La COP25 ha sido inaugurada oficialmente. El presidente de la Cumbre del Clima 2018, Michal Kurtyaka, ha entregado esta mañana a la ministra de Medio Ambiente de Chile, Carolina Schmidt, la presidencia de la cumbre. “Heredamos el planeta de nuestros padres, y tenemos que entregarlo a las generaciones futuras”, ha asegurado Kurtyaka en la inauguración que ha contado con la presencia de 50 jefes de Estado y de Gobierno, así como representantes de los principales organismos internacionales.
Schmidt ha reivindicado que son las personas quienes tienen que estar en el centro de la acción en la lucha contra el cambio climático. “La crisis climática es el desafío más importante que enfrentamos hoy como humanidad”, ha dicho. Una crisis que afecta a las comunidades y personas más vulnerables y que profundiza las desigualdades sociales y medioambientales preexistentes
Como dijo hace unos días, la crisis climática y la crisis social son las crisis del siglo XXI, y son dos caras de una misma moneda, no se puede enfrentar una sin hacerse cargo de la otra. “Las personas deben estar en el centro porque son ellas las que padecen los efectos de la contaminación, las sequías, los aluviones, los incendios...”, ha destacado. “Debemos impulsar una transición justa sin dejar a nadie atrás”, ha añadido
El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, ha coincidido en que “son los más vulnerables los primeros y los más perjudicados” por los impactos de la crisis climática. Por ello, se ha comprometido a seguir luchando por “una acción climática ambiciosa” y por los pequeños Estados insulares y los países menos desarrollados.
Guterres ha advertido que es necesario reducir las emisiones en un 7,6 % cada año. Por lo que es un imperativo que los gobiernos no solo cumplan con sus contribuciones nacionales para alcanzar los Acuerdos de París, sino que tienen que “aumentar sustancialmente su ambición”. “No hay tiempo ni razón para tardar”, ha sentenciado.
Por último, el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha comenzado su intervención aludiendo a la científica estadounidense, Eunice Newton Foote, quien investigó hace 162 años el efecto invernadero, con una doble intención, según él. Dejar constancia del tiempo que ha transcurrido desde que la ciencia advirtió sobre el cambio climático y mostrar que cómo esta ciencia ha actuado de espaldas a las mujeres. Para Sánchez, las mujeres y el medio ambiente han sido “realidades olvidadas”.
“El progreso si no es sostenible no merece ser llamado progreso”, ha enfatizado, depende de los humanos que cambie esta situación. En su opinión, hoy en día “solo un puñado de fanáticos niegan la evidencia”, frente al cambio climático.
Sánchez ha hecho un llamado a actuar de acuerdo a los hechos y “pasar de las palabras a la acción”. “Hay que ir más lejos y sobre todo hay que hacer las cosas más rápido”, ha sentenciado, no sin antes asegurar que si no actuamos ya, “habrá un punto de no retorno”. “No hay muro lo suficientemente alto que proteja de esta amenaza”, ha advertido. “Tenemos que llegar a Glasgow con propuestas más ambiciosas”. También ha destacado la importancia de vincular innovación, digitalización y empleo digno.
El papel de Europa en esta lucha es crucial, según Sánchez. “Si fue Europa quien lideró la revolución industrial, ha de ser Europa quien lidere la descarbonización”.