La Universidad Politécnica de Valencia (UPV) ha presentado una nueva plataforma de realidad virtual que se basa en trabajos de neurociencia, y que, además, evalúa y gestiona los riesgos del factor humano en las empresas. LabLENI –el laboratorio de investigación en Neurotecnologías Inmersivas de la UPV–, junto con la empresa Martin Brainon y Quatechnion ha trabajado en una herramienta que, según el consorcio, “es la única solución validada científicamente existente en el mercado para evaluar y entrenar a las personas ante la gestión de riesgos”.
“Para poder entrenar bien tienes que disparar con bala, tienes que disparar bien y para eso hay que tener una conciencia de conocer lo que haces”, ha explicado Mariano Alcañiz, director del laboratorio I3B de la UPV, en la presentación de la herramienta Atemin. “Para evaluar hay que tener un tipo de tecnologías que no validan los métodos tradicionales, pero que arrojan una información con más datos”.
Según él, hay que tener un amplio interés en crear sistemas de estas características. “Y, sobre todo, sistemas de realidad virtual. Aprendizaje inmersivo, presencia virtual, estructurismo. La unión de ambos es donde hay una conexión de empresas”, ha afirmado.
“Esta solución –especifica– ha sido diseñada con un enfoque neurocientífico en el que mediante la gamificación es posible evaluar de manera objetiva el comportamiento del usuario, ya que realiza sus mediciones de forma oculta para conseguir resultados 100% fiables y sin sesgos de edad, género o puesto de trabajo. A diferencia de los test, es una herramienta objetiva que deja fuera toda interpretación o percepción por parte de quien vive la experiencia”.
Cómo funciona Atemin
Esta herramienta dirigida a la neurociencia funciona de la siguiente manera: primero, se utiliza un entorno "altamente inmersivo” de realidad virtual que garantiza comportamientos y respuestas cerebrales similares a las experimentadas en situaciones reales. Segundo, y mientras dura la experiencia, se monitoriza al usuario registrando todos sus comportamientos e interacciones.
Además, se analiza el movimiento de la mirada y su respuesta fisiológica, gracias a un sensor que mide la tasa galvánica de la piel que indica su nivel de activación o estrés. Por otro lado, los usuarios interactúan con el entorno virtual, que se presenta en formato de juego, mientras que son evaluados todos sus procesos de decisión.
“Atemin –explica– analiza más de 200 datos por segundo y su algoritmo predictivo ha logrado una precisión superior al 70% en todas las dimensiones que se evalúan. Así, el sistema es capaz de, a partir de los comportamientos y reacciones de los usuarios durante la experiencia, procesar toda esta información y predecir con una alta precisión sus resultados en cuanto a las dimensiones que componen la toma de decisiones ante el riesgo.
Principales diferencias con otras herramientas
Una de las principales características de Atemin, frente a herramientas tradicionales de gestión del riesgo, es que pone en el foco a la persona a la que podría afectar un determinado riesgo. Así por ello, tras la evaluación individual, la plataforma permite entrenar las capacidades mediante el juego (llevando a cabo por realidad virtual y tablets), garantizando la transferencia de conocimientos a la vida real y al puesto de trabajo.
“Atemin proporciona un entrenamiento a medida para cada persona, donde se ejercitan las dos dimensiones que han obtenido menor valoración y la dimensión con mejores resultados para llevarla a la excelencia". Tras el entrenamiento, siete de cada diez personas mejoran en atención y flexibilidad mental. Además, el 100% de las personas que pasan por la herramienta de la UPV mejoran en, “como mínimo”, dos dimensiones en su toma de decisiones.
