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La estrategia del Ayuntamiento de Madrid para mejorar la movilidad en patinete eléctrico

Los nuevos patinetes eléctricos compartidos que operarán en Madrid no permitirán la circulación ni el estacionamiento en zonas indebidas
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Los nuevos patinetes eléctricos compartidos que operarán en Madrid no permitirán la circulación ni el estacionamiento en zonas indebidas. Esta es la piedra angular de la apuesta del Ayuntamiento de Madrid por implantar un modelo de micromovilidad compartida «más ordenado, seguro e integrado en las diferentes plataformas de movilidad», como explica el delegado de Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante.

Tras la presentación la semana pasada de los nuevos patinetes eléctricos que operarán en la capital a partir del 2 de mayo, el responsable deja claro que las innovaciones tecnológicas impuestas en las autorizaciones para su alquiler permitirán «subsanar los principales problemas que actualmente generan en Madrid, como son los estacionamientos indebidos en zonas peatonales y la circulación por zonas no permitidas».

Dott, Lime y Tier Mobility serán las tres operadoras autorizadas por ser las que han obtenido la máxima puntuación entre las diez que se presentaron al procedimiento. Las nuevas concesiones persiguen el objetivo de racionalizar el uso del limitado espacio de la vía pública para lograr un equilibrio entre los distintos actores que la comparten. La principal novedad que introducen es la reducción en un 40 % del número máximo de patinetes que pueden desplegarse por la ciudad, pasando de los 10.000 establecidos en las autorizaciones vigentes, que se prorrogarán hasta mayo, a los 6.000.  

El límite viene determinado por la mitad de la capacidad de plazas en las reservas municipales de estacionamiento para bicicletas eléctricas en la fecha de la convocatoria, conforme a lo previsto en el artículo 85 de la Ordenanza de Movilidad Sostenible (OMS). Madrid tenía en julio 5.997 horquillas homologadas para el estacionamiento de bicicletas y VMP, con una capacidad máxima de aparcamiento en estos elementos de 11.994 patinetes. No obstante, se establece la posibilidad de incrementar el número de autorizaciones en función de la demanda y el uso real de los patinetes eléctricos, procediéndose a una evaluación cada cuatro meses a través de un cuadro de mando de las empresas al que tendrá acceso el Ayuntamiento.

¿Pero por qué se restringen a tres los operadores que pueden ofrecer este servicio? «El área considera que una fragmentación excesiva de las empresas supone un freno para la implantación efectiva de los patinetes compartidos, tal y como se ha demostrado en la ciudad», explica Carabante, que destaca que «para determinar este criterio se ha tenido en cuenta la experiencia de 17 ciudades y el modelo actual se asemeja a los de París y Londres».

Si bien el Ayuntamiento promueve con estas autorizaciones el uso de los patinetes eléctricos como un medio de transporte sostenible y una solución efectiva para reducir el parque circulante contaminante, la limitación de los autorizables y su distribución en el espacio público municipal responde a razones de «interés general como lo es garantizar la seguridad vial y la protección de los usuarios de estos vehículos y del resto de ciudadanos, especialmente de los menores de edad, los mayores, personas con diversidad funcional y movilidad reducida», ha subrayado Carabante.

Esta acotación pretende, a su vez, la protección del entorno urbano estableciendo un despliegue del servicio ordenado y equilibrado territorialmente, evitando así una extensión indiscriminada de patinetes eléctricos que suponga un problema de convivencia y un uso abusivo del espacio público.

Más tecnología, mayor sostenibilidad

El Ayuntamiento parte de la base de que uno de los principales problemas del sistema actual de alquiler de patinetes es el estacionamiento indebido en lugares no habilitados por parte de los usuarios. «El nuevo modelo de autorizaciones permite introducir importantes mejoras en el servicio», avanza Carabante. Una de ellas es que la empresa debe contar con los desarrollos tecnológicos en sus aplicaciones para obligar a aparcar a los clientes únicamente en las zonas habilitadas para ello en el distrito de Centro.

En el resto de la ciudad, podrán estacionar fuera de las mencionadas reservas siempre que no exista una plaza para motocicletas, ciclomotores, bicicletas y VMP a menos de 50 metros del punto de estacionamiento. Además, no se permitirá en ningún caso iniciar o finalizar el trayecto en calles de prioridad peatonal ni en las aceras ni en espacios peatonales contiguos a parques históricos como El Retiro.

Todos los vehículos son nuevos y disponen de luces, timbre y elementos reflectantes homologados conforme a la normativa vigente, son de baterías extraíbles y cuentan con el certificado emitido por la DGT que garantiza el cumplimiento de las características técnicas aprobado por este organismo, a pesar de no ser aún obligatorio. Cada patinete cuenta con un sistema que permite la geolocalización y su identificación para poder integrarse en una plataforma multimodal, incluida Madrid Mobility 360.

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