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Arturo Azcorra (IMDEA Networks): «Las empresas de telecomunicaciones tienen que reinventarse»

Arturo Azcorra IMDEA

Podría decirse que el paso por la Secretaría General de Telecomunicaciones y Ordenación de los Servicios de Comunicación Audiovisual del Ministerio de Economía ha servido a Arturo Azcorra de laboratorio para comprobar la capacidad de despliegue real de las nuevas generaciones de tecnologías de conectividad en España. Lo cual no está demás para dar equilibrio la actividad investigadora del IMDEA Networks que dirige.

Pregunta: Si China no hubiera uno de los grandes impulsores de patentes en el ámbito del 5G, quizás no tendríamos esta sensación de lento aterrizaje. Parece como si quisiéramos que pasara cuanto antes y llegara ya el 6G.

Respuesta: El tema no es que el 5G no se esté promocionando porque se quiere que pase, sino porque desde el punto de vista tecnológico ya no es tan nuevo. El 5G es ya una tecnología comercial que se está desplegando, a la que todavía le queda mucho recorrido en la adopción profesional, que es para lo que se diseñó. Del 6G no se puede decir nada porque ni siquiera sabemos muy bien lo que es. Hay unas definiciones, unos performance indicators, pero si preguntas a expertos cada uno te da su visión. Y hay muchas aplicaciones que verdaderamente con el 4G potenciado también se pueden cubrir.

El problema con China existe, estas tecnologías son estratégicas, realmente es un sector palanca que controla muchas cosas, desde centrales eléctricas a aviones. En parte todavía no hemos vuelto del todo a la política de bloques, pero estamos en una transición claramente en todo el mundo y se han tomado medidas defensoras de la soberanía tecnológica. El 6G se está desarrollando por separado y eso crea el riesgo de que se acabe con dos estándares en dos bloques. Tampoco nos debe sorprender, aunque no es deseable sin ninguna duda. Es mejor un mundo en paz y globalizado en el que todos los países comercien y se respeten.

Pregunta: En España se comenta mucho también que uno de los factores que hubiera quizás acelerado un poco más la innovación hubiera sido la apertura del espectro para las redes privadas de 5G, como se hizo en Alemania y en Estados Unidos. ¿Cómo se explica esa resistencia a hacerlo?

Respuesta: Hay pocos países que hayan abierto así el espectro. En España hay espectro ya para aplicaciones industriales, lo han utilizado Seat y las eléctricas. La última asignación de espectro fueron 500 megahercios, que es muchísimo. El 5G es radicalmente distinto a Wi-Fi, es muchísimo más complejo y es muy difícil que una empresa se monte una red privada si no es de la mano de una operadora. No es un drama. Hay varias universidades ya, como la de Málaga, que tienen redes privadas 5G.

«Hay resistencia a liberalizar el espectro (5G) porque es muy caro»

Pregunta: Precisamente la de Málaga convocó un concurso con la intención de dar entrada a empresas al margen de las operadoras y sus partners, pero tuvo que desistir, era inviable.

Respuesta: No es imposible, insisto, lo puedes hacer. El que ha querido llegar realmente a un acuerdo con la operadora, lo ha conseguido, porque están deseando que les pidan redes privadas para rentabilizar la inversión. Aparte de esto, hay muchísimas aplicaciones de 5G que no requieren red privada, basta con el servicio comercial. Hay resistencia a liberalizar espectro porque es muy caro.

A mí me decían: claro, es que todo el espectro lo sacáis nacional, ¿por qué no se puede subastar por demarcaciones geográficas?, solo favorecéis a los grandes. Vale, lo sacamos por provincias y se quedaron desiertas todas, sólo se adjudicó un bloque. Nos costó un poco convencer a Hacienda, pero al final nos dejó sacarla a un precio muy asequible. Lanzamos una consulta pública y poquísimas grandes empresas dijeron que querían espectro para eso, no perciben que ese sea el problema.

Un informe de Mckinsey les decía a las operadoras que si querían aprovechar el 5G debían cambiar su modelo de negocio y convertirse en plataformas. Han surgido iniciativas en ese sentido como Open Gateway.

El modelo de negocio de las operadoras se ha basado básicamente en ser muy buenas gestionando bajos costes. Muchas empresas, las eléctricas, el propio Google, intentaron ser operadoras y se estrellaron porque hay que trabajar con un ARPU (ingreso medio por usuario) muy bajo. Las operadoras están súper afinadas en costes, pero no están bien adaptadas a dar servicios diferenciados, a dar un tratamiento del cliente adecuado. Y el 5G requiere eso, porque es muy sofisticado.

Esa versatilidad las pilla un poco con el pie cambiado. También se las ha maltratado porque las telecomunicaciones clásicas tienen los contenidos mucho más regulados que internet, donde los youtubers pueden decir lo que les da la gana a la hora que quieran. A mí me parece muy injusto y lo señalé ante la Unión Europea: hay que cambiar la forma en que se regula, debe hacerse de una forma más abstracta. Pero desde luego estoy 100% de acuerdo en que las operadoras tienen que modificarse y reinventarse, y ahora lo tienen complicado porque de verdad son empresas enormemente optimizadas.

Cuál es la visión de IMDEA Networks a la hora de innovar. Hay realmente una gran demanda de conectividad en el automóvil, en el medio rural, en la industria…

El problema del 5G desde el lado de la operadora es el que hemos comentado, pero desde el lado del cliente es el mismo porque tiene que desarrollar un sistema. Si tú introduces 5G para coches, para el campo o para refinerías, tienes que hacer un desarrollo de software bastante sofisticado que recolecte la información, y esas empresas no lo tienen. No porque se te encienda el icono podemos decir que hay 5G, pero hay ya mucha conectividad 5G y muchas empresas todavía no lo aprovechan.

«Mientras no haya responsabilidad penal por las invasiones a la privacidad, esto será la jungla«

Estamos también muy preocupados por la privacidad. Las interfaces de usuario van a cambiar, cada vez van a ser más integradas y, de hecho, una parte del 6G va por ahí, mezclado con el metaverso que es una fusión entre el ciberespacio y el mundo real. El tema de la privacidad va a ir a peor, va a haber mayor invasión. Mi opinión es muy clara y se lo he dicho a multitud de altos cargos: mientras no haya responsabilidad penal por las invasiones a la privacidad, esto será la jungla. Hay un tráfico absolutamente descontrolado de datos personales en la dark web; pero es que en la web normal por todas partes se integran esos datos, pese a estar prohibidísimo porque la capacidad de perfilar a una persona es enorme. Se detectan ya ideas religiosas y políticas.

Es enorme el tráfico de datos, sí.

Otra área de interés es el 6G. La principal innovación de la computación en el borde, es decir, del 5G, es que ya no solo se trata de una red de transporte, sino que también integra computación y puede dar servicios de todo tipo. En el caso del 6G, la principal innovación es que va a ser un gran gestor de datos. La propia red va a tener multitud de datos de todo tipo, supuestamente todos controlados, y los gestionará de modo que sean accesibles por las aplicaciones de forma anónima y permitan prestar todo tipo de servicios personalizados.

Los objetos se van a incorporar y la red los va a gestionar, probablemente con tecnologías de inteligencia artificial, por supuesto, y con otras convencionales. Una gran diferencia va a ser la adquisición de los datos y por eso son importantes estos nuevos interfaces. Va a ser ultrafrecuente que los datos médicos nuestros estén en la red, vamos a estar monitorizados 7/24, lo que va a dar lugar a la medicina personalizada.

La diferencia será el tiempo real.

El router Wi-Fi puede saber si estás en casa, si estás de pie, la sudoración por el cambio de conductividad de la piel, la frecuencia cardíaca, puede reconocer caras. El mundo del Integrated Sensing and Communications (ISAC), lo cambia todo, el entorno te observa, te cuida, como un nido.

«Vamos a ver un mundo cada vez con más radio y con más satélites«,

¿Cielo o tierra, cuál ganará en el futuro?

El cielo siempre es más espectacular, pero es tan difícil sustraerse a la capacidad de la fibra y de los cables… no son tan sexys, pero son imprescindibles. Lo que sí vamos a ver es un mundo cada vez con más radio y con más satélites, pero sin cables, como se viene pronosticando, no lo vislumbro.

Están anunciándose inversiones millonarias en data centers, pero los chips de transmisión de datos han llegado a los 800 gigas y se está trabajando ya en los 1,6 teras, y luego está el problema energético. Es verdad que la cantidad de datos está superando las expectativas y las infraestructuras no dejan de crecer.

Ves a las operadoras vale con márgenes muy bajos, pero ahí están las tecnológicas con unas cifras descomunales y no se percibe una reducción de la demanda, no se ve el fin. En mi opinión, el desarrollo de los sistemas requiere de mano de obra, de personas que piensen, diseñen y desarrollen. Ese es el mayor cuello de botella, pero en data center o en fibra nuestra mayor limitación es la capacidad de aprovechar todas las oportunidades de negocio, las nuevas ideas, otras formas de hacer las mismas cosas o de hacer nuevas cosas.