A pesar del “terrible retroceso” que sufrió la edificación en 2006, en una espiral negativa que tocó fondo en 2014, la arquitectura está viviendo un “cambio de época” con oportunidades para el crecimiento y la innovación. Así se ha puesto de manifiesto en la jornada “Innovación en arquitectura y Urbanismo”, organizada por Innobasque-Agencia Vasca de la Innovación en colaboración con el Colegio Oficial de Arquitectos Vasco Navarro (COAVN).
En concreto, la prioridad estratégica de fabricación avanzada y los territorios de oportunidad de ecosistemas, hábitat urbano e industrias culturales y de la creatividad son las áreas que ofrecen más posibilidades a juicio de los expertos. Por ejemplo, Claudia Pennese, fundadora y directora de la start-up universitaria RB3 Innovación Urbana Integrada ha profundizado en la regeneración urbana integrada de los entornos urbanos más desfavorecidos y de los procesos de diálogo social asociados como enfoque clave.
Por su parte Matxalen Acasuso, decana-presidenta del COAVN, ha señalado que, a pesar del leve repunte de los últimos años, el sector “vive un momento de desconcierto”. En este sentido, ha explicado cómo “numerosas sociedades de arquitectura se han disuelto, adelantando su «fecha de caducidad», estudios de arquitectura han reducido mucho su personal y el talento, los jóvenes, los recién titulados, han emigrado a trabajar a otro países”, si bien ha puesto en valor que “los peores años ya se han pasado”.
Según ha expuesto, en 2013 y 2014 se vivieron los momentos más difíciles para el sector. Y, aunque todavía cree que se podría hacer más, “se observan más políticas para promover la rehabilitación, la regeneración y la renovación urbanas, donde el Arquitecto y la Arquitectura juegan un papel clave”. No obstante se trata de un sector que, en su opinión, “continúa preguntándose cómo salir de esta situación”.
Nuevas respuestas y nuevos servicios
A pesar de que la situación aún tiene margen de mejora, Acasuso ha declarado que las nuevas políticas “están generando nuevas respuestas, nuevos servicios, para la ciudadanía” que ahora también se siente más partícipe de los procesos de renovación de las ciudades. Eso sí, sin olvidar que la figura del arquitecto tiene como fin fundamental “resolver las cuestiones de habitabilidad”.
Es bajo este prisma que, a juicio de la decana-presidenta del COAVN, surgen nuevas y numerosas oportunidades que pueden ir “desde prototipados y propuestas estandarizadas para resolver de manera industrial problemas habituales, hasta dinamización de debates urbanos y fomento del aprendizaje sobre la ciudad y sus necesidades, pasando por propuestas de análisis de ciclo de vida de productos o construcciones o de rehabilitación de barrios degradados, que mejoren la calidad y la esperanza de vida de sus habitantes…”. Son numerosas las oportunidades, ha recalcado, pero para ello las cosas se deben hacer “de otra manera”, siendo un ejemplo de ello los “procesos de trabajo híbridos que aporten con la suma de agentes diversos”.
Herramienta de cambio relevante
Finalmente, Matxalen Acasuso ha defendido que la arquitectura es una “herramienta de cambio relevante” debido a que se trata de una disciplina “global, responsable de resolver los problemas de habitabilidad de las personas con un fuerte impacto social y cultural”. No obstante, recuerda que esto sólo se podrá hacer realidad “innovando en los propios servicios” y que eso pasa por “la interacción con otros agentes complementarios y con los que aportar valor”, así como por la especialización.