Desde los años 60, el tejido industrial ha ido reduciéndose paulatinamente en el área metropolitana de Madrid. La presión del mercado inmobiliario, al amparo de sucesivas administraciones, ha llevado a la descentralización empresarial y al consiguiente desequilibrio territorial. El área de Desarrollo Urbano del Ayuntamiento de Madrid, con Mariano Fuentes a la cabeza, quiere revertir esta tendencia. Sus ‘socios’ principales para devolver la producción a los barrios son la tecnología, una normativa homogénea adaptada al contexto y el giro trasversal e imparable provocado por las nuevas economías.
En este proceso, ayudará que Madrid se mire en el espejo de otras metrópolis que ya aplican estrategias renovadas sobre la inserción en la ciudad de nuevas actividades productivas y económicas. Tokio, París, Barcelona, Berlín, Seúl… Ese es el objetivo del ‘Atlas de Innovación. Nuevo Madrid Mix’ (consultar online). El trabajo profundiza en distintas experiencias, posibles todas ellas de ser enmarcadas en la complejidad de Madrid. Obra de Gutiérrez-de la Fuente Arquitectos, la publicación fue presentada la semana pasada y trata de reflejar “un modelo urbano híbrido y una reflexión no de lo que queremos ser, sino de lo que vamos a ser”, aseguraba Mariano Fuentes.
Una estrategia más amplia
Para el delegado del Área de Desarrollo Urbano es necesario adaptar la Norma Zonal 9 (que regula el uso del suelo industrial) a la realidad actual, en la que la tecnología redefine la producción o la movilidad, y donde la economía puede ganar en diversidad y mejorar su distribución e implantación a lo largo y ancho de la ciudad. El libro demuestra que es posible un mix en el que lo residencial conviva con otros usos del espacio, que a su vez adoptarán un carácter híbrido. Y parece que es el momento de dar el paso. Crecen las inversiones con una nueva conciencia empresarial que valora otro tipo de retornos, más allá de la inmediatez.
El responsable público recordaba que las líneas maestras del ‘Atlas de Innovación. Nuevo Madrid Mix’ recogen, “sin buscarlo”, el ADN de la forma de trabajar en el Ayuntamiento, “analizando lo que se hace en otras partes del mundo”. Si el futuro de las ciudades pasa por la combinación de talento, tecnología y tolerancia, e inmersos en una crisis sin precedentes, Mariano Fuentes confía en que las medidas impulsadas desde el área que dirige contribuyan a que Madrid atraviese la complejidad del momento con más fortaleza.
En esta línea, hace unas semanas informábamos del plan ‘Madrid Isla de Color’, que incluye, entre otras medidas, la renaturalización de los espacios públicos hoy degradados, abandonados o mal cuidados y el proyecto Barrios Productores, que revitaliza la actividad económica en barrios periféricos. “Desde el Ayuntamiento vamos a liderar el cambio para facilitar la vida a todos los madrileños”, añadía Fuentes.
Casos de éxito
El arquitecto Julio de la Fuente, coautor del ‘Atlas de Innovación’, señalaba que han querido dotar a la publicación de carácter operativo. “Pretendemos que sea el primer paso de una estrategia más amplia. La Norma Zonal 9 no es capaz de retener las nuevas formas de producción urbana, cuyo carácter local y tecnológico permite novedosas posibilidades de convivencia, visibilidad y aceptabilidad”.
De la Fuente se refería a la administración como “la mano protectora” necesaria ante el empuje del mercado inmobiliario para preservar e incentivar estos usos. También como el agente que flexibilice los requisitos impuestos a la empresa privada para instalarse, por ejemplo, en los polígonos industriales, donde la actual legislación también evidencia su atraso.
Los ejemplos estudiados en la publicación son extrapolables a Madrid a través de una metodología específica que permite extraer conclusiones prácticas. “Nos hemos criado en Madrid, conocemos bien el territorio. Aplicamos conocimiento local para aterrizar ideas globales”, apuntaba el arquitecto. «Vamos hacia una ciudad ‘policéntrica’, una estructura que la pandemia tiende a poner en valor».
En Tokio han logrado conservar las Machikobas (literalmente ‘fábrica urbana’), equivalente japonés al garaje americano vinculado a la innovación de Silicon Valley en las que han crecido empresas como Nintendo o Sega. La urbe japonesa ha conseguido además convertir la lonja de pescado o la gran infraestructura de paquetería del puerto en atracciones turísticas, demostrando la mencionada hibridación en el uso de los espacios. En Seúl, Seun Sangga es una mega-estructura híbrida construida en un espacio vacío, que ofrece viviendas, tiendas, espacios de producción, infraestructura peatonal y vehicular.
El ‘Atlas de Innovación’ defiende la puesta en marcha en Madrid de espacios de reflexión permanentes, en red con otras ciudades
Ya en Europa, Londres asiste a varios desarrollos urbanos como el Food Quartier de Camley Street han sorteado la especulación urbanística. Esta ‘ciudad de la comida’ crece alrededor de las nuevas empresas tecnológicas de alimentación, con la comida a domicilio en primera línea. A su alrededor ha florecido todo un ecosistema manufacturero y productor. El desencadenante ha sido el cambio de hábitos del consumidor.
Unas antiguas piscinas cubiertas de Róterdam se han convertido en ‘Blue City’. Es un ejemplo de reutilización de edificaciones obsoletas que pueden revivir con otros usos productivos. Ahora habita ese espacio un grupo de startups dedicadas a la economía circular, granja de champiñones incluida.
Bruselas es una de las ciudades que mejor ha entendido el cambio de paradigma. El Plan del Canal demuestra que se puede mantener la actividad industrial dentro de la ciudad. La capital belga cuenta con un atelier permanente donde administración, empresa, academia y ciudadanía reflexionan sobre el mejor funcionamiento de la ciudad. El Atlas de Innovación sugiere la puesta en marcha de un espacio similar en Madrid que funcione en red con otras ciudades en una retroalimentación constante.
En España, la publicación también se fija en iniciativas innovadoras del área metropolitana de Barcelona
En Nantes, la transformación de la Île de Nantes se acometió con la creación de SAMOA, una sociedad pública surgida exclusivamente para este desarrollo urbano. París ha impulsado la iniciativa Les Grands Voisins establece el uso temporal del antiguo hospital Saint Vincent-de-Paul, entre otros.
De Barcelona han sido analizados los polígonos de actividad económica del Área Metropolitana de la ciudad condal. “Llevan mucho tiempo trabajando su nuevo PDU, con capítulos muy interesantes dedicados al uso productivo del suelo. Una de las conclusiones es que la definición volumétrica del suelo es capaz de desbloquear muchas situaciones”, apuntaba De la Fuente.
Berlín destaca por el éxito de varios proyectos, como el Tegel Urban Tech Republic, un gran parque tecnológico en los antiguos edificios y hangares del aeropuerto. En el caso de Viena, la ciudad ha activado el Plan de Viena Ciudad Productiva. Se trata de una mezcla de protección e innovación. También la pasarela de la línea U6, por la que las nuevas estaciones de metro funcionan por la noche para mover mercancías.
Innovación – Atracción
En la presentación del ‘Atlas de la Innovación. Nuevo Madrid Mix’ participaba también Ángel Niño,concejal del Área Delegada de Innovación y Emprendimiento. Según Niño, la colaboración público-privada es muy positiva para el desarrollo de las ciudades, el talento y la innovación. “En general, es la empresa privada la que innova. Desde la administración podemos ser facilitadores, empujar en la medida de nuestras posibilidades”.
Una declaración de intenciones que engancha con un proyecto que el concejal espera presentar a lo largo del primer trimestre de 2021. La ciudad quiere contar con los primeros sandbox del país, espacios acotados y controlados, en los que la normativa vigente es aplicada de manera más laxa y donde las empresas pueden probar sus prototipos en un entorno real.
Agilidad
“El objetivo es facilitar las cosas. El modelo industrial tradicional español no atraviesa el mejor momento en su aportación al PIB. Si no vamos hacia modelos de innovación y atracción competiremos en desventaja con Europa”. Niño destacaba también cómo la ciudad adopta a pasos agigantados los nuevos usos de movilidad o la importancia que el Ayuntamiento otorga a la eclosión de la inteligencia artificial. “Con más información será más sencillo vivir en la ciudad, trabajar, ir a un restaurante o hacer deporte. Desde la administración vamos a fomentar la colaboración”.
En un día a día dominado por la pandemia y sus efectos, Ángel Niño aludía a la necesidad de poner el foco en lo social, con la generación de empleo como prioridad. De este modo, Miguel Ángel Redondo, delegado del área de Economía, Innovación y Empleo del Ayuntamiento de Madrid trabaja junto a la Agencia para el Empleo de la capital en formar perfiles digitales ahora más necesarios que nunca. “Hay que innovar con una hoja de ruta, pero adaptándonos en todos los ámbitos”.