La Región de Murcia ha presentado los resultados en 2022 del proyecto ArrozInnova, una iniciativa que, mediante el impulso de la innovación y las TIC en el cultivo del arroz Denominación de Origen Protegida (DOP) Calasparra pretende mejorar la producción y el rendimiento de esto. Además, también se quiere llevar a cabo nuevos procesos, perfeccionar la trazabilidad, optimizar el abonado y reducir de la huella de carbono con el impulso de soluciones biodegradables respetuosas con el medioambiente.
Así, en ArrozInnova cuentan con varias acciones para el desarrollo del proyecto. Tres concretamente. La primera, el trasplante mecanizado y comparación con el método tradicional de siembra directa de arroz. Asimismo, se trabaja en la optimización del abonado e incorporación de técnicas innovadoras en el manejo integrado de plagas que ayude a los agricultores, mejore la producción y proteja el medio ambiente.
La segunda acción, instalación de plataforma innovadora “del agricultor al consumidor”. Esto es, sistemas de control y recogida de datos del coto arrocero y almacenamiento de los mismos que permitan proporcionar información de manera directa en la trazabilidad del cultivo del arroz DOP Calasparra.
Y, por última, en la tercera acción se pretende potenciar el aprovechamiento de los subproductos agroalimentarios derivados del cultivo y procesado del arroz, para la aplicación en la fabricación de materiales destinados a sectores específicos como envasado, materiales específicos o como fuente de sustratos fertilizantes y fuentes de energía con carácter renovable aplicando la innovación.
Retos del proyecto
El consejero de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca de Murcia, Antonio Luengo, fue el encargado de presentar los resultados del estudio -que empezó hace un año-, aunque también se explicó en la jornada los retos de ArrozInnova. Y es que, entre otros, se “pretende incorporar nuevos sistemas tecnológicos más avanzados y adaptados al cambio climático, que mejoren los procesos de producción a un mercado más sostenible, reduciendo costes”.
Por otro lado, entre los principales retos se encuentra “proteger los arrozales como un medio ecológico de extraordinaria importancia, debido, de forma especial, al tratamiento que se le da, evitando en lo posible el uso de abonos químicos, herbicidas, pesticidas, etcétera, lograr un equilibrio medioambiental y un exquisito respeto a la flora y fauna que con él conviven”.
También fomentar herramientas de etiquetado, que den visibilidad comercial al arroz producido de manera sostenible; valorizar residuos y subproductos que proporcionen beneficios económicos adicionales de prácticas de economía circular -en términos de creación de empleos o creación de riqueza-; o fomentar la integración de jóvenes y mujeres en el sector.
Asimismo, entre los retos de ArrozInnova se plantea elaborar un plan de divulgación que mejore la adopción de las innovaciones, así como generar información que permita propiciar políticas de apoyo a este tipo agricultura, más innovadora y sostenible.
Por último, el consejero de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca de Murcia puso en valor la variedad de arroz bomba, según él, “la más antigua de las cultivadas en España y la única que se comercializa bajo su propio nombre. De hecho fue el primer arroz del mundo con denominación de origen, con la aprobación definitiva en 1986”.
Así, Luengo indicó que el trabajo de innovación que están impulsando “pretende aumentar la productividad en al menos un 25% y reducir el uso de fertilizantes en hasta un 50%”. Y aseguró: "Además de la reducción significativa en el uso de agua y fertilizantes, se ha constatado un ahorro considerable en el uso de semillas de hasta el 70% con respecto a la siembra manual”.