Hace tres años, nació en Cantabria una asociación que buscaba la igualdad real a través del impulso al talento femenino. Su objetivo era estimularlo con iniciativas que sirvieran a niñas, jóvenes y mujeres para que crecieran y contribuyeran a la transformación de nuestra sociedad. Hoy, se sirve de varios proyectos con los que ha tenido bastante éxito, enfocados en la educación, el deporte o la cultura. Su nombre: Asociación Mujer y Talento.
Grupo Tirso, Pitma, Tecnisa - Campos, SIEC y Oxital –el patronato de la asociación– se unieron para colaborar con otras instituciones que tuvieran fines parecidos a los de la Mujer y Talento y, así, poder generar oportunidades reales en el desarrollo del talento de la mujer. “El talento está, y hay que sacarlo con diferentes proyectos. Se ha comprobado, por ejemplo, que hay una gran brecha en las profesiones y carreras STEAM –explica Marina Fernández, coordinadora de Proyectos–. Y al final no es una cuestión de gustos, sino una cuestión cultura”.
La primera de las tres ramas principales de la asociación es la educación, cuyo proyecto más importante quizá sea Stem Talent Girl, un original de Fundación ASTI en Burgos, si bien replicó su éxito en Cantabria. Orientada a alumnas de 3º y 4º de la ESO y a 1º y 2º de Bachillerato, la iniciativa busca desarrollar vocaciones en carreras STEAM. En total, como indican desde la asociación, “son ocho masterclass impartidas por relevantes ponentes y sesiones individuales de mentorización con directivas y perfiles STEAM de instituciones y empresas de la región”.
“Actualmente, solo un 20 % de las niñas entre 13 y 14 años quiere estudiar carreras de ciencias. Se prevé que en el 2020 un 60 % de los empleos requieran perfiles digitales lo que aumentaría en mayor medida la brecha entre hombres y mujeres”, aseguran. ¿Por qué sucede esto? “Al final, que una niña juegue con muñecas o un niño con un coche es porque lo ve”, explica Fernández. “Y es igual que con las carreras universitarias: si no tienes un ejemplo, no lo sabes. Si no tienes un ejemplo de una mujer como una gran ingeniera, o una gran física, porque no te lo enseñan… Si piensas en mujeres científicas solo aparece Marie Curie. Y sí, referentes grandes hay, pero más enfocados a las Humanidades y no tanto a las Ciencias”.
También en educación cuentan con otros cuatro proyectos: Science for Her, lecciones magistrales a cargo de mujeres ejemplares en todas las áreas STEAM que cuentan su experiencia y sirven de inspiración a chicas de 3º y 4º de la ESO; Mentor Women, una evolución de Science for Her para alumnas de Bachillerato; Real Work, un programa de becas y prácticas en empresas de base tecnológica para jóvenes universitarias y recién egresadas, y el reciente Proyecto SUMA.
“Lanzamos SUMA hace muy poco –especifica la coordinadora de Proyectos–, y en él trabajamos con mujeres más mayores. Es como la consecuencia de los otros tres. Son mujeres que decidieron dejar sus profesiones por quedarse en casa y, al querer retomarlas, no han podido ya que, o no se han podido reciclar o por nuestra cultura (ha habido avances, pero no tanto), en la que ellas son las que se quedan en casa”.
“Hay un estudio que dice que, durante en el confinamiento, las publicaciones de las mujeres científicas han bajado y las de los hombres han subido. Hay un problema latente que no hemos solucionado. Acabamos de iniciar SUMA y tendrá un proceso de adaptación. Ahora, se hacen entrevistas privadas con estas mujeres, se les da consejos para venderse mejor y hacemos videoconferencias con psicólogos y especialistas en las que tratamos de darle tips y consejos”.
Marina Fernández es, además, protagonista de una de las otras dos ramas, la del deporte, ya que juega en el equipo de baloncesto femenino Tirso-Igualatorio, del Club Deportivo Talent. Formado hace diez años, empezó como un club de juveniles que trabajaba y luchaba contra la violencia de género en todas las áreas posibles. La misión ahora es empoderar a mujeres para el desarrollo de su talento deportivo, profesional y personal a través de la práctica y la cultura del deporte. Y, además, ascender a Liga Femenina 2, ya que “supondría un hito en el deporte regional al ser el primer equipo femenino de basket que alcanzase esta categoría profesional”.
“Nuestro principal objetivo –indican desde Mujer y Talento– es lograr que el baloncesto femenino en Cantabria tenga una referencia deportiva para todas las niñas, ya que la tasa de abandono al llegar a edad junior es muy elevada al no tener alternativas ni modelos, con un equipo que ilusione para continuar vinculadas al deporte y trabajando por un objetivo en un entorno lleno de valores positivos”.
La tercera rama es la cultura, con programas de gran impacto como El show de la palabra, de Monica Bóveda, o experiencias musicales en colaboración con la Fundación Albéniz. En el primero, se imparte un curso sobre educación y cultura. “Lo hemos hecho dos años y ha sido un gran éxito, nos ha venido muy bien”, apunta Fernández. “Las ponentes decían que las mujeres tenían buen nivel técnico pero que no se sabían vender. Daban formación para hablar en público, exponer ideas y venderse. Así que Mujer y Talento trata de visibilizar la figura de la mujer en áreas tan exigentes como el arte y la cultura, con el ánimo de seguir inspirando a jóvenes”. En el segundo, celebrado en mayo del año pasado –este año se ha suspendido a causa de la crisis provocada por el COVID-19– se organizó una convocatoria en la que hubo un quintento de cuerda en el que las protagonistas, además, iban contando sus experiencias.
Por último, cabe destacar que desde la Asociación Mujer y Talento también se preocupan de las acciones sociales. “Acciones de networking, conferencias, programas que permitan una correcta conciliación familiar y profesional, son algunos ejemplos en los que actualmente estamos trabajando”. En definitiva, quieren “crear y desarrollar acciones con el objetivo de visibilizar el talento femenino en todas las etapas de la vida de la mujer”.