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Aurea Avionics: los drones que 'vuelan' desde Leganés a las misiones más difíciles

Juan F. Calero

Alberto Nieto es el Director de Operaciones de la compañía que ha revolucionado el sector con el desarrollo integral de aeronaves no tripuladas mini y micro, cuyo papel gana enteros en materia de defensa y seguridad

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Desde el sur de Madrid, en Leganés, Aurea Avionics se ha convertido en una empresa pionera a nivel nacional y europeo en el desarrollo de drones orientados a tareas seguridad y defensa. Su especialidad son aquellas aeronaves no tripuladas de tamaño micro o mini, un segmento específico donde caben soluciones tanto multirrotor como de ala fija, con un peso que oscila entre los 2 y los 15 kg.

Como explica a Innovaspain Alberto Nieto, Director de Operaciones de Aurea Avionics, en 2017 detectaron que existía una importante oportunidad de mercado. “Veíamos que estas pequeñas aeronaves podían revolucionar las operaciones de reconocimiento e inteligencia de fuerzas armadas y seguridad y, sin embargo, no había una base industrial liderada por actores europeos y españoles”.

Una de las claves para entender la buena posición que hoy ocupa la empresa, está en la puesta en marcha de una estrategia en la que abordan todo el proceso con tecnología propia: diseño, sistemas a bordo, hardware, software… Esta manera de proceder no es la habitual en el sector. “Es decir, muchos fabricantes incorporan el sistema de comunicación o el piloto automático de terceros”, apunta Nieto. “Es muy lícito, pero nosotros optamos por aprovechar el talento y las capacidades que tenemos en España para un desarrollo de producto vertical”.

El responsable de Aurea Avionics añade que, en el caso de las aeronaves no tripuladas con las que ellos trabajan, el reto es que todo tiene que ser muy pequeño. “En los drones grandes, determinadas tecnologías son más sencillas de implementar”. Sin embargo, es en ese expertise donde radica su diferenciación. “Logramos capacidad de vuelo autónomo, obtención de imágenes (y su envío a tierra), como si fuera una aeronave grande, pero en tamaño minúsculo. El dominio de toda la cadena tecnológica nos permite un elevado control del producto y no depender de proveedores críticos en desarrollos muy complejos, como la carga de pago de cada dron, de los que somos capaces de ocuparnos in house”.

Sus ‘obras’ más destacadas tienen nombre propio. El Seeker UAS -producido junto a GMV- es su plataforma ISR (inteligencia, vigilancia y reconocimiento por sus siglas en inglés) más avanzada. “Está diseñada y evolucionada para cumplir con los requisitos críticos esperados en entornos exigentes”. Seeker apenas necesita infraestructura para implementar sistema. Su carga útil dual estabilizada ofrece imágenes en tiempo real.

Por otro lado, el Passer UAS es la solución más liviana de Aurea Avionics. Cuenta con una carga útil dual con zoom óptico y una combinación de 60 minutos y 6 km de alcance COMM en un quadcopter de 2 kg. Es capaz de llevar a cabo misiones BVLOS (Beyond Visual Line of Sight) sobre colinas, antes restringidas a drones pesados.

Ante las “muy altas” exigencias de sus clientes de defensa y seguridad, la empresa ofrece respuestas flexibles y acometen los ajustes que sean necesarios. “En nuestra familia de aeronaves, podemos multiplicar las opciones para que el aparato actúe según determinados requerimientos de la operativa. Partimos de la base de que no existe la aeronave perfecta para todas las circunstancias. Lo que nuestros clientes necesitan es conocer el estado de las cosas de manera inmediata. Les ofrecemos tecnología propia, pero también nuestra filosofía de despliegue rápido de aparatos pequeños, fáciles de usar”, detalla Alberto Nieto.

Passer UAS.

En materia de defensa, los drones de Aurea Avionics pueden actuar como ‘ojos’ en el cielo para confirmar si la ruta que sigue un convoy es del todo segura. En operaciones policiales o de vigilancia de fronteras, aporta información que es imposible obtener de otro modo. “Evitamos que las personas se expongan a situaciones potencialmente peligrosas. Los drones despejan el camino. Pueden inspeccionar tanto grandes áreas exteriores como el interior de edificios”. En todos estos trabajos, los drones pequeños aportan un plus de agilidad vital, ya que no necesitan plataformas de despegue ni grandes infraestructuras a su disposición.

Nieto confía en que los próximos años sean “cuanto menos emocionantes” para la compañía. “Es un sector en plena ebullición”. Aurea Avionics ha empezado a dar sus primeros pasos en Europa. En 2023 ganaron en consocio el proyecto CONVOY, en el marco de los fondos europeos destinados a aeronaves no tripuladas. “Servirá para la identificación de minas y otros artefactos explosivos”.

En este sentido, la empresa apuesta por potenciar las misiones colaborativas, donde cada plataforma aporte sus fortalezas. “Además, seguiremos implicados en el desarrollo de tecnologías punteras y críticas. Este sector vive en una carrera cambiante donde hay que estar a la vanguardia en inteligencia artificial, sensores (cada vez más pequeños y potentes), capacidad de computación embarcada…"

Varios Seeker UAS listos para la acción.

Alberto Nieto se detiene en las comunicaciones 5G. “Es el futuro. El 5G nos ayudará, entre otras cosas, a generalizar el uso de enjambres de drones coordinados entre sí. Por otro lado, la navegación en entornos sin GPS es una oportunidad para nosotros en el diseño de drones que puedan operar sin depender de esa conectividad. Es un asunto crítico en defensa”.

Esta prometedora evolución no es ajena a una serie de normativas que, para Alberto Nieto, en la UE son demasiado restrictivas con el sector. “Hay cierto miedo, lo que ha ralentizado avances en el terreno más comercial. Nos penaliza a todas las empresas en general. En otras regiones van más rápido porque las leyes se lo permiten. Los modelos de negocio aplicados a los drones aceleran y se asientan antes”.

El experto espera que la armonización de las distintas regulaciones europeas facilite las cosas. A partir de ahí, Aurea Avionics se plantea una entrada más decidida en la esfera civil. “Nuestros desarrollos para seguridad y defensa pueden tener sentido en otras actividades”, añade Nieto.

La compañía ha contado con el apoyo de ENISA. La Empresa Nacional de Innovación supuso un notable soporte financiero en los primeros pasos de Aurea Avionics. “Fueron claves en esa etapa, donde un proyecto como el nuestro, con una importante componente industrial y tecnológica, requiere de un tiempo de maduración más largo. En ENISA miran de manera acertada la filosofía innovadora de las empresas que analizan y la escalabilidad de los proyectos. Esto supone un sello de calidad, como lo es también habernos certificado como empresa emergente una vez aprobada al Ley de Startups. ENISA, que recibe muchas solicitudes, valoró nuestra capacidad disruptora en el mercado”.

El directivo vuelve a insistir en la importancia del talento local como la mejor herramienta para afrontar lo que está por llegar. “Es una apuesta a largo plazo. El cliente lo valora, qué duda cabe, pero el camino más difícil es el de renunciar al made in China. Con orgullo podemos hablar de un producto hecho en España por ingenieros españoles. Y así seguiremos”.