El Colegio Internacional de Sevilla San Francisco de Paula, pionero en educación innovadora

En 2017, se desmarcó del sistema educativo español para pasar a ser centro extranjero. Este año ha comenzado un nuevo Programa de Educación por Competencias
El Colegio Internacional de Sevilla San Francisco de Paula impulsará un nuevo Programa de Educación por Competencias.
Colegio Internacional Sevilla San Francisco Paula

A pesar de sus 135 años de vida, el Colegio Internacional de Sevilla San Francisco de Paula ha apostado desde sus inicios por la innovación educativa. Fue de los primeros en contratar a profesores nativos en inglés para impartir clases; instalaron pizarras electrónicas cuando aún no se habían generalizado. Y para poder seguir en ese camino, en 2017 se salió del sistema educativo español para pasar a ser considerado centro extranjero.

Lo explica su director, Luis Rey Goñi, a Innovaspain. “Tras más de cien años de ser colegio español, nos hemos acogido al Estatuto de centros extranjeros porque pensábamos que eso nos permitía innovar más, de hecho. Hacer lo que creíamos que necesitábamos hacer para preparar a nuestros alumnos a la vida que ellos van a vivir, muy distinta a la que nosotros tuvimos e incluso a la que ahora estamos conociendo”.

En continuo cambio, ahora esa preparación de la que habla Rey se quiere llevar hasta la capacitación por habilidades y competencias. Este año, el primero en el que se prueba, se está aplicando en Secundaria.

De la coordinación de este proyecto (y de más) se encarga Cristina Yunta, que además es Jefa del Departamento de adquisición de lenguas del colegio. “Serán los cursos de 11 a 13 años y en él el concepto clásico de materia y aprendizaje de contenidos cambia al cien por cien porque lo que se fomenta son las competencias de los alumnos”. Todo, con el objetivo de formar a los profesionales de 2040.

Con el impulso de Singularity University, con la que el Colegio Internacional de Sevilla San Francisco de Paula tiene una estrecha relación, y otras instituciones muy cercanas. “La idea, en definitiva, es que aprendan según proyectos, trabajando en equipo (los alumnos están mezclados por edades) y no con los exámenes ni la memorización”. Para ello, el centro dispone de “tecnologías exponenciales”; se trabajará según las “pasiones” del alumno. Ello se traducirá luego en dos evaluaciones: una cualitativa y otra cuantitativa convencional.

El Colegio Internacional de Sevilla San Francisco de Paula apostará por fomentar las habilidades y aptitudes de sus alumnos.

En sintonía con los estándares internacionales educativos

“Vimos que la única manera de hacer las cosas que creíamos que teníamos que hacer por nuestros alumnos era salirnos del sistema”. Rey cuenta así cómo culminó el proceso de transformación del centro, que comenzó a principios de siglo. “Desde 2001 teníamos la acreditación de unas de las agencias estadounidenses. Esto nos permitió mejorar mucho. Y es que los parámetros por los que se mide la calidad educativa y por los que se concede la acreditación en Estados Unidos no tienen nada que ver con la legislación española”.

El director del Colegio Internacional de Sevilla pone un ejemplo práctico. “Eso nos ha permitido que los alumnos, por ejemplo, a la edad de dos años tengan 19 horas en inglés, 10 horas en chino o árabe y una hora en español, que es de música y movimiento. Y que hace que, a partir de los tres años, todos los alumnos estudien con instrumentos musicales de cuerda hasta los 7 años”.

Reconoce que este itinerario de conocimiento no hubiera sido “fácil” hacerlo dentro del sistema educativo español. “No podemos cerrarnos a un currículo común para todos los alumnos, y que no se salgan de ahí, lo sepan de memoria y ya está. Eso es lo que pide la Selectividad, que es una aberración de mecanismo de acceso”, lamenta.

Aunque Rey es prudentemente optimista con la última Ley Orgánica de Educación, “que parece un poco distinta”, critica las sucesivas leyes orgánicas por ser “prácticamente iguales”.  Mientras, el San Francisco de Paula innovaba “todo lo que podía”. Transformación en centro bilingüe; organizador de la primera cumbre de Singularity University en España en Sevilla. Con todo, “vimos que estábamos muy encasillados por la concepción del sistema educativo español y por cómo se estaba aplicando en Andalucía”.

La institución ha perseguido la innovación desde su creación hace 135 años.

De la mano de las siete competencias marcadas por la UNESCO

Así que para llegar hasta el punto de implantar este novedoso Programa, se hizo un trabajo de prospección previo. Tras un análisis de diversos sistemas, el que más encajaba con la idea del centro era el marco de siete grandes competencias publicado por la Oficina de Educación Internacional de la UNESCO. Rey agrega que, recientemente, la Comisión Europea ha publicado otro marco competencial similar al propuesto por la agencia de Naciones Unidas. “De hecho estamos en contacto con el Joint Research Center de la CE en Sevilla para trabajar en esta línea”.

Yunta desgrana las claves de este programa. Destaca “cuatro pilares” sobre los que se sustenta. “El Programa de años intermedios (la Secundaria del Bachillerato Internacional); las competencias; la individualización y la tecnología”. Los fines se centran en potenciar los procesos cognitivos de rango superior en los alumnos. Además de “reconocer problemas, priorizar, recoger información, establecer relaciones lógicas, y llegar a conclusiones”, enumera.  

Porque el mundo ha cambiado, y el mercado exige otros perfiles que se comienzan a formar en las escuelas. “Creemos que es más útil para la vida futura de nuestros alumnos tener estas competencias que unos conocimientos que cualquiera puede buscar en internet o desde el móvil”. Para que sean capaces de analizar el mundo en el que están y “sepan utilizar esa información de una manera más útil” que la que suministra una máquina.

La coordinadora del Programa también incide sobre la individualización de la enseñanza. El centro intenta que el alumno se convierta en “protagonista de su propio aprendizaje”.

“No creemos en las clases magistrales en las que el profesor es un mero transmisor del conocimiento y el alumno recibe. El Programa por Competencias les sitúa en que ellos no hace solamente una escucha activa, sino que tienen que activar esos procesos de rango superior”, concluye.

Los resultados, según Yunta, ya se han visto en los alumnos que han experimentado el Programa en este curso. “Están mucho más motivados, su atención ha aumentado. Lo que destacan ellos es que es una formación mucho más práctica y basada en problemas de la vida real”. El curso que viene sea ampliará este programa a tres niveles, por lo que serán 60 alumnos (20 por nivel) los que reciban esta enseñanza innovadora.

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