rural se han puesto en marcha.
«Tenemos, por ejemplo, un proyecto conjunto que pusieron en marcha cuatro ayuntamientos (Torralbilla, Langa del Castillo, Villarreal de Huerva y Villarroya del Campo), cuya finalidad es impulsar los municipios a nivel turístico, cultural y patrimonial mediante la recreación virtual del principal patrimonio histórico que albergan las localidades, generando experiencias turísticas inmersivas y únicas para el visitante», explican.
Por otro lado, el crecimiento exponencial que ha experimentado la Red Arce gracias al de Erea, ha permitido pasar de tener 44 centros, 33 en el medio rural en 2021, a tener 54 centros en 2024, 44 de ellos en el medio rural; por tanto, se han creado en dos años 10 centros nuevos en el medio rural. Esto permite atraer nuevos pobladores al ofrecer infraestructuras adecuada para albergar esos nuevos negocios. «Tenemos el caso por ejemplo de Aguaviva, cuya adecuación del centro en 2022 permitió la instalación de dos nuevas empresas en su localidad», recuerdan.
Y por último, ese ecosistema de emprendedores que ha nacido en el seno del programa: el Ecosistema Erea, que cuenta con un total de casi 200 proyectos impulsados en las dos ediciones, (86 en la primera y 110 en la segunda). De esos proyectos más de la mitad, 105, son nuevas iniciativas que se han establecido o se van a establecer en el medio rural.
«Esto unido a esas más de 7.000 personas a las que se ha llegado a través de las jornadas inspiradoras, formación y otras actividades del programa convierte a Erea en un elemento transformador en multifactorial», destacan desde el programa de Aragón.
El futuro de Erea
Para finalizar, explican que programas como Erea consiguen articular procesos que permitan una intervención multidisciplinar, dinámica y en constante transformación que posibilite la implementación de líneas de actuación que incidan en las verdaderas necesidades del territorio.
En este sentido en la tercera edición se va a seguir trabajando en impulsar todo ese ecosistema emprendedor y empresarial a través de tres herramientas principales.
«Línea de subvenciones para impulso a empresas del medio rural con 750.000 euros de crédito para la inversión en activos fijos y potenciar la innovación y el I+D+i. Segundo, asesoramiento estratégico y formación especializada a empresas del medio rural en especial las del ecosistema Erea y la puesta en marcha de una plataforma de impulso para la Red Arce».
Y, ya por último, apostarán por jornadas inspiradoras cuya temática principal sea la innovación en los sectores estratégicos como motor de cambio y desarrollo, «que sirvan también para visibilizar las iniciativas emprendedoras de la zona, con especial atención a aquellas lideradas por la mujer rural».