El Museo Arqueológico Nacional (MAN) ha inaugurado un nuevo módulo expositivo en su ‘Vitrina Cero’ para dar visibilidad a las pioneras profesionales de los museos. En 1928 se incorporaba al MAN María de Pilar Fernández Vega, primera conservadora de museos en España. Tras ella, otras mujeres irían sumándose a la nómina de esta y otras instituciones tras su ingreso en el Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos.
‘Pioneras’ rinde homenaje a esas primeras generaciones de profesionales de museos que abrieron el camino a las mujeres que llegaron más tarde. Esta ‘Vitrina Cero’ (que podrá visitarse hasta el próximo 3 de julio) se enmarca en el Proyecto ArqueólogAs, programa de investigación que tiene como objetivo principal analizar el papel de la mujer en la arqueología española, desde la profesionalización de la disciplina en el siglo XIX hasta hoy.
Conservadora del Departamento de Antigüedades Clásicas del MAN y Doctora en Arqueología Clásica por la Universidad de Friburgo (Suiza), Margatira Moreno es una de las responsables de la vitrina Pioneras como integrante del proyecto ArqueólogAs. “Hemos elegido diez perfiles de tres generaciones distintas. Las elecciones más claras fueron las de Pilar Fernández Vega y Felipa Niño, por ser precisamente las primeras conservadoras que trabajaron en nuestro museo y que, en algún momento, fueron profesoras de la siguiente generación”, explica Moreno a este periódico.
Derribar barreras
El siguiente grupo al que el proyecto presta atención es más numeroso. Se corresponde con aquellas mujeres que comenzaron sus estudios universitarios durante la República y que vieron truncadas sus carreras a consecuencia de la Guerra Civil y los impedimentos legales del franquismo. Todas ellas desarrollaron gran parte de su carrera en el MAN. “Por último, Trinidad Taracena representa a la generación que trabajó durante los años 50, pero que siguió sufriendo las dificultades de sus predecesoras”, añade Moreno.
Las responsables del proyecto indican que estas mujeres desarrollaron su carrera pese a contar con escasos medios, alejadas de los ambientes internacionales de investigación y con pocas posibilidades de realizar excavaciones arqueológicas. Ello no impidió que consiguieran abrirse paso e iniciar una renovación en las instituciones museísticas. “Esta tendencia ha seguido evolucionando progresivamente y hoy son espacios mayoritariamente femeninos”.
Recuperar la memoria femenina
Doctora en Prehistoria y Arqueología, Ruth Maicas es conservadora del Departamento de Prehistoria del MAN y ha participado activamente en el proyecto. La investigadora cree que aún queda mucho camino por recorrer en el reconocimiento de estas primeras arqueólogas españolas. “En este momento lo importante es asegurar que no damos pasos hacia atrás”, apunta.
Maicas recuerda que en el MAN trabajan de manera activa en la recuperación de la memoria femenina para visibilizar el papel de la mujer a lo largo de la Historia. “Lo hacemos desde nuestra exposición permanente y a través del discurso museístico. También gracias a los itinerarios de género, publicaciones científicas y distintas actividades dirigidas al público diverso que nos visita”.
Las investigadoras mencionan otros nombres propios de arqueólogas españolas que fueron importantes para después caer injustamente en el olvido. Es el caso de Ana María de la Quadra Salcedo y Gayarre (1935-2012), primera paleolitista del país y María Josefa Jiménez Cisneros (1916-2002), que elaboró la primera carta arqueológica de Cádiz.
ArqueólogAs
Las investigadoras hacen un balance positivo desde que comenzara un proyecto que ha organizado 4 congresos y seminarios y participado en más de una veintena de actos. En la web de la iniciativa es posible consultar la labor de 137 pioneras. Se trata de un trabajo continuado que incorporará nuevos nombres de manera progresiva.
La investigadora principal de ArqueólogAs, Margarita Díaz Andreu, fue distinguida con el Premio Nacional de Investigación Ramón Menéndez Pidal 2021 en el área de humanidades por sus aportaciones a los estudios de géneros además de otros méritos. “La veintena de investigadores que componemos el equipo seguimos haciendo entrevistas, consultando archivos y rescatando de nuestra propia memoria las trayectorias de nuestras mayores”, concluye Margarita Moreno.