Reducir las temperaturas de fabricación y puesta en obra de las mezclas asfálticas hasta unos 30 grados sin por ello rebajar la calidad es posible. Así lo ha puesto de manifiesto una investigadora de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), que ha logrado fabricar un asfalto más sostenible y ecológico, usando para ello restos de neumático y ceras orgánicas. De esta forma, reduce el uso de recursos naturales y de energía así como las emisiones de gases en su fabricación.
La preocupación por lograr una mayor sostenibilidad en todos los sectores industriales y los procesos productivos no escapa al sector de las mezclas asfálticas, que trata de construir carreteras más respetuosas con el medio ambiente. Y aquí es donde se encuadra este trabajo, que ha dado como resultado un nuevo asfalto ecológico. Para ello, se han incorporado dos elementos clave: ceras orgánicas y restos de neumático.
Por un lado, el polvo de caucho procedente de neumáticos fuera de uso, supone una forma de dar salida a un material que, aunque reciclable, supone un reto medioambiental ya que solo en España se generan al año unas 300.000 toneladas. Además, con su uso se ahorra en otro elemento clave para el asfalto como es el betún, que se obtiene del crudo del petróleo, y en la energía que su producción conlleva. El otro ingrediente clave de este asfalto ecológico se basa en la incorporación de ceras orgánicas que hacen que se pueda disminuir también la temperatura de fabricación.
Según ha explicado la investigadora responsable del proyecto, Ana María Rodríguez Alloza, “para fabricar una mezcla asfáltica es necesario calentar los áridos y el betún a una determinada temperatura en la cual la mezcla es trabajable para su posterior puesta en obra. Al lograr disminuir esta temperatura de producción se disminuye el consumo de energía y de un recurso agotable como el fuel y también se emiten menos gases de efecto invernadero a la atmósfera”.
Especialmente indicado para España
Gracias a que se incorpora un material reciclable como el polvo de caucho de los neumáticos y a que la temperatura de fabricación disminuye, ha indicado la investigadora, se logra un asfalto más sostenible. Pero no sólo eso. En opinión de Rodríguez Alloza, “este tipo de mezclas con caucho y ceras orgánicas estaría especialmente indicado para países de clima cálido como España”.